6. Sé que no quieres ir despacio

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Mi pulso se acelera, mi cabeza me grita un "ya te lo dije" de forma orgullosa, ya me advirtió que las cosas cambiarían entre nosotros.

- Ryan, no digas eso - suspiro sentándome frente a él, dejando que una de mis piernas caiga hacia el suelo - Eres mi mejor amigo, no quiero que eso cambie...

- No digo que vaya a cambiar a malas - rie apartando un mechón de pelo que cae sobre mi frente - Nunca he podido verte como algo más, eres casi como mi hermana pero desde hace unos días... Veo ese sexy trasero meneándose por la casa, con tus faldas estrechas y tus pijamas tan cortos y transparentes y...

Se muerde el labio mirándome de forma lasciva. Lo que me causa gracia, nunca había conseguido tal efecto en nadie.

Tanto mi corazón como mi cabeza saben que esto no va a terminar en buen puerto. Si, él se ha llevado mi virginidad, me ha dado el mejor sexo que podría haber imaginado y puede, que empiecen a revelarse sentimientos que llevo ocultando desde hace años pero ambos sabemos que somos tan diferentes que si le entregara mi corazón lo destrozaría a los pocos días.

Pero le deseo tantísimo.

-    ¿Y qué pretendes que seamos?- digo abrazándome a su pecho - ¿amigos con derecho?

-    Sé que tú no quieres eso...- contesta besando mi cabeza- siempre has buscado algo serio

Se me olvidaba que me conoce mejor que nadie.

-    Pero tu no puedes darme eso. Sé que no puedo atarte.

Ryan rie a carcajadas y estira su cuerpo a lo largo de la cama.

-    Te propongo un trato -dice riendo- digamos que tendrás esa exclusividad de tenerme solo para ti.

Arqueo una ceja incrédula. ¿Está proponiendo qué?

Él ríe, me atrevería a decir, rozando la timidez. Deja su postura y se sienta enfrente de mi.

-   Liz, he disfrutado estos días contigo como no he disfrutado con nadie - declara - y además eres mi mejor amiga, mi mayor confidente. No sé que más puedo pedir. Quizás en un futuro muy, muy muy lejano, pueda pedirte que seas mi novia.

-   ¿Novia?- rio a carcajadas - tu historial de parejas dura menos que un capítulo de una mala serie.

Suelto un suspiro de rendición y me tumbo en la cama boca abajo. Esta conversación no va a llegar a nada.

-     Liz, el resto siempre me ofrece lo mismo - ríe levantándose y tumbandosé a mi lado. Busca su mirada y por primera vez en su vida, creo que está siendo sincero - pero tu eres cariñosa, organizada, perfecta en todo. Eres como la media naranja rara y amarga que la vida puso en mi camino,

Río con los ojos llorosos. Jamás imaginé que Ryan pudiera abrirme el corazón de esta manera.

-    Y créeme cuando te digo que estos días he tenido el mejor sexo de mi vida. Sé que no puedo ofrecerte el amor que podría darte otro pero - se detiene y ríe frente a mis labios mientras acaricia mi espalda - quiero enseñarte tantas cosas. Que disfrutes de tu cuerpo y del mío de una manera que nunca llegaste a imaginar.

Sonrío de manera pícara y él sonríe también.

-  ¿De que trato estamos hablando entonces?

-  Estaré contigo en exclusiva, pero sin tonterías de citas, ni noviazgo. Estaremos sólo tu y yo... Y mucho, muchísimo placer.

Me muerdo el labio y me abalanzo sobre los suyos, son tan carnosos y deliciosos que estaría toda la vida besándolos.

-   Liz, no quiero perderte como amiga y si tengo que dejar mi rutina de acostarme con una pava cada día con tal de probar tu delicioso cuerpo todas las noches. Lo haré. Seré tu casi novio.

Asiento con la cabeza y Ryan ríe para lanzarse a probar mis labios.
Gira sobre nosotros entre risas, consiguiendo que él quede encima de mi.

-     Aunque quiero poner mis condiciones - susurro en un gemido porque me está mordiendo un pezón.

Ryan sube la cabeza incrédulo y se ríe pícaro.

-   Quiero un trío. Con quien yo proponga.

Ryan comienza a reírse a carcajadas y yo arrugo el entrecejo.

-    ¿Un trío? ¿tu?- rie besándome- eres más pervertida de lo que pensaba... Me encanta.

-    Es en lo que me has convertido - digo riendo durante el beso.

-  Creo que ya venías así de serie, querida Liz - ríe. Gira la mirada hacia mi mesilla y abre los ojos extrañado al encontrarse con el amigo que me regaló sobre ella.

-    ¿Lo has usado? - pregunta de forma lasciva.

-  Para algo me lo regalaste, ¿no?- contesto mordiéndole el labio - para que pensara en ti...y eso hice.

Ryan me gira con toda su fuerza, haciendo que quede boca abajo contra el colchón.

-    Estas son mis condiciones para ser tu casi novio - susurra mordiendo mi oreja mientras separa mis nalgas y juega con ellas- disfrutar de ese sexy trasero tuyo y...- grito un gemido, me ha metido algo por el sexo, pero no es su miembro, ni sus dedos - dejarás que te castigue por haber usado a mi amiguito sin habérmelo dicho.

-   Hecho -digo gritando de placer.

Introduce él amigo de goma en mi sexo repetidas veces hasta que está lo suficiente húmedo.

-    Gira- dice dándome un azote en el culo.

Obedezco y giro, quedando frente a él.

- Ábrete de piernas. Te voy a castigar muy severamente - susurra sensualmente sujetando mis manos a los barrotes del cabecero mientras muerde mi cuello- Agárrate a los barrotes y si te mueves ya veremos lo que hago contigo.

Comienza a introducir el miembro de goma mientras frota mi clítoris. Es placentero, pero tras haber tenido su grandioso miembro en mi... Nada me llena, solo él.

Introduce dos de sus dedos junto al aparato de goma, haciendo que arqueé la espalda involuntariamente.

-    Te has movido, chica mala - susurra en mi oído agarrando mi cuello de forma suave - Voy a tener que castigarte.

Love Taxi 🔞Where stories live. Discover now