—Eso dilo si tienes que estar despierta hasta las cuatro de la mañana luchando con robots para levantarte a la siete para ir a la secundaria.

—Bella, estas luchando con uno de los mejores y más poderoso superhéroes del planeta —Comenta como si no lo supiera, me muestra el logo de su camisa el cual significaba en Kriptoniano: esperanza.

—Eso lo dices porque tu no serias capaz de decirle no a Superman.

—Eso es diferente —lo mire y en mi cara se mostraba que no lo es.

Mi bolsillo hizo un zumbido dando a entender que tenía una llamada, trate de ignorarla sin ver quien era, desvió la llamada y continúa durmiendo, el mundo parecía estar en mi contra, el celular volvió a sonar, pero esta vez, no era el mío si no el que me regalos Superman para las misiones.

—¿Qué necesita una persona para dormir? —me queje viendo el aparato.

Maldigo el aparato que indicaba que él otra vez me estaba llamando, quería lanzarlo contra la pared, caer mi rostro en la mesa y poder dormir, no podría hacerlo. Él me escucha y tengo miedo de que supera algo.

Resignada, bufo exageradamente, llamando la atención de mi compañero que ve el aparato para luego seguir haciendo la tarea de esa materia que odio con toda mi alma. Bueno aparte de Sivana es una de las cosas que mas odio.

—Respondería si fuera tu a menos que quieras que ocurra como la última vez —sugirió, refiriéndose a ese recuerdo que hizo que mi cuerpo se estremeciera en mi lugar.

Negué ante esa idea, no quería que ocurriera lo de la ultima vez, fue humillante y vergonzoso como un superhéroe entraba a tu salón necesitando de tu ayuda. Estuve casi un mes eliminando los bobos rumores de que era su hija y que solo quería venir a sacarme de las clases, ni idea de como se lo creyeron, funciono de alguna forma.

Me pregunto en que lado vieron mi parecido con Superman, él pelinegro de ojos azules y yo castaño de ojos verde, ¿en qué me parezco a él? En nada, solo falta que digan que Lady Shazam y Superman tienen una relación eso me daría una de las peores nauseas que he sufrido.

Salgo del asiento dejando mi celular, agarrando el de Superman y poniéndome mi chaleco que parecía salvavidas y luego miro a mi compañero.

Agarro el pase de salida que Freddy me extendía, recuerdo como conseguimos ese pase sin tener que usar mis poderes, sin embargo, no me arrepiento de nada, aunque casi nos atrapan.

—No me esperen para el almuerzo y si la señora Vásquez pregunta di que me fui a hacer un trabajo en la casa de un compañero.

—Claro, no te preocupes estaré bien dando recados como tu asistente —exclama sarcástico sin despegar la vista del libro—. Y tú, ¿desde cuando eres amable y social para aceptar trabajar con alguien que no sea yo?

—Eso ella no lo sabe y si no llego para la cena, guarda mi comida en el microondas —le seguí el juego, aunque sabia que eso solo lo haría reír un poco y luego se enojaría.

Sali escuchando una exclamación enojada de él, reí entre dientes al escuchar su suspiro dramático, camino con paso apresurado para que unos de los guardias y me mandara al salón, entro al baño najo la mirada a cada uno de los cubículos revisando que no había nadie, al no haberlo cierro la puerta con pestillo.

La llamada había finalizado, estaba entre si llamarlo otra vez o no hacerlo, el recuerdo llego a mi mente, resignada lo llamo unos segundos son para que responda la llamada, me hizo raro al ver la pantalla en negro y no ver su rostro decido convertir la llamada en audio por seguridad, no me fiaba de esta situación.

—En serio, Superman, si no te das cuenta estoy en mis horas de clase.

No hubo respuesta por parte de él, cosa que me dio un poco de desconfianza él nunca me dejaba de lado cuando le digo algo siempre trataba de responderme de la mejor manera posible.

—Superman —espero unos segundos, tampoco hubo respuestas—. Superman, si esto es una broma no me gusta para nada.

No sé qué pasaba detrás de la pantalla, se que no era algo bueno, escucho el sonido sordo de algo cayendo al piso, creí haber escuchado voces de seguro es solo mi imaginación.

—Clark, ¿estas bien? ¿Qué fue ese ruido?

Nunca lo había llamado por su nombre, no tuve dignidad de hacerlo no por la diferencia de edad sino por respeto. Claro, no le diría que le tengo un gran respeto sin sobrepasar a Freddy.

—Clark, esto no me está gustando.

De alguna extraña manera la llamada se cerró sin antes escuchar: ‹ ¡No vengas, Shazam! ›

¡Lady Shazam! [Damian Wayne] ✔️Where stories live. Discover now