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— El me ama.— la mirada de Eunwoo derrochaba enojo.

— ¿Qué tan seguro estás de eso?.— SanHa solo se limitó a observarlo, sin pesar en las mil dagas que su amigo le estaba lanzando con la mirada.

— Estoy muy seguro, el me ama y yo lo amo.— espetó el mayor de ambos.

— ¿Cómo estás seguro que es amor? Puede ser costumbre, miedo a estar solo.

El mayor negó y después se levantó de su asiento.

— No vengas a decirme que no se de amor, siendo que tú nunca te has enamorado.

Después de eso salió del local y se dirigió con pasos rápidos a su departamento, dejando a SanHa con un amargo sabor en la boca y dolido por sus palabras.



— Hablé con él pero no quiso escucharme.— SanHa se tiró sobre su cama, enterrando la cabeza en una de las almohada.

— ¿Por qué? ¿Te dijo al menos algo?.— Myung Joon, su hermano mayor lo observaba con preocupación, sabía que la desanimada gana de Sanha al llegar, era por algo más en esa plática.

El menor suspiro y se sentó en la cama, empezando a jugar con sus dedos.

—El dijo, que yo no podía entender que era el amor, porque nunca me había enamorado.

El mayor negó, y controlo el enojo que le causaba que Eunwoo dijera eso, para sentarse al lado de su hermano y abrazarlo.

— Está cegado por ese falso amor, tú sabes que sus palabras son falsas.— tomo la cabeza de Sanha obligándolo a verlo.— Conoces perfectamente que es el amor, has visto sus pro y sus contras, pero él, es solo un idiota y cuando se de cuenta de todo pedirá perdón por sus palabras.

SanHa sonrió débilmente, mientras escondía su cabeza en el hombro de su hermano, soltando pequeños sollozos.



— Amor.— murmuró Eunwoo levantándose del sillón, corriendo a abrazar a su novio.

— Mi perrito.— murmuró MoonBin mientras acariciaba la cabeza de Eunwoo.

Eunwoo arrugó un poco la nariz, no le gustaba para nada ese apodo, pero MoonBin había dicho que solo lo llamaba así por la manera en que lo esperaba y bueno si MoonBin lo decía no era malo. Cuando se alejó del mayor sonrió y le dijo que fuera a cambiarse mientras él servía la comida.

MoonBin hizo lo mencionado por su novio y se dirigió a la recámara mientras Eunwoo acomodaba todo.

El plato en una muy buen posición, al lado los palillos, la cuchara y el vaso de agua de lado izquierdo, totalmente arreglado como a MoonBin le gustaba.

Cuando el mayor estuvo de regreso tomo lugar en su asiento y observó todo, asintió y Eunwoo medio sonrió en su asiento.

MoonBin probó la comida e hizo una mueca alarmando al menor.

—Esta fría Cha.— murmuró alejando los fideos.

—Yo...yo... lo calenté.— murmuró tomando el plato.

— Ahora resulta que no sabes distinguir entre lo frío y lo caliente.— espetó el mayor levantándose de su silla.

—No... no te levantes.— Eunwoo corrió rápido dejando el plato en la mesa para  poder tomarlo del brazo derecho.— Lo calentare de nuevo.

MoonBin se zafo del agarre empujando al menor.

—Ya no quiero nada.— dijo y se encerró en el cuarto.

Por la mente de Eunwoo solo pasaban mil groserías para si mismo, «idiota» e «inutil» eran las que más se decía. Porque claro su padre siempre tuvo razón, él era un idiota, que solo estorbaba, que no sabía hacer nada y solo era una puta barata a los ojos de todos.

Eunwoo aún podía escuchar esas palabras de su padre, recordaba las noches en que lloraba por eso, hasta que MoonBin, su ángel, apareció en su vida, llenándolo de amor, esperanza y curando su corazón roto.

Su vida con el mayor ha sido muy buena desde siempre, bueno, dejando de lado los momentos—como ahora— que Eunwoo hacia algo mal en la comida y el mayor se enojaba, también dejando de lado las veces que era demasiado rudo cuando tenían relaciones, los apodos como “Perrito”, “lame botas” y “Puta barata” en la hora del sexo, , dejando de lado, las veces que lo había lastimado por sus celos, las veces que lo insultaba, las veces que no llegaba a dormir.

Pero Eunwoo tenía excusas, para eso, por ejemplo “Él tiene razón no me fijé bien al servir”, “Me dice así porque le prende más”, “Son sus apodos de cariño”, “Solo está demostrando que me ama”, “Tuvo un día cansando en la oficina, solo eso”, “Solo tiene mucho trabajo”

Verdaderamente el menor siempre tenía una excusa para todo, porque Eunwoo se ha planteado que todo lo que MoonBin hace o dice esta bien, él mayor solo demostraba su amor de diferentes maneras.

Así que cuando MoonBin lo hecho del departamento, no supo que hacer, había llorado, le había suplicado que no lo dejara, le había dicho que haría las cosas mejor, que su amor no podía terminar de esa desgarradora manera.

Por parte del mayor solo obtuvo un, “Es increíble cómo después de tanto tiempo, aún pienses que te amo” mientras lo empujaba fuera del departamento cerrando con llave.

El único lugar donde el menor pudo ir fue a casa de Sanha, llevaba meses —desde la última charla que tuvieron realmente— que no lo veía.

Pero cuando SanHa vio a Eunwoo tan roto, llorando, con una maleta en la mano y su cuerpo temblando por el frío de la ciudad, no dudó en dejarlo pasar.

El problema de ese día, de esas semanas y meses era siempre el mismo, Eunwoo estaba acostumbrado al trato de MoonBin, al trato de su padre, así que cuando alguien le daba cariño de una forma saludable el temía, para él, eso no era cariño, ellos solo querían lastimarlo.

Así que siempre repetía lo mismo, «Todo lo que quiero es a MoonBin, es todo lo que necesito» y entraba en crisis, lloraba, golpeaba y rompía todo a su paso, «Lo necesito, él me ama, él siempre me amo, solo estaba enojado, enojado porque no hago nada bien»

La depresión, la baja autoestima, la falta de amor que sentía acabaron con él poco a poco, por más que SanHa trata de ayudarlo, no podía, varios Psicólogos y Psiquiatras habían hablado con él, pero de nada servía.

«El joven presenta un patrón, él cree que nadie lo quiere, porque desde niño lo trataban mal, tenemos que trabajar con él, hacer que vea las cosas desde otro punto y si eso no pasa, solo queda internarlo»

Las palabras del último psiquiatra que había visto a Eunwoo aún resonaba en la mente de SanHa, no le gustaba ver a su amigo herido, lastimado y sufriendo de esa forma, él lo conocía desde varios años atrás, pero jamás imaginó por todo lo que el pobre pasaba.

Tristemente nada funcionó para Eunwoo, así que solo hizo lo que creyó mejor, por última vez fue a buscar a MoonBin en su departamento, lloró y suplico de nuevo, pero no funcionó el mayor lo saco a rastras de la casa.

—Me voy a matar MoonBin, ¡Escúchalo!.— había dicho el Eunwoo mientras corría hacia el ascensor.

El mayor negó y se encerró de nuevo en el departamento, ya no era su responsabilidad, lo que una vez tuvo con Eunwoo acabo, porque ya no le servía, ya no lo satisfacía como antes, nunca lo amo realmente, todo era un simple trato con el padre de Eunwoo así que cuando el plazo del trato acabo lo hecho de su casa, no le importaba realmente si Eunwoo vivía o no, como había dicho el padre de este una vez «Todo sería mejor si Eunwoo no existiera, si el muriera» y MoonBin no podía estar más de acuerdo con eso.

Así que no se inmutó, no dijo nada y solo asintió cuando miro en él periódico al día siguiente «Joven se suicida tirándose de un puente», no tuvo ningún remordimiento, al final para él Eunwoo no merecía vivir.

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