Confusiones

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Gracias Sasuke-kun murmuró la mujer pelirosa recibiendo la caja de chocolates de su mejor amigo.

Sasuke le sonrió para luego acercarle el otro regalo por su cumpleaños. Una cadena con un dije de una Y, la primera letra de su nombre.

¡Feliz cumpleaños, Yuriko!

Los chispeantes ojos azules de ella lo miraron a él. Tenía 16 años, pero para él siempre sería la niña más bonita que sus ojos verían. Y no solo físicamente, Yuriko era buena en todos los sentidos.

Eres el mejor.contestó, emocionada No sabes cuánto me alegro de que seamos amigos, aunque, secretos.

Amigos secretos era lo único que podía ser... nada más.

Sasuke acomodó, detrás del cuello de la mujer, el collar.

Es así, tu sabes bien que no soy un ser normal. alegó no tan confiado en sus palabras. Muy dentro de él, a veces, pensaba en cómo sería, si fuera humano.

Me hubiera gustado que seas mi ángel.susurró mirándolo a los ojos.

A Sasuke le ardieron las mejillas por aquel comentario.

A él, también le hubiera gustado cuidarla...

No soy tu ángel, pero siempre te cuido. A ti y a ella... respondió sin aún controlar su sonrojo. Cada vez que lo observaba con sus enormes ojos azules, él caía en la profundidad de ellos. Era como el magnetismo, su atracción aumentaba con el mínimo acercamiento.

Yuriko sonrió recordando a la pequeña Sakura. Si no hubiera tantos problemas a su alrededor ella bien podría estar jugando en esos momentos con ella. La quería muchísimo, pese a las condiciones que la vida le había impuesto.

¿Qué dice su médico?preguntó, la pelirosa, preocupada.

La operaran pronto, pero no se sabe que pasará. Sasuke bajó su mirada. Aquella chiquilla era alguien demasiado importante en su vida. La quería de una forma especial, pero con Yuriko lo especial se confundía con el amor. Un sentimiento que un ángel no se podía permitir.

...

No quiero jugar contigo gruñó la pequeña pelirosa a ese hombre que tanto miedo le daba. Él hombre la miró con fingida ignorancia y tomó el juguete con él que ella había estado jugando minutos antes de que se le apareciera.

Sasuke no estaba y no había nadie que la cuidara de "él".

No te dejaré porque tú puedes verme repitió el tipo con unos ojos amenazadores y totalmente rojos.

No me lastimes lloró mientras el hombre rompía su muñeca favorita para luego reír como un demente.

Pequeña Sakura la llamó. Ella correspondió a su llamado y lo miró suplicante. Su yo de nueve años solo quería estar a Kilómetros de ese sujeto.

Déjame tranquila por favor suplicó a ese ser obscuro.

Solo quiero una cosa respondió el tipo. Su rostro pasó de malévolo a una tranquilidad celestial. ¿Me ayudarías?

Sakura hizo un puchero tan infantil como adorable. Quizá con eso él dejaría de perseguirla.

¿Qué desea señor?

Hacia la luz I: Por una venganza, te conocíWhere stories live. Discover now