Fuego

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¿Quién es Itachi?

Miro a Sasuke una vez más, pero ya ha caído totalmente en los brazos de Morfeo. Trato de levantarlo, pero aunque es delgado pesa mucho para lo que puedo soportar en mis débiles brazos. Como no puedo llevarlo a su cama, lo dejo en el sillón. Algo que luego de unos segundos desestimo como tonto de mi parte. No puedo cargarlo es más que obvio. Traigo unas cobijas y lo recuesto mejor en el mueble poniendo debajo de su cabeza una almohada.

Salgo hacia mi cuarto dejándolo dormido. Echo una última mirada hacia su dirección. Su expresión es la de un niño durmiendo; sus facciones, son casi angelicales; parece más que un ángel malo de mirada turbia, uno bueno. Claro es una completa estupidez determino al cabo de unos instantes.

Al llegar a mi habitación, prendo la lamparilla que hay cerca de mi cama y saco un libro de la mesita de noche. Tengo que estudiar mucho, últimamente se me está complicando retener información, todo esto que ha pasado me tiene muy distraída a la vez de confundida. Leo los dos primeros capítulos del libro, antes de, por fin. Luego de tan agotador día, caer en los brazos de Morfeo.

-.-

Me levanto temprano. Es un día bastante nublado para mi gusto. Es época de verano, pero al parecer las estaciones ya están empezando a cambiar. Relajo mis músculos estirando ambos brazos. Y salgo de la cama. La dejo hecha y voy por un relajante baño hacia la ducha. Cuando salgo de mi habitación. Me encuentro a Sasuke desperezándose en el mueble. Voltea hacia mí en cuanto me ve. Saludo con un "hola" que no recibe contestación alguna. Abochornada, giro hacia la izquierda y me pongo a preparar algo de alimento. Hay sopa instantánea en la despensa, pero descarto tomarla. En vez de ello, saco algo de frutas del refrigerador y me preparo una ensalada. Amo lo dulce y una ensalada, se propone como un buen alimento para empezar el día. Rebusco un poco más en los muebles de la cocina y encuentro un poco de nutella, la que rápidamente, hecho en mi ensalada. Está delicioso. Cuando termino de comer Sasuke esta con una toalla en la cintura por la sala recogiendo al parecer su móvil de la mesita de sala. Al verme, detiene su vista en mi ensalada; así deduzco que quizá desee algo que comer. Le ofrezco un poco, pero él la mira con desagrado alegando que detesta las cosas dulces.

─ ¿No vas comer? ─ pregunto.

─ No ─ responde.

─ Deberías ─ sugiero.

─ No es necesario. ─ Contesta de inmediato ─ El elixir que tome ayer me dará energía para todo el día. ─ explica. Luego dirige una mirada despectiva hacia a mi ─ no necesitare sucios alimentos humanos, por ahora.

─ Que descortés ─ susurro por lo bajo recibiendo una mirada de odio de su parte.

No me vuelve a hablar cuando camina nuevamente hacia su habitación. Entre el intertanto busco algún canal que sintonizar en la televisión. Más aburrida, ninguno tiene una temática interesante. Dejo el control y me siento de forma perezosa en el mueble. Luego de 15 minutos, Sasuke aparece en la sala. Lleva unos Jeans negros con una camiseta negra que se ajustan perfectamente a su cuerpo atlético y delgado. Detallo su cuerpo unos segundos para luego pasar por su lado y coger mi cartera que está en la mesita de la sala. Sasuke pasa junto a mí y me escolta a la salida, pronto estamos en la playa de estacionamiento del edificio. Lo miro de reojo, una vez más, para darme cuenta que coge con un poco de dolor su costado, pese a haberse recuperado, creo que aún sigue mal.

─ ¿Te sientes bien? ─ preguntó. Sasuke afirma en el acto para luego ingresar al auto y arrancar el vehículo.

─ Ya está sanando─ dice mientras alza la camiseta y me deja ver su costado, la herida aún tiene una línea rosácea, pero su estado dice que es cuestión de poco tiempo para que termine de sanarse y quizá borrarse.

Hacia la luz I: Por una venganza, te conocíWhere stories live. Discover now