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Dame tus Pantalones

Si Sehun tiene que opinar sobre eso, diría que ¡Es una gran mierda!
Pero obviamente, según sus amorosos padres, ha perdido su derecho a opinar y sólo queda resignarse. Ni siquiera puede llevar en alto su "cara de culo", porque ese es un modo de expresar su opinión.

Así que hizo su maleta y esperó sentado en su cama. Había estado dispuesto a encender un cigarro, pensando malévolamente que "Ojalá las paredes se llenen de olor a cigarro y eso los haga derramar bilis por una o dos semanas, muajajaja". Sin embargo, Jeno cruzó el umbral y trepó a su cama.

Había cumplido los doce años recientemente, aun era muy pequeño, con su cabello negro que pronto necesitaría un corte.
A veces Sehun sentía pena por él: Seguramente Jeno recibirá educación empírica. Gracias a su hermano mayor, ahora sabría lo que no debía hacer si quería evitarse los sermones, los castigos, y ¡oh sí! La prisión.
Jenito seguramente sería la oveja negra, porque Sehun ya podía vaticinar que su hermanito sería por siempre el chico bueno.

Era lógico, contrario a Sehun, Lee Jeno no había recibido enseñanzas de como abrir cerraduras usando clips de papel. Ninguno de los trucos de Donghae había pasado por oídos de Jeno, el menor conocía las historias, también creció escuchando aquellas anécdotas de crímenes y arrestos de su padre, pero nunca le pusieron una ganzúa en la mano para enseñarle a forzar puertas.
Sería el chico bueno.

- Hey.- le dijo Jeno.

-¿Recuerdas de lo que hablamos?- preguntó Sehun, poniendo el cigarro sobre su oreja, y cruzándose de brazos.

- Mi única obligación es portarme muy mal.- asintió Jeno.

Sí... Sehun no estaba conforme con que su hermanito se perdiera los detalles emocionantes de una vida de crimen.
Él se había divertido mucho cuando su papá le enseñó los trucos en las cerraduras, y los secretos del robo en las tiendas. Era por eso que mantenía a Jeno como su pequeño secuaz, hablándole de las cámaras de seguridad y sus puntos ciegos, haciendo que esperara por él mientras robaba cigarros y dulces.

Sehun creía que si su hermano no lo probaba, no sabría si le gustaba. Debían darle la oportunidad de hacerlo y decidir por si mismo, no de esconderle las ganzúas bajo la alfombra y fingir que no estaban ahí.

- Hazme el favor de hacer enojar mucho a mamá y papá...-

- Eso no se me da.- contestó Jeno.- Quisiera ir a dejarte hoy... Pero papá dijo que ese lugar no es para niños. Así que vendrá Henry a cuidarme.-

- Eso es aún mejor. Siempre hemos tenido a la mejor niñera del mundo.-

Henry Lau, antiguo compañero de su padre en el Reformatorio SJ, era un tipazo cómico que solía hacer de su niñera.
No es la persona más responsable del mundo, pero los hermanos Lee nunca se han quejado de ello, porque Henry los dejaba cenar helado, además le entraba pánico cuando lloraban y su remedio contra el llanto era darles billetes. Muchas veces, Sehun pellizcó a Jeno para hacerlo llorar y que Henry les diera dinero.

El mejor niñero del mundo.

- Hazme un favor y hazlo chillar. Escóndete un rato y déjalo creer que te perdió... se volverá loco de histeria.-

Jeno lo meditó y asintió, golpeando el hombro de Sehun.

- No te mueras, ¿Vale? Y ya basta de líos. Papá dijo que si te metes en problemas no será sólo un año.- le dijo.

-¿Y donde está la diversión sino en los problemas? Todo estará bien. Sé cuidarme solo.-

Jeno miró a su hermano mayor con la inseguridad marcada en la carita, pero decidió creerle. Sehun era su héroe y si decía que todo estaría bien, le creería.
Donghae tocó la puerta, entrando a la habitación de Sehun.

🔐Atrapado, Enamorado Y Desesperado | EXO🔐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora