Inside of the Beast- Harry Styles

Capitulo 38- Un poco bastante

Desperté, básicamente, al sentir dolor en el estomago. Me incorporé en la cama y me estire un rato, hoy había salido el sol. Me levanté y me dirigí al baño para darme una ducha, pero al mirarme al espejo, noté que mi cara tenía puntos blancos, y eso quería decir que...

MIERDA, el periodo me vendría en cualquier momento.

Salí corriendo de mi habitación sin zapatos y en piyama, en busca de Dorothea. Baje las escaleras a toda velocidad y al llegar al primer piso, me metí en la cocina.

-Dorothea, en cualquier momento...- rayos, Harry estaba ahí.

-¿Que sucede?- pregunto el acercándose a mi y yo sonreí nerviosa.

-Nada- se acerco para besarme, pero me separe yendo hacia Dorothea.

«Que vergüenza»

-Periodo- susurré en su oído sin rodeos y ella soltó una risita.

-Botiquín del baño principal, yo distraeré a Harry- susurro y yo asentí.

-Gracias- me fui corriendo hasta el baño y al llegar, me encerré para buscar las toallas higiénicas.

Diablos, eso sonaba raro.

-¿(tn)____?- escuche a Harry desde afuera, al parecer, Dorothea no logro distraerlo.

-Ahora salgo- abrí el botiquín y encontré dos bolsas de lo que necesitaba. Las escondí detrás de mi espalda y abrí la puerta, Harry tenía el ceño fruncido.

-¿Que ocultas?

-Nada- sonreí.

-¿Que le dijiste a Dorothea?

-Algo...sobre Zoe.

-¿Y por que estas aquí?

-Quería entrar al baño- intente salir-. Harry, tengo que darme una ducha, permiso.

-No hasta que me muestres que escondes detrás.

-No te lo mostrare.

-¿Por que?

-Porque es personal.

-(tn)___, muéstramelo.

-Que no- lo hice a un lado y me fui corriendo con las bolsas ahora abrazándolas para disimular un poco.

Llegue al segundo piso, pero antes de entrar a mi habitación, Harry me cogió de un brazo y se me cayo todo.

Demonios.

El miro el suelo y se froto el cabello, tenía cara de idiota y yo solo quería que la tierra me trague.

-Yo...

-Te dije que era personal- susurre y me agache para recogerlas, el iba a ayudar, pero lo detuve-. No entiendo por qué te interesaste en saber lo que tenía, sabes que jamás te ocultaría algo malo.

-Lo lamento, es que Dorothea no paraba de reír y sospeche un poco...

-¿De que?- reí sarcásticamente-. Harry, en esta casa solo estamos Dorothea, Bennie, tu y yo, no tienes de que o de quien sospechar.

El curvo los labios y yo entré a mi habitación con todo en las manos, entre al baño y empezó la pesadilla que duraría cinco días.

Después de pasar 10 minutos en la ducha, salí envuelta en una toalla y busque algo cómodo en el armario. Me decidí por unos jeans claros algo rotos y un suéter rosa junto a las converses rosas que me presto Zoe hace unos días, las odiaba.

Salí de mi habitación mientras cepillaba mi cabello y baje al primer piso, en la sala principal estaba Harry mirando a la nada con una taza de café.