Inside of the Beast- Harry Styles

Capítulo 15- Hugo Boss

-No tenías que hacer esto- dijo él y yo me separé muy avergonzada.

-Lo siento- bajé la cabeza.

-No importa.

-Gracias- repetí y entonces, salí de la oficina de su papá.

Al llegar a mi habitación, tan solo me recosté en mi cama y apreté una almohada contra mi cara.

***

Me desperté al escuchar un portazo, miré toda mi habitación y estaba más oscura de lo normal. Las ventanas estaban cerradas, las cortinas abajo y no podía escuchar ni un solo ruido. Me levanté de un salto y salí, la alfombra del pasillo estaba toda arrugada y los cuadros en las paredes estaban en el suelo. Bajé las escaleras y entonces vi a Bennie llorando sentado en un sofá.

-¿Que sucedió?- le pregunté y él señalo el árbol de navidad que se había caído junto con todos los adornos-. ¿Dónde está Harry?

-En el jardín- respondió débilmente.

No tenía ni idea de en donde estaba el jardín, así que fui a la cocina y Dorothea que estaba cocinando, me señalo una puerta que había ahí y nunca había notado.

-Esta muy molesto- me dijo cuando cogí la perilla de la puerta.

-Tengo que hablar con él- le dije y después de cerrar mi abrigo, salí al jardín que estaba lleno de nieve.

Puse un pie afuera y se hundió en la nieve, empecé a caminar como pude y entonces vi a Harry sentado debajo de un árbol fumando.

-No estoy de humor, (tn)_____- me dijo él botando todo el humo por su boca.

-¿No tienes frio?- le pregunté-. ¿Que paso?

-Nada.

-La casa esta destruida por dentro y Bennie esta llorando porque el árbol de Navidad se cayó.

-Ese niño siempre llora.

-¿Que paso?- insistí.

-No te importa.

-Si me importa- intente arrodillarme con cuidado, pero solo logré que mis pies se hundieran en la nieve y caí de trasero con fuerza.

-Eres tan... Inútil- a Harry se le quiso formar una sonrisa en los labios.

-Al menos te hice sentir mejor.

-Mi papá vino, se enteró que te dejé hablar con tu padre e hizo todo un escandalo. Él quería llevarte a otro sitio, tal vez a otro país, pero le dije que te había encerrado en tu habitación y hasta que te había...

-¿Me habías...?

-Que te había dejado inconsciente.

-Dios mío- cubrí mi boca con ambas manos-. ¿Él te hizo algo?

Él se quito la bufanda que tenía en el cuello y cubría parte de su rostro, y pude ver que sus pómulos estaban bastante rojos.

-¿Te mencione que es un asesino sangre fría?

-¿Eres idiota o algo?- toqué su mejilla-. Me hubieras despertado, todo esto es mi culpa y... 

-A ti te hubiera hecho mas daño aun, créeme- él botó su cigarrillo a un costado y volteó a mirarme.

-Lo lamento.

-Tú... Estás...- él señalo mi mano y yo la quité de su rostro.

-Ah, lo siento.

-Al menos estaba caliente- dijo y yo reí-. Mierda, eso sonó tan raro.

-Solo un poco bastante- encogí los hombros-. Gracias por dejarme hablar con él, fue muy lindo de tu parte.

-Me sentí mal cuando dijiste que me odiabas. Nunca alguien me lo había dicho antes en la cara.

-No te odio en verdad, o al menos, no tanto- bromeé y él sonrió-. Así que... Fumas.

-A veces, lo hago desde que tengo catorce.

-¡¿Catorce?!- casi grité-. No juegues, a esa edad yo recién aprendía a andar en bicicleta sin rueditas.

-¿Es en serio?

-Pues... Sí.

-Wow, muy valiente de tu parte- dijo sarcásticamente.

-Creo que mejor me levantó de aquí, me estoy congelando el trasero.

-Que explicita que eres, Dawson- él se levantó rápidamente y me tendió su mano, yo la cogí y él me ayudo a levantarme.

-Ugh, genial- dije al ver lo mojado que estaba mi pantalón por detrás.

-¿Que pasa?- me preguntó Harry.

-Nada- respondí y entonces, miré su mano que aún sostenia la mía.

-Lo siento- él se soltó y entonces, dio un paso hacia delante tambaleándose hacia mi.

-Cuidado- reí cogiendo su pecho, podía oler su perfume de Hugo Boss de lo cerca que estábamos.

Era el preferido de mi papá, siempre me lo decía cuando íbamos al Centro Comercial pero nunca lo pudo comprar.

Harry se separó de mi y empezó a caminar hacia la puerta de la cocina dejándome un poco atrás, y entonces, al ver su trasero, reí.

-Ya. ¿Que pasa?- él volteó y yo señale sus pantalones.

-Con que miras mi trasero...

-No, yo solo... Tienes nieve ahí.

-¿Ah, si? Y tu ahí- él señalo mi abrigo, yo lo miré y no había na...

-¡AUCH! ¡HARRY!- grité.

Me había lanzado una bola de nieve.