Capitulo 10

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POV Any

Any: ahora sí que quieres? le pregunto a mi hermana mientras me siento otra vez en mi lugar preparándome para otra discusión con ella ya que eso era lo único que sabíamos hacer ella y yo desde hace tres años más o menos.

Diana: muy buenas tardes para ti también...como estas? yo estoy bien gracias por preguntar me dice seria mientras me veía con su típica mirada de superioridad que tanto detestaba

Any: ah quieres hipocresías me lo hubieras dicho en cuanto estuvimos a solas...mejor dime a que viniste para que te puedas ir por donde llegaste le digo seria viendo mi computadora prestándole la poca atención que podía.

Diana: ya que insiste en ser un rayo de luz solo te vengo avisa que mañana saldrás a un viaje para ver mi futura casa...como sabrás yo estoy muy ocupada con los preparativos de mi boda que ni siquiera tengo tiempo para ir asegurarme que todo esté listo. Así que tú, iras en mi lugar

Any: QUE?!?!?! estas loca yo no pienso hacer tal cosa. Arréglatelas como puedas que yo no pienso ir hacer eso y no hay nada que puedas decir que me convenza de lo contrario le digo completamente seria negando con la cabeza. Enserio seguía sin creer que esto era lo que mi hermana me estaba pidiendo.

Diana: pues lamento decirte que ya le dije a papa y el aprobó la idea así que al menos que tú misma quieras ir a decirle que no tienes intensión de cumplir sus órdenes...lo mejor será que vayas a casa y prepares las maletas que el vuelo sale temprano mañana

Any: ya que no me dejas otra alternativa supongo que tengo que ir le digo enojada. Detestaba cuando corría a papa cada que quería que yo hiciera algo por ella, pero más odiaba que yo era tan cobarde ante la desaprobación de mi padre que a pesar de todo termino haciendo lo que él me diga quiera o no hacerlo.

Diana: ah y otra cosa...Alfonso ira por ti en la mañana y te llevara al aeropuerto según papa quiere estar seguro que te haigas subido al avión y nadie mejor que Alfonso para asegurarse que se cumplan sus órdenes me dice sonriendo con esa sonrisa de satisfacción estúpida que tanto detestaba.

Any: sabes que detesto estar a tres centímetros de él y esperas que aguante estar en un coche con él por más de dos minutos? Enserio que estás loca, pero supongo que no me queda de otra le digo gruñendo cruzándome de brazos como niña chiquita. Diana no dice mas solo sonríe y se va muy satisfecha consigo misma mientras yo me quedo con un tremendo enojo. En cuanto me relajo termino de trabajar y me dirijo a casa. Llegando suspiro hiéndeme directo a mi habitación ya que tenía que preparar mi maleta y dejar todo listo ya que ni siquiera sabía a donde me dirigía. Por si acaso empaque para clima caliente y para clima frio. En cuanto termine mi maleta me acuerdo que tenía que llamarle a Julian. Justo cuando lo iba hacer escucho el timbre y sonrió hiendo abrir. Tal como pensaba allí estaba Julian con dos bolsas fe comida una llena de comida china y la otra con comida italiana

Julian: no podía decidirme entre las dos y como no sabía que se te antojaba traje de las dos me dice sonriendo regalándome esa sonrisa moja bragas que tenía. Lástima que nunca tuvo el mismo efecto en mí que tenía con las demás mujeres...todo sería mil veces más fáciles si me hubiera fijado en él.

Any: siempre tan precavido y aparte ahorrador ya que lo que sobre vas a tener que llevártelo tú. Yo mañana tengo viaje así que no podrás dejarla aquí al menos que quieras vivir aquí mientras yo este fuera le digo medio sonriendo dirigiéndome a la cocina. Que puedo decir soy una cobarde y no quería decirle que una vez más me había dejado embaucar por Diana por temor a mi papa.

Julian: ah no jovencita venga para acá y explíqueme que quiso decir con eso. No me digas que te dejaste atropellar una vez más por la malvada de tu gemela y tu padre Puente! Ya te eh dicho que lo que paso hace años no es en ninguna manera tu culpa sino de ellos me dice llegando a la cocina abrazándome por atrás.

Any: ya sé que no fue mi culpa. Ellos fueron los que me pusieron los cuernos o bueno más en específico él había sido el que me había puesto los cuernos. Solo lamento no haber visto bien donde pisaba estando afuera y haber sufrido esa caída. Si no hubiera pasado ahorita mi bebe tendría casi tres años le susurro y siento como sus brazos se aprietan más a mi alrededor. Yo suspiro y cierro mis ojos, fuerte para tragarme las lágrimas que inevitablemente siempre trataban de salir cada que hablaba del tema. Era una herida de nunca sanar y no creía que algún día lo llegara hacer. En cuanto me siento mejor le sonrió a Julian y saco todo lo necesario para la cena incluyendo los refrescos. Los dos tomamos la comida y nos vamos a comer en la sala donde platicamos del viaje, de si vida, de lo que lo traía de regreso a México y hasta le cuento lo que estaba pasando con Poncho. Después de que me diera tremenda regañada sobre lo de Poncho limpiamos todo y nos dirigimos a mi cuarto. Ya estábamos tan acostumbrados a esta rutina que son pensarlo dos veces él se quita toda su ropa quedando en bóxer y me avienta su camisa usada. Yo me rio sacándole la lengua y me voy a el baño para ponerme su camisa para usarla como camisón. Nos lavamos los dientes y nos acostamos a dormir. Como hemos hecho básicamente dos años seguidos ya se nos había hecho costumbre y cada uno sabia los límites que tenía el otro. Sin más me abrazo a él, aunque me aseguraba quedarme solo a su costado para no provocar otras reacciones. Los dos apagamos todo y después de un rato nos quedamos dormidos abrazados.

Donde Fuego Hubo...Where stories live. Discover now