Nouvelle ( Novela corta,)

Capítulo 4: El Camino Nakiri

"¿Puedes creer a esa mujer?" La voz de Soma envolvió toda el área de la habitación en la que estaba. Había hablado repentinamente, después de haber estado en silencio durante unos minutos, para sorpresa repentina de quienes se encontraban con él. Antes de su arrebato, Soma había estado ocupado afilando sus cuchillos a un ritmo estable; pero algo (o mejor dicho, alguien ) apareció en su cabeza. Era ... algo que no le pasaba muy a menudo.

"Que mujer?" el tono de la pregunta sonaba amenazante; o más correctamente, como si alguien estuviera tratando de enmascarar la amenaza detrás de las palabras y fallara miserablemente. El actual jefe del (realmente pequeño, actualmente buscando nuevos miembros) Don RS Kanichi Konishi estaba seguro de que su encantador asociado Ikumi Mito había entendido los problemas de la mujer de Soma de una manera que Soma no quería decir. Soma parecía igualmente confundida por su arrebato enojado, mirándola desconcertada como si él hubiera dicho algo mal.

"¿La niña le molesta a Soma?" Kanichi preguntó, incluso si estaba seguro de que Soma no era el tipo de persona que se había convertido románticamente tan temprano en la vida. Si lo pensaba, como lo estaba haciendo ahora, no parecía recordar haber visto a Soma interactuar con una chica o un niño de alguna manera que no pareciera completamente platonica. Tal vez él era asexual? ¿O simplemente casto?

"Una chica, muchos problemas", respondió, posiblemente sin entender que estaba encendiendo el combustible en el fuego de Ikumi.

"Está bien, derrames," Ikumi ordenó a Soma mientras agarraba al niño por el cuello de su chaqueta, sorprendiéndolo de tal manera que casi dejó caer el cuchillo que sostenía. "¿Con quién estás saliendo? ¿Cómo se llama? ¿Dónde la conociste? W-"

"¿Tiene ella una hermana?"

Soma admitiría que sintió que su cara se desvanecía de todo color en el momento en que Ikumi lanzó un cuchillo como Kanichi sin molestarse en mirarlo una vez que había hecho esa pregunta. Cómo lo apuntó tan bien para volar pasando su copete y aterrizar pegado a la pared junto a él debe haber tomado mucha habilidad.

O ella se perdió.

Soma realmente esperaba no haberse perdido.

Sus ojos seguían fijos en él. "Responder."

"¿Qué estas diciendo?" Soma le preguntó a la chica bronceada que actualmente lo estaba asustando más allá de lo que creía. Él no podía entender por qué ella se molestó tanto de repente. Entonces le golpeó. "Oh, eso es correcto; lo entiendo ahora!"

"¡Que? Espera!" Dio un paso atrás, soltando su agarre. "¡No me refiero a eso! No empiezas a tener ideas de que quiero ser la chica que pierdes ni-"

"Usaste trabajo para Nakiri", concluyó. "Así que, por supuesto, sigues siendo amigos, ¿eh?"

Kanichi se habría reído de los dos si Ikumi no tuviera cuchillos de repuesto en su persona. Cómo dos chefs tan magistrales podían ser tan incompetentes en asuntos sociales estaba más allá de él. Y esto viene del tipo que dio nombre a cada grano de arroz que solía cocinar ... no es que le diría eso a nadie.

"Eso es todo, ¿verdad?" Soma le preguntó a Ikumi, mientras sentía que su cara se calentaba.

"... Casi me haces decir algo embarazoso ..."

"¿Eh? ¿Qué son-?"

"¡Nada!" ella respondió, girándose y caminando hacia Kanichi; O mejor dicho, hacia el cuchillo apretado contra la pared. Ella le dio un tirón rápido, y salió. Durante esto, ella solo miró a Kanichi; La cara aún enrojecida. "¿Qué?"

"Oh, nada", mintió mientras no quería que lo apuñalaran. "Pero Soma, ¿de qué te quejas? ¿Erina Nakiri?"

"... Sí, ella es un puñado", Soma volvió a colocar el cuchillo que había dejado caer entre sus dedos; Como si lo examinara por daños. Ikumi se limitó a mirar fijamente, sospechando que tal vez no era lo que originalmente entendía lo que él quería decir. Ella sabía que Soma era, bueno, un hombre encantador. Pero también sabía que Erina no era una chica que pudiera ser conquistada fácilmente; como mucho. Sin embargo, no estaba mal para estar seguro.