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Una corriente alteró las fibras eléctricas de mi sistema dando un recorrido desde la palma de mi mano hasta la punta de mis pies, había tomado mi mano anteriormente pero esta vez era como si se aferrara a ella para nunca más soltarla.

Y yo no quería que lo hiciera.

Se me caía el rostro de tristeza al verlo así, tan vulnerable, tan herido, viéndome fijamente con lágrimas en los ojos, sentí mis párpados arder y una lagrima delineó mi mejilla cállenlo en la unión de nuestras manos las cuales reposaban en mi regazo.

Explique con detalle justo como lo había echo el doctor conmigo y Kim solamente asintió, las comisuras de sus labios estaban caídas, jamás había visto esta cara de el y descubrí que me dolía mucho, me punzaba, me quemaba el pecho ver aquella cara entristecida.
Pasaron aproximadamente 2 angustiantes y terroríficas horas hasta que saliera el doctor de nuevo con buenas noticias.

—El señor Kim se encuentra estable ahora, esta inconsciente aún, lo pasamos a piso donde pueden visitarlo solamente 2 a la vez, ¿el señor Kim es fumador?

—Si bastante— contesto Taehyung con un hilo de voz.

El doctor hizo algunas anotaciones y una que otra pregunta para posteriormente poder determinar el diagnóstico del abuelo.

—Los veré más tarde, pueden pasar, habitación 104.

Suomi me dio un corto abrazo y camino rápidamente al pasillo donde estaban las habitaciones.

—Jung...

Sus brazos me rodearon fuertemente, recostó su cabeza en el hueco entre mi hombro y mi cuello, pase mis manos abrazando su cintura, correspondiendo a su abrazo, lo sentí suspirar y apreté el abrazo.

—Todo estará bien— susurre en su cálido pecho y ahora el apretó más el abrazo y lo sentí asentir.

El calor de su cuerpo desapreció al igual que el, apreté mi bolso entre mis manos mientras lo veía alejarse de espaldas sin decir una sola palabra camino a las habitaciones.
Mi corazón latía de sobre manera al verlo alejarse devastado.

El sonido de mi celular me despertó al día siguiente, me sentí destruida y no solo por la desvelada si no también por el desgaste emocional con los Kim, saque uno de mis brazos y a tientas tome mi celular de la mesita y lo aplaste contra mi oído.

—¿Hola?— una voz ronca salió de mi con desgano y mucho sueño.

—Disculpa por no llevarte a casa anoche, espero no estés en problemas— dijo una voz cansada al otro lado de la línea

—Estoy bien, soy adulta, pedí un taxi.

—También espero no te moleste que le pidiera a mi hermana tu número, solo quería saber si estabas bien y decirte que estamos en casa, no fue algo muy grave, un leve pre infarto provocado por años de vició al cigarrillo —no abrí los ojos en todo momento, solo disfrutaba de la melodía de su voz en mi oído, suspiro haciéndome tragar y abrir los ojos —Gracias.

—No hay de que, lo importante es que ya están en casa.

—Me gustaría... mmmm agradecértelo de alguna manera.

—Almuerza conmigo el lunes después de la escuela. 

Una cansada risa se escucho del otro lado —Nos vemos Jung.

Colgó.

¿Eso fue un si o un no? Porque diría eso, "almuerza conmigo" ¿Quién dice almuerza? Debo estarme volviendo loca. Coloqué una almohada en mi cabeza y esperé a morir de vergüenza unos segundos más acostada.

—¿Donde estuviste anoche?

Me tape con todas mis cobijas hasta el tope como un niño huyendo de los monstros que habitan en la oscuridad.

—Jihae— reprendió.

—No eres mi mamá— conteste desde mi fuerte —¿desde cuando estás aquí?

—¿Desde cuando avisó que estaré aquí?, quiero saber si tienes problemas— sentí hundirse mi cama detrás de mi y destapó mi rostro.

—Fiesta con Jimin.

—¿Hasta las 4 de la madrugada?— alzó una ceja.

—¿Y eso que?

—No te entiendo, ni siquiera te gustan las fiestas.

—Tal vez no soy como piensas.

Sus ojos se clavaron en los míos, decían que estaban decepcionados, ni si quiera yo me había tomado el tiempo en toda mi vida de conocerme a mi misma, aunque si, no me gustan las fiestas tanto como a Jimin, pero no lo sabía si no hasta ayer. Jungkook no vive en mi cabeza para saberlo todo.

Vi a Hoseok pasar frente a mi habitación para dirigirse a la suya, paro justo en mi puerta, nos vio, negó con la cabeza y entró a su cuarto, toda una novedad.

—¿Viste eso o lo imagine?

—Pensé que me sacaría a golpes como siempre, creo que realmente lo molestaste.

Pues me gustó, y no es que muera por tener chicos dentro de mi habitación, simplemente es el hecho de que es mi vida y se lo que está bien, lo que quiero hacer y lo que no.

—Bien ¿desayuno?— sonreí, al fin y al cabo aquella llamada borro toda pizca de negatividad en mi día.

Bajamos a desayunar, serví dos tazones de nuestro cereal favorito, estábamos comiendo tranquilamente en el comedor cuando 3 golpes resonaron en mi puerta.
Me paré, Jungkook hizo señas preguntando quién sería y yo alcé los hombros en respuesta a un quién sabe ambos con la boca rellena de comida, camine hacia la entrada y abrí.

Mi mandíbula cayó al suelo cuando un Kim Taehyung, con ojeras y el cabello alborotado sostenía una rosa color azul, sus ojos aparte de cansancio reflejaban vergüenza, sus labios estaban siendo apretados al igual que sus manos, vestía un jean ceñido y una sudadera negra oversized, no podía disimular la sorpresa en mi rostro cuando miro hacia la izquierda evitando mis ojos y estiró su brazo hacia mi, entregando la peculiar rosa, era tan bella y distinta, la miré y mi cabeza discutía si tomarla o no.

—Tómala, es... es para ti.— dijo con su voz baja pero inigualable haciendo que mis mejillas se sonrojaran al máximo y se denotara un brillo en mi mirada.

Finalmente me decidí a tomarla observando cada detalle de esta, sin espinas, medianamente grande, muy hermosa y de un azul como el mar profundo, siendo la primera vez que veía una así. Levante mi mirada hacia él.

Rascó su nuca e hizo una mueca que me pareció tierna —Ya estaba aquí para darte las gracias desde que llame, gracias por lo de anoche.

Me encontraba en el marco de la puerta y este dio un paso hacia mi obligándome a voltear ligeramente hacia arriba, sus orbes marrones observaban los míos haciéndome temblar internamente, recordé que seguía en mis pijamas y me sonrojé aún más. Relamió sus labios para hablar pero sus ojos se separaron de los míos llendo hacia dentro de la casa.

—¿Que?




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BBMA me tiene muerta.

Stay | kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora