☁ Thirty-one ☁

770 78 15
                                    

Akira había despertado finalmente, algo que perturbó de cierta manera a Hinami, y lo que provocó que el plan que Ayato y Hajime se retrasase un poco.

Esa tarde, Ayato fue por Hajime, para poder hablar de lo ocurrido con Hinami y Akira.

– Yo...no puedo dejar a Hina así, debo apoyarla.

– Lo entiendo. Está bien, podemos hablar con Tn luego, cuando Fueguchi se recupere.

– ...Gracias...por entender...

– Claro.

– ¿Chicos?

Ambos giraron, viendo a aquella pelinegra mirarlos con curiosidad. Tn ladeó la cabeza a un lado, se le hacía raro ver a aquellos dos hablando en secreto, como si planearan algo, después de casi irse a los puñetazos hacia uno par de días atrás.

– Kitten, ¿Sucede algo?

– Eso quiero saber yo. Ustedes dos han estado hablando demasiado, es...raro.

– No te preocupes, todo está bien. Ya terminamos –miró al peliazul.– ¿Cierto, Kirishima?

– Ahm. Claro.

– ...De acuerdo... –asintió, no muy convencida.

– En fin, voy adentro, le dije a Touka que le ayudaría con unas cajas –se acercó a ella.– Vamos, Kitten.

– Ahm... ¿Puedo ir después? Yo...quiero hablar con él...un minuto.

– ...Está bien –acarició su mejilla.– Te veo adentro.

El rubio continuó caminando y se adentró a la cafetería, para ayudar a su amiga con aquellas pesadas cajas. Tn volvió la vista al peliazul y se acercó un poco a él; Ayato sólo la miró, con curiosidad.

– ¿Qué sucede?

– ...Deberías estar con Hinami, ¿No? Es decir...ella está mal.

– ¿Tú cómo-?

– Touka y Kaneki me contaron –interrumpió.– Ella...pasó por lo mismo que yo, sus padres también fueron asesinados por el CCG. Y ahora ella debe convivir con la hija del hombre que mató a su madre, debe ser algo duro.

– ...Lo es, ella...está realmente afectada ahora que despertó.

– Entonces ve con ella y dale consuelo. Tú eres su novio, seguro te necesita.

– Tn... ¿Por qué haces esto?

– Porque conozco su dolor. Como novia de un investigador, he tenido que convivir varias veces con palomas, y...fue duro, pero Hajime siempre me contuvo y apoyó. Hinami no es una mala persona, lo sé por lo que me han contado de ella. No merece tanto dolor.

– ...Tú tampoco lo merecías...Lo siento.

– Está bien. Por ahora...dejemos nuestra historia de lado. Ve con ella. Trata de hacer feliz a una mujer al menos –sonrió.

– ... ¿No te molesta?

– No debería, eres su novio, y yo estoy comprometida.

– ...Tn-

– Ve. De seguro sabes dónde se oculta ahora.

– ...Lo sé.

– Bien –sonrió.– Debo ayudar a Touka-chan también. Te veo luego.

La pelinegra giró y volvió dentro del café, para ayudar también a su amiga con las cosas de la tienda. Ayato sólo la observó alejarse, pensando en el enorme corazón que aquella joven poseía; suspiró y giró, yendo en busca de Hinami.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaWhere stories live. Discover now