☁ Fourty-one ☁

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Tras que Shuu contactase con su padre para que este le consiguiese una cantidad grande de detectores de metales, varios grupos, conformados por dos o tres, fueron enviados a buscar aquel anillo con los detectores entre toda aquella masa de kagune. Touka había ido con Miza; los Quinx habían salido también. El resto del CCG se habían insatalado en tiendas a las afueras de la ciudad, con todos los equipos necesarios para el trabajo; Hajime estaba junto a Marude en la tienda principal, y Hide estaba fuera junto a un par de investigadores más. Tn había sido llevada por Hajime al departamento en el que residían antes de lo ocurrido en la isla, dado que él no la quiso llevar consigo por su seguridad.

– Espero que esto funcione –dijo Marude.

– Seh... –asintió el rubio.

Su teléfono celular comenzó a sonar, por lo que él lo sacó de su bolsillo y observó la pantalla.

– ¿Qué ocurre? –preguntó el mayor.

– Es Tn...

– ...Está bien, ve a contestar.

– Sí. Vuelvo en seguida.

Hajime salió de la tienda y se alejó un poco, para contestar.

– Kitten.

– Haji...Lo siento, te interrumpí mientras trabajabas.

– Está bien, ¿Qué sucede?

– Quería saber si estabas bien.

– Lo estoy, tranquila –sonrió.– Pero...es tarde, deberías dormir un poco.

– Lo sé, pero estoy intranquila. ¿Qué ocurre? ¿Cómo va todo?

– Aún no tenemos resultados de la búsqueda con los detectores, pero recién comenzamos; por otro lado, el resto se encarga de la protección de Tokyo.

– Ya veo...Me habría gustado ayudar.

– Lo sé, Kitten, pero es tarde, no has dormido bien y no sabes pelear.

– Lo sé...

– Tranquila. Varios investigadores están allá, al igual que los Quinx –la calmó.– Ve a dormir un poco, ¿Si?

– ...Está bien –sonrió.– ¿Tú te quedarás despierto mucho más?

– Sí, aún nos queda trabajo.

– Me preocupa que no descanses.

– No te preocupes por mí –sonrió.– Estoy bien.

– ...No te esfuerces demasiado, ¿Si?

– Tranquila, Kitten. Ve a dormir ahora.

– Está bien.

– Descansa. Si me necesitas, puedes llamarme; y no salgas del departamento.

– Está bien. Gracias.

– No es nada –sonrió.

– Ahm. Por cierto...

– ¿Uhm?

– Hablé con Ayato hace un rato, cuando aún estábamos en el edificio, y...me preguntó si ya había decidido qué hacer.

– ¿Y lo decidiste?

– ...Sí. Me tomó tiempo, pero...ya sé que haré...

– Entiendo.

– Sin embargo, la prioridad ahora es salvar a Kaneki y Tokyo, así que...arreglaremos esto cuando todo termine.

– ...De acuerdo. Descansa por ahora, Kitten.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaWhere stories live. Discover now