Capitulo 33

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POV Any

Han pasado unos meses desde la última vez que hable con Poncho sobre lo que había pasado entre nosotros. Al parecer había dicho enserio eso de tratar de hacer que su relación con mi hermana funcionara ya que los veía por todas partes juntos y siempre muy pegados. No podía decir que no me dolía verlos así, pero a la vez ya no era nada mío como para que pudiera decirle algo al respecto. En el trabajo los dos éramos cordiales, pero procurábamos mantenernos lo más alejados que podíamos el uno del otro. También estaba el pequeño detalle que él se enteró que estaba saliendo oficialmente con Gonzalo. Después de nuestra ruptura a los pocos días regreso Julian. Como yo estaba mal no me quedo de otra que confesarle toda la verdad y después de unos cuantos regaños me termino de convencer que era lo mejor. Nada que me mantuviera como el plato de segunda mesa podría ser algo bueno. Así que a las semanas comenzó a salir verdaderamente con Gonzalo dándole la oportunidad de que me conquistara hasta que por fin acepte ser su novia. No es que me pudiera quejar demasiado, Gonzalo era un novio atento, cariñoso, amable, detallista, guapo, siempre me hacía reír y aparte no era mal amante tampoco. A pesar de todo eso a veces cuando estábamos teniendo relaciones mi mente me jugaba malas jugadas y en cuanto cerraba mis ojos fantaseaba que era Poncho el que estaba haciendo que gimiera y me retorciera de placer. No podía contar las veces que en ese momento en el que llegaba a mi orgasmo tenía que morderme la lengua para no gemir o gritar el nombre de Poncho en vez de el de Gonzalo. En esas noches me quedaba acostada en los brazos de Gonzalo sintiéndome como la mujer más traicionera de todas por estar pensando en Alfonso mientras tenía relaciones con él. Claro que Gonzalo sabia toda mi historia con Poncho hasta lo que solo sabían Julian, Emeraude y Prince. Gonzalo se mostró comprensivo y entendió que yo siguiera amando a Poncho cuando comenzábamos nuestra relación, pero creo que si se llegara a enterar que pensaba en Poncho mientras nuestros momentos más íntimos su ego no aguantaría eso. Así que en ese aspecto me mantenía callada y rezaba que llegara el día que solo pensara en Gonzalo mientras teníamos relaciones. Tal y como pensaba Eme se alejó de mí en cuanto se enteró que estaba con Gonzalo. No creía que lo hiciera de forma grosera o maliciosa...pero entendía que Poncho era su hermano y tuviéramos que mantener un poco la distancia. Aparte que me sentiría muy rara hablarle sobre mi relación con Gonzalo sabiendo que era hermana de Poncho.

Estaba en mi departamento sintiéndome mal ya que había pillado un virus gracias a que pensé que sería una buena idea salir a caminar en la lluvia en uno de mis arranques depresivos. Afortunadamente no era algo serio, solo un resfriado común, aunque a veces me sentía como una muerta viviente. Estaba a punto de regresar a la cama después de tomarme mi medicina cuando escucho la puerta. Me envuelvo más en mi cobija y abro sonriendo al ver que era Gonzalo. Esa mañana le había mandado un mensaje advirtiéndole que no viniera ya que no quería que él también se enfermara. Cuando fue a darme un beso aparto mi cara obligándolo a que me lo diera en la mejilla. El me hace unos pucheros adorables antes de tomarme de mi cintura para después envolverme en sus brazos abrazándome a su pecho antes de llenarme la cara de besos ruidosos haciéndome reír mientras "forcejeaba" con el haciendo como que quería que me soltara, aunque a decir verdad adoraba cuando me hacía eso.

Gonzalo: buenos días hermosa...aunque debería de decir fea porque no me dejaste darte un beso apropiado, pero tampoco puedo mentirte siempre te veo hermosa me dice sonriendo radiante antes de cerrar la puerta detrás de él. Me toma de los brazos y hace que vaya a la sala donde me recuesta en el sofá y me acobija bien ya que había comenzado a temblar un poco.

Any: te dije que no vinieras feo mentiroso. En primera no te quiero enfermar si no quien te va a cuidar a ti. Y en segundo no seas mentiroso seguro me veo horrorosa con tanta ojera de donde no duermo bien le digo sacándole la lengua antes de que me diera un pequeño ataque de tos.

Donde Fuego Hubo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora