capítulo 5.

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Eran las cuatro de la tarde del día siguiente. Taehyung ya se había ido y Jimin sintió un tremendo vacío arrollar sus entrañas. Su casa parecía tan vacía, tan ... muerta. A Jimin le faltaba  su amigo,  su hermano, su protegido.

Y ahí estaba él, sentado en su escritorio, la puerta de su despacho estaba ligeramente abierta con la falsa esperanza de que el timbre de su apartamento sonara y su pelirrojo lo abrazara como si la vida dependiera de ello.

Pero no era así .

Lo único que cambiaba era el nivel del whisky en el vaso del pelinegro.

Diez minutos después alguien había golpeado la puerta , tres veces exactamente. El pelinegro suspiró. No era Tae, él normalmente tocaba el timbre, siempre que se olvidaba la llave , cosa que pasaba la mayor parte del tiempo. 

Seguro era ese puberto universitario.

Resignado , fue a abrir la puerta.

- ¡ Bu.. buenos dias señor Park !- A Jimin casi le produjo cierta gracia ese enérgico y cómico nerviosismo. Apunto estaba de soltar cierto tipo de comentario pero algo lo detuvo.

Algo muy fuerte.

Un olor a café puro y a leña quemada inundó su espeso cerebro. Lo cautivó tanto que, en ese momento, olvidó siquiera respirar.

Por otro lado, ya no había ni el menor rastro del nerviosismo de Jungkook, nada. Simplemente tranquilidad. Su mente flotaba en un tenue olor a ... ¿a qué? Era un olor tan extraño... era como si hubieran bañado una rosa en chocolate. Joder, nunca había olido algo semejante, pero le encantaba. Sus pupilas dilatadas eran una prueba de ello.

Jimin se movió del marco de su puerta para darle paso al joven. Tras entrar, Jungkook se quedó sin aliento, literalmente se ahogó. ¡Dios! ¡Este lugar apestaba a Jimin! Había cierto rastro del olor omega de V, pero no se comparaban en intensidad. ¿A Taehyung no le molestó ese olor?

-¿Qué te pasa?- Preguntó en un tono algo bajo Jimin.

Las rodillas flaquearon en aquel momento, nadie le dijo que la maldita voz de Park Jimin fueran tan sensual. Joder, ¿que demonios le pasaba? Ese gran e invasivo olor no le molestaba, era justo lo contrario. Se ahogaba . Normal, ¡es que si respiraba iba a violar a aquel pelinegro ahí mismo!

- Abre la...las ventanas .- Intento susurrar, andando atropelladamente 

- No te entiendo...- La preocupación aumentaba en el más bajo, pero claro que no lo iba a mostrar. Park Jimin no era así. Aunque tener a un desconocido ahogándose en su casa no era el mejor plan. -¿Me podrias decir que te pasa,  qué quieres ?- Intentó tocar la espalda del chico .

Cuando los diminutos y blancos dedos de Jimin rozaron el hombro de Jungkook, sintió como la piel debajo de esa camiseta se tensaba y agarrotaba mientras que un escalofrío inmenso nacía en su propia mano,  viajando a la velocidad de la luz por su columna , estrellándose en su cabeza.

Era algo indescriptible . Jimin nunca había sentido algo así. No era furia, ni miedo o felicidad, no era deseo ... no era nada.

-La..ventana.- Oyó a Jungkook , con algo de dificultad.- Ábrela joder. -

El pobre hombre no sabía dónde meterse. La atmósfera de aquel piso era jodidamente exquisita. En su corta vida había olido nada igual. Jungkook se había equivocado , no era una rosa bañada en chocolate. Maldita sea que no, Park Jimin poseía el jardín de Eden entero.
Su pene no paraba de gritarle por atención, sentía que estaba a punto de correrse sin haberlo tocado. De todas las aventuras que había tenido antes, como buen alfa que era, nunca , nunca, le había pasado eso. 

Su maldito lobo le estaba desgarrando el interior buscando la salida.

Cuando sintió el aire fresco de las abarrotadas calles de la capital entrar por los grandes ventanales , el menor de los Jeon lr agradeció a Dios, a los ángeles, a la luna , a Obama  , que pudiera volver a respirar. Pegándose al Marco del ventanal, respirando profundamente, como si hubiera corrido diez kilómetros,  intentó olvidar su palpitante erección,  sustituyéndola por aire en sus pulmones.

-¿Estás bien? -preguntó el mayor contrariado, pues él tampoco estaba muy bien. Esos sentimientos o más bien impulsos que lo habían abordado al estar tan cerca del menor eran peligrosos. Peligrosos sobre todo porque no conocía su origen, o a lo mejor no quiere aceptarlo.

Pero aquí el problema es que Park no conoce estos sentimientos, y si no los conoce son peligrosos , porque todo aquello que Jimin no conocía,  que no podía controlar,  era absolutamente peligroso .

En otras palabras , Jeon Jungkook es peligroso para Park Jimin.

-Su fragancia es malditamente fuerte, señor Park.- Si a jimin no le hubiera sorprendido,  congelado tanto aquella frase, a lo mejor hubiera regañado al joven por utilizar una palabrota .

Pero no pudo.  Sus palabras intentaban salir a trompicones del profundo de su garganta. Intentaba formar una frase corriente, mientras sus rodillas temblaban incapaz de moverse.

-Jeon.. yo no tengo olor.-

KAPPA. <♤Kookmin♤>Where stories live. Discover now