Capitulo 17

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POV Any

*Flashback*

Regreso a mi casa el próximo día y nadie parece haberse dado cuenta que no había pasado la noche en casa. Subo a mi habitación y entro al baño. Necesitaba relajarme y nada mejor que una ducha larga. Nada más saliendo había estado relajada hasta que vi que Diana entraba a mi habitación sin haber tocado y una sonrisa en la cara.

Diana: vaya por fin te dignaste en aparecer. Pensé que después de lo que viste tendrías la decencia de salir de mi vida y la de Alfonso de una buena vez.

Any: no veo porque pensarías eso al fin y al cabo somos hermanas. Te guste o no estaré en tu vida, aunque sea solo en ocasiones especiales le digo seriamente cruzándome de brazos en un intento de consolarme a mí misma.

Diana: bueno ya será tu decisión si quieres seguir viéndome alado de Alfonso. La verdad no sé cómo mis papas nunca se dieron cuenta de lo zorra que eres si Alfonso y tú lo hacían en donde fuera a la hora que sea. La verdad deberías aprender a ser más cuidadosa hermanita nunca sabes quién puede estar viendo o escuchando me dice sonriendo malvadamente

Any: te metiste con Poncho al propósito verdad. Y todavía te atreves a decirme que yo soy la zorra, pero sabes que quédatelo. Los dos son tal para cual así que disfrútalo le digo venenosamente. Ella solo se ríen mi cara y se dirige a la puerta

Diana: ah y ponte decente sí que hoy hay una fiesta y nuestros papas no quieren que los avergüencen...tienen una noticia importante que dar me dice saliendo de la habitación. Yo suspiro y comienzo a buscar entre todos mis vestidos para escoger uno adecuado para la noche, que ocultara mi vientre algo hinchado y a la vez que fuera con mi estado de ánimo.
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Cuando comienzo a escuchar voces abajo y el tintineo de copas chocando las unas con las otras sabía que no podía seguirme ocultando en mi habitación. Mi papa no tardaría en subir a buscarme si es que no bajaba así que con todo el valor y dignidad que tenía bajo a el salón de fiesta. Nada más bajando el ultimo escalón escucho a mi papa y siento como mi mundo se viene más abajo si es que eso era posible.

Enrique: los eh reunido hoy aquí porque queríamos compartir con ustedes la fabulosa noticia que mi hija Diana y Alfonso son oficialmente novios y esperamos que en un futuro unan no solo su futuro y nuestra familia sino también nuestras empresas. Felicidades a los dos nos han hecho inmensamente felices y estamos muy orgullosos de los dos. Felicidades dice orgulloso y yo solo atino a salir corriendo sin ser vista...o eso pensé yo. Llegando al jardín mi vista estaba nublada por las lágrimas sin derramar y sentía como mi corazón se terminaba de hacer en miles de pedacitos. Mi vestido no ayudaba mucho ya que en mi intento de que Poncho se diera cuenta de lo que había perdido me había puesto un vestido pegado a mi cuerpo aprovechando que mi vientre no se miraba demasiado hinchado solo parecía que estaba un poco más rellenita. Mientras iba bajando las escaleras y derramando por fin mis lágrimas sentí como tuve un mareo que me causo que no pisara bien y terminara rodando por los escalones del jardín. Llegando abajo sentí como mi cabeza impacto con el suelo y comenzaba a sentir un fuerte dolor en mi vientre. Pronto se volvió todo negro, pero antes de perder la conciencia logro ver una sombra negra que se inclinaba hacia mí...
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Antes de abrir los ojos sabía exactamente donde estaba. El olor era inconfundible así que poco a poco abro los ojos viendo a mi alrededor y me sorprendo al ver que Julian estaba sentado junto a la ventana. Julian llevaba años viviendo en nuestra casa ya que su mama era nuestra cocinera y el prácticamente era nuestro empleado, aunque yo siempre lo vi más como un amigo. A mis papas nunca les agrado cuando veían que hablaba con el como un igual así que nos limitábamos a vernos a escondidas o por las noches. Trato de incorporarme, pero termino gimiendo del dolor al notar que me palpita la cabeza y mi cuerpo se siente como si lo hubieran atropellado. Inmediatamente me tenso poniendo mis manos en mi vientre presa del pánico. Julian se acercó rápidamente al ver que estaba despierta.

Julian: Any cálmate no puedes levantarte...sufriste un gran golpe en la cabeza y no es prudente que te levantes

Any: Julian...Julian dime...dime que mi bebe está bien le digo tomándolo de la camisa
Any: por favor dime que está bien y nada le paso...por favor dime que el sigue sano y salvo dentro de mi le digo con la voz desgarrada y siento que algo dentro de mi moría cuando veo su cara de pena

Julian: Any...mientras...mientras rodabas te diste un fuerte golpe en tu vientre y....y tu bebe no sobrevivió el golpe me susurra y yo me desgarro por dentro soltando un grito de agonía. El me atrae rápidamente a su pecho y yo me aferro a su camisa llorando como una loca. Sentía como mi cuerpo entero se sacudía por lo fuerte que era mi llanto

Any: NO! NOOOOO! Mi bebe nooooo! El tiene que estar bien! El era inocente en todo estooooo! Él era lo único que me quedaba! Porque Julian! PORQUE! Le digo entre gritos y lágrimas golpeándolo en el pecho tratando de así aliviar mi propio dolor.

Any: fue mi culpa! Por mi culpa mi bebe se murió! Yo no vi donde pisaba y por eso mi bebe murió le digo desgarrada mientras el solo me abraza más fuerte a él dejando que llorara y descargara todo mi dolor y enojo en contra del aunque él no fuera el culpable de nada.

Julian: no digas eso Anahi. No fue tu culpa me escuchas no fue tu culpa...fue culpa del destino me susurra mientras me acariciaba el cabello. En un punto me puse tan histérica que me tuvieron que medicar para que no me lastimara. Me pasé dos días en el hospital en el que no recibí ninguna visita de mi familia. La verdad es que no creía que se hubieran dado cuenta siquiera, aunque en parte agradecía que así fuera. No estaba de ánimo para dar explicaciones ni escuchar reclamos de su parte. Estaba en una nube de dolor en el que no hablaba, no comía y dormía muy poco a pesar de los intentos de Julian para que obtuviera alguna reacción de mi parte. Cuando sali del hospital el me sorprendió con nuestras maletas en su coche y boletos para irnos a Europa. Yo no hice demasiadas preguntas solo me dediqué a seguirlo. Ese mismo día nos fuimos y estaba decidida a dejar todo atrás y el día que regresara, si es que lo hacía, no dejaría que Alfonso ni Diana me volvieran a lastimar.

*Fin de flashback*

Para cuando termino de contar la historia me percato que había estado llorando todo el tiempo. Me limpio las lágrimas y me limpio la nariz dándole tiempo a Dul para que procesará toda la información.

Dul: wow pues ahora entiendo porque siempre te empeñas en tratar de odiar Alfonso. Y me imagino que lo del bebe él no lo sabe no?

Any: no él no sabe nada y como esta eso de "tratar de odiarlo" le pregunto en un susurro sintiendo cosquillas en mi vientre

Dul: ay Any es obvio para cualquiera que te conoce que lo sigues amando. Solo lo "odias" porque es más fácil eso que afrontarte a la verdad...lo sigues amando enana me dice y yo hago un puchero sabiendo que tenía razón.

Any: bueno ya está bien. Si todavía lo quiero Dul a pesar de todo lo quiero, aunque sé que no debería hacerlo. Ayúdame que hago le digo en un tono un poco desesperado.

Dul: bueno para empezar tienes que decirle lo del bebe el también lo merece sabe Any. Y si tanto lo deseas déjate llevar. Olvídate de la perra de tu hermana y déjate llevar de una vez los dos lo desean y les ira mucho mejor ya lo veras. Es tiempo de dejar ir me dice y casi podía escuchar su sonrisa a través del teléfono.

Any: tienes razón Dul es tiempo de soltar y seguir adelante. Te llamo después tengo una cosa que resolver le digo sonriendo. En cuanto cuelgo no me levanto inmediatamente reflexionando en todo lo que le había contado a Dul y pensando en lo que le iba a decir a Poncho. En cuanto supiera lo de nuestro hijo quería explicaciones, aunque fuera solo en el sentido de porque no le dije nada y todavía no sabía lo que iba a decirle. No quería ser dura con el si era que íbamos a intentar tener algo, aunque solo fuera una relación sexual y a la vez quería hacerlo sufrir a él y a Diana, aunque fuera un poco para que ellos supieran el daño que me habían hecho a mí. Después de meditarlo un largo rato me armo de valor y salgo en busca de Poncho.

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