Hottest Manager»MYG;FAMOUS1

"Intenso"

El capítulo no será narrado en primera persona.

—¡Dios, Yoongi!— exclamó sorprendida y algo enojada Athena apenas se encontraron ambos en la habitación— no tenías que arrastrarme así ¿Y si alguien nos veía?

—¿Ahora te asusta que nos vean?

Yoongi estaba enojado, habían sido tantas las emociones allí abajo que simplemente no sabía como tenía que reaccionar. Athena bufó, pasando por su lado y tirando su blusa y zapatos en un rincón de la habitación, no quería decirlo pero se sentía... rechazada.

Por supuesto ella no obligaría a su novio a complacerla, pero la forma en la que reaccionó no le pareció la mejor.

—Ve a dormir, Yoongi— soltó en un suspiro, dándole la espalda y cruzandose de brazos— hay que viajar en unas horas y-

—¿Ahora quieres que me vaya? ¿Después de lo que me dijiste hace minutos?— preguntó, confundido.

—Haremos de cuenta que no dije nada, tu reacción fué una muy clara respuesta.

—Athena...

—¡Ni siquiera entiendo porque estás enojado!— totalmente harta, la manager simplemente comenzó a deshacerse de las prendas mojadas que comenzaban a incomodarla.

Yoongi solo la observaba, entre nervioso y expectante ante cada movimiento y botón desabrochado, le alteraba tanto aquella mujer que estaba por perder la poca cordura que le quedaba, se acercó a paso lento escuchandola soltar palabra tras palabra, enojada.

—¿Tú crees que es fácil para mi?— pronunció finalmente, dejando a su chica muda— llevo tres semanas conteniendome porque me asusta el hecho de abrumarte, presionarte ¿Luzco como alguien paciente? Créeme, no lo soy, me gusta hacer las cosas a mi paso, pero estoy frenando porque de verdad me gustas y no quiero cagarla.

Aquello, más la cercanía de Yoongi solo había aumentado la tensión y la ira de ambos, Athena rió un poco, totalmente irónica.

—¿Y yo luzco como el tipo de mujer que busca que te reprimas solo para gustarme?— preguntó— porque no lo soy, Yoongi, yo no quiero que dejes de actuar como naturalmente lo haces solo porque temes... herirme, no, a mi me gustas de igual manera, ya te lo he dicho millones de veces.

—¿¡Entonces que buscas que haga!?

—¡Haz lo que quieras! ¡No soy una muñeca de porcelana!— casi gritó— no me voy a romper.

Lo próximo que supo fue que su cuerpo cayó bruscamente sobre el colchón viendo desde abajo como un Yoongi furioso mandaba a volar su camiseta mojada e igualando por poco en condiciones a Athena.

No pudo pronunciar palabra mientras el de cabellos tintados respiraba casi frenético, su abdomen era increíblemente pálido, cosa que en lugar de perturbar la mente de Athena se le hacia atractivo, muy atractivo. Yoongi subió a la cama, poniendo ambas manos a los lados de su rostro, nuevamente, como hace tres noches, dejando su cuerpo bajo él.

—Enserio, me vas a volver loco.

Y la besó, todos sus sentidos activandose, el tacto y el gusto dominantes al principio dejando que el oído saltase más tarde a causa de los jadeos, gemidos y suspiros que solo estimulaban aún más sus cuerpos.

Yoongi supo en aquel momento que cada persona tenía una manera muy distinta de pedir comprensión, el en medio de aquel intenso momento y el rose de su abdomen y el contrario, se dió cuenta de que Athena lo necesitaba de esta manera tan carnal porque quería sentirse amada, deseada. Para ella esa era su calma, o eso pensaba.

—Q-quitala.

El short de Athena y los pantalones de Yoongi habían dejado de formar parte de la escena y el susodicho de repente comenzó a sentirse hambriento, ver el delgado cuerpo de su novia y su rostro de mejillas rosadas luchando por respirar lo tenían en otro mundo, entonces, sin pensarlo mucho enredó sus dedos en el elástico que mantenia la ropa interior de Athena en su lugar y totalmente sobrellevado por las ganas de hacerla sentir bien, simplemente jaló rompiendo la prenda en segundos, escuchando el jadeo cargado de sorpresa cuando inmediatamente después de deshacerse de aquello abrió ambas piernas y su rostro bajó sonriendo ante lo flexible de su novia.

—Me gustas mucho ¿Te lo he dicho, no?— la sonrisa ladina que le estana dedicando solo hacia a su respiración un desastre— cuando te beso... no dejo de pensar en lo dulce de tus labios— sus grandes manos se posaron en los muslos internos de Athena haciendola temblar expectante— quiero comerte.

Fue cuando finalmente sintió el aliento de Yoongi en todo su centro, sacándole un grito que parecía no recordar lo delgadas que eran aquellas paredes.