Capitulo 14

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POV Any

Cuando se acerca a mí me pongo nerviosa sintiendo ese cosquilleo tan familiar que siempre hace acto de presencia cuando él está cerca de mí.
Any: suél...suéltame Alfonso. Hablaba completamenteenserio en el aeropuerto Poncho...no podemos hacer esto le digo pegándome lomás que podía a la pared ya que podía sentir como mi respiración se volvía mástrabajosa y sentía que el cosquilleo se expandía a otras áreas más íntimas ymenos deseadas en ese momento.   

Poncho: y yo también hablaba completamente enserio cuando te dije que te quería de regreso y haría hasta lo imposible para obtenerte me dice susurrándome al oído y yo jadeo involuntariamente

Any: no soy una propiedad para...para que me obtengas le digo tratando de sonar indignada, pero se me dificultaba cada vez más por su cercanía y sus sutiles caricias en mis caderas.

Poncho: no propiedad no eres, pero los dos sabemos que siempre has sido MIA por más que te empeñes en negarlo. Solo necesito tocarte para que te derritas en mis brazos me susurra bajando su boca a mi cuello mordisqueándome en el lugar indicado. Siento como efectivamente me derrito en sus brazos y hago la cabeza hacia un lado dándole mejor acceso a mi cuello.

Any: odio esto...odio que no pueda resistirme a ti le digo moviendo mis caderas debajo de él frotando mi feminidad con su potente erección causando que los dos soltáramos un gemido.

Poncho: puedes odiarlo todo lo que quieras, pero ninguno de los dos podemos negar el fuego que se enciende en cuanto estamos en proximidad el uno del otro me susurra contra mi cuello bajando sus besos hasta el inicio de mis pechos que dejaba ver el escote de mi camisa. Aunque quería dejarme llevar sabía que tenía que hacer un último intento antes de poderme dejar llevar sin sentirme tan mal. Así que usando todas mis fuerzas lo tomo de su cabello alejándolo un poco de mi

Any: esto está mal...no deberíamos tu estas a punto de casarte con nada más y nada menos que mi hermana le susurro viéndolo a los ojos. El me mira un momento y toma mi mano besándome la parte interior de mi muñeca haciendo que cosquillas recorrieran todo mi cuerpo. Siento como me toma de los muslos haciendo que rodeara mis piernas en sus caderas y lo próximo que siento es como me estampa suavemente contra la pared devorándome la boca.

Poncho: nada que se sienta así de bien puede ser malo me susurra antes de jalarme el labio inferior antes de volver a darme un beso devastador que me termina por convertir gelatina. Ya no pudiendo aguantar más me dejo llevar abriendo mi boca para darle paso a su ansiosa lengua que explora y batalla con la mía por llevar el control del beso mientras mis manos buscan inconscientemente su cabello acariciándolo haciendo que mis dedos desaparecieran en su espeso cabello. Siento como mueve sus caderas en un acto que era similar a la de la penetración haciendo que mi intimidad pulsara y un gemido ahogado escapara de mis labios.

POV Poncho

Sabía que los dos éramos como unos adictos que solo estaba buscando la próxima vez para obtener lo que necesitábamos y aunque ella intentara decir que estaba mal podía sentir su deseo. Nada más tenía que darle unas caricias apropiadas en los lugares indicados y se derritió en mis manos. Adoraba saborearla, tocarla, acariciarla y no podía esperar el momento en volver a ser uno con ella. Teniéndola debajo de mi más que dispuesta me estaba volviendo completamente loco. Había tantas cosas que quería hacerle que no sabía dónde comenzar, pero si sabía dónde quería terminar. La quería debajo de mi gritando mi nombre, suplicándome que la dejara correrse. Quería saborearla de todas las maneras posible entre otras cosas. Siguiendo mis instintos la llevo a la cama donde la despojo rápidamente de su camisa revelando su sujetador blanco de encaje. Si creía que esa mujer no podía ser más sexy estaba equivocado. Ella me mira mordiéndose sensualmente su labio mientras me miraba con sus ojos llameando de deseo. Mirándola paso mi mano por todo su pecho hasta abarcar su pecho con mi mano y lo acaricio sensualmente debajo de la copa del sujetador. Me delito con el gemido que escapa de su boca y el gemido más fuerte que da cuando mis dedos le pellizcan el pezón retorciéndolo suavemente. Sus caderas buscan instintivamente las mías para que la frotara donde más lo necesitaba. Sonriendo maliciosamente separo mis caderas de las suyas
Poncho: sé que ha pasado algo de tiempo desde la última vez que estuvimos juntos gatita, pero aquí el que manda soy yo. Tú haces lo que yo te diga cuando yo te lo ordene y prometo darte todo el placer que puedas soportar y halo mejor un poco más le digo con la voz ronca por el deseo. Veo como ella gime en deleite y asiente efusivamente. Le aparto la copa y estaba a punto de meterme su pezón a la boca cuando escuchamos un molestoso sonido que hace que Any se tensara debajo de mí. Supe exactamente el momento que su cuerpo me rechazo y no me quedo de otra que bajarme de encima de él y buscar el maldito teléfono que nos había arruinado el momento. Maldigo al ver que la que llamaba era Diana y creo que Any adivino de quien se trataba ya que se tapó inmediatamente saliendo de la habitación como alma que lleva el diablo. Gruño y me paso mi mano por mi cabello antes de contestar.
Poncho: hola amor. En que puedo ayudarte?

Diana: solo quería saber si ya habías llegado y como se tomó mi hermanita la noticia de que ustedes estarían haciendo todo lo de la boda juntos

Poncho: pues supongo que fue tan bien como se pueden teniendo en cuenta de cómo se siente tu hermana hacia mi le digo suspirando viendo hacia la cama alborotada en donde estuve a punto de hacerla mía si no fuera por la llamada de Diana.

Donde Fuego Hubo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora