8. Un poco de amor

2.9K 80 4
                                    

Tras una ducha en silencio, solo entre besos y risas, salimos y con cuidado, Evan seca nuestros cuerpos con una sola toalla, quedando unidos bajo ella.

-         Creo que deberia irme ya - digo buscando mi ropa por el suelo - son casi las 2, debería comer algo antes de ir a la oficina a por unos papeles.

- ¿Y si comemos juntos y luego te acerco a la oficina? - pregunta secándose el pelo - luego te invito a cenar y pasas aquí la noche.

Río ante la propuesta.

-   ¿Me está proponiendo una cita, señor Lightwave?

Evan se coloca los pantalones y me mira de forma tímida.

-  Si no te apetece no pasa nada - contesta abrochando los botones de su camisa. - solo soy un crío para ti es normal que...

-   Me encantaría - contesto cortándole - pero no puede saberlo nadie de la oficina. Podríamos meternos en un lío. Me ha costado mucho llegar donde estoy y no...

-  No hace falta que me lo expliques, Lizzie - rie para cortarme con un beso - te entiendo perfectamente.

Recojo la camisa del suelo del salón, huele al perfume de Evan.

- Debería ir a cambiarme a casa antes de ir a la oficina, huelo demasiado a ti.

Evan rie desde la habitación y cuando yo termino de vestirme, él ya está vestido y con los zapatos puestos.

-   Te veo en la ofi entonces - contesta buscando entre las cacerolas para cocinar - ¿en Burton's a las 8?

Asiento con la cabeza y tras un corto beso, salgo del bloque pisos, oliendo a su perfume.
Recorro las calles en mis altos tacones, con el corazón acelerado, pensando que le diré a Ryan como excusa por oler así.
Introduzco las llaves en la cerradura de casa y encuentro a mi amigo viendo la tele mientras come pizza y bebe cerveza.

-         ¿Donde estabas?- pregunta enfadado cuando entro por la puerta- me tenías preocupado. He llamado a tu oficina y me han dicho que la reunión se habia cancelado, pero que no estabas alli.

- ¿Has llamado a mi oficina? - pregunto furiosa - ¡te dije que iba a estar fuera de la ciudad!

- Cierto - contesta riendo, restándole importancia.

Intento subir las escaleras para quitarme la ropa que huele a perfume de hombre pero me detiene.

-    ¿A que hueles? - pregunta levantándose hacia la nevera pero detiene abriendo los ojos como platos - ¿eso es un chupetón? Eso en tu cuello.

-        ¿Qué?- grito tapando mi cuello con las manos - ¡claro que no!

Ryan se acerca enfadado y me corta el paso hacia las escaleras

-      Liz, no sé con quien andas pero estás rompiendo nuestro acuerdo. ¿No querías que fuera tu novio?

-         ¿Mi novio? ¿Tu? - contesto gritándole- ¿para qué? ¿para tener sexo conmigo una noche tras otra y nada mas? paso...

-      ¿Pero que te pasa ahora? Estabas conforme con nuestro trato.

-        Olvídalo, ¿vale?- contesto enfadada- no lo entenderías...

Ryan rie incrédulo ante mi drama y acaricia mi mejilla para calmarme.

-     Claro que lo entenderé - susurra en mi oido, haciendo que se me erice la piel - siempre nos hemos entendido bien. Eres mi mejor amiga, ¿recuerdas?

-  Quiero amor - contesto mirándole fijamente a los ojos - algo que tu jamás podrás darme.

-        ¿A qué viene este cambio tan repentino?- pregunta riendo- Creía que habíamos zanjado eso, ¿no tienes suficiente con el placer que te doy?

-   No. Porque estoy enamorada de ti - contesto. Trago con dificultad al haber confesado un pensamiento tan profundo. ¿Retrocedo? No, es demasiado tarde para echarme atrás ahora - llevo años enamorada de ti y tu eres tan ciego de verlo, de saber que estoy loca e irrevocablemente enamorada de ti. A pesar de que he tenido que soportar años de ver pasar mujeres por tu puerta, mujeres que no eran yo. Y aún así, cedí, porque te amo y porque haría lo que me pidieras y... Si, me he acostado con Evan, mi becario y me ha gustado muchísimo más que todo el placer que me has dado estos días, porque me lo ha hecho con amor. Pero yo te amo, te amo más que a nada, porque me enloqueces cada vez que me tocas, cada vez que me acaricias embotas todos mis sentidos... Quiero estar contigo y tu no me dejas. Quiero entregarte mi corazón sin temer a que me lo destroces.

-    Liz, para, por favor.

-   Lo siento, Ryan, no puedo más con esto. Quiero romanticismo, quiero que me quieran y entregar todo mi ser sin pedir nada a cambio. - continuo - si no sientes lo mismo, lo entenderé, pero no me pidas que me quede contigo solo por sexo. Tengo que pensar en mi primero.

-  Liz, ¿quieres callarte tia loca? - rie embobado con mi discurso - ¿cuánto tiempo llevas con eso retenido?

-  Desde primero de carrera.

Ryan pasea sus nerviosas manos por su pelo castaño, se rasca la ceja pensativo, pero no habla.

-   No voy a perder lo que tenemos porque te hayas encaprichado.

-  No eres un capricho, Ryan - suspiro dolida - llevo años reteniendo estos sentimientos. Ha faltado que alguien me quiera para darme cuenta de lo que quiero.

Mi amigo suelta una carcajada y me acuna desprevenida entre sus brazos.

-      Te daré romanticismo

Sube las escaleras conmigo aún en brazos. Me tumba suavemente sobre su cama y desabrocha tiernamente los botones de mi camisa, comienza a repartir pequeños besos por mi cuerpo. Me incorporo, sentandome en la cama, me separo de sus labios y le quito la camiseta.

-       Eres tan especial - susurra en mi oido antes de darme otro beso.

Ryan vuelve a tumbarme entre calidos besos, inclina mis piernas para deshacerse de mi falda y mi ropa interior. Baja su pantalón junto a su boxer y flexiona mis piernas para hacerse un hueco entre ellas.
Baja los besos hacia mi cuello, pero no baja de ahí, vuelve a mis labios y se acerca a mi oido para depositar bonitas palabras mientras recibo la primera embestida que me llena de él.
Me incorpora, haciendo que le mire directamente a los ojos mientras sigue con la ardiente danza que tiene un ritmo constante.
Me aferro a su cuello, entrelazando mis manos en su nuca mientras Ryan acaricia mi espalda y besa mi hombro.
Se derrama en mi interior, lo que me lleva a gemir en alto. Sale de mi, pero se queda abrazandome.

-        ¿Así le gusta mas a la princesa?- rie apoyando su cabeza en el hueco de mi cuello.

-        ¿Por qué no puedes ser siempre así?- pregunto dejando un beso en sus labios. - ha sido maravilloso.

Me vuelve a besar calidamente, me tumba sobre la cama arropandome con la sabana y se levanta buscando su ropa

-        Porque no es divertido.

Love Taxi 🔞Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ