Capítulo 1

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El rugido furioso del Lamborghini, resonó sobre la carretera al meter más a fondo el acelerador.

Sin ningún tipo de respeto por las reglas de condición, o el límite de velocidad, el lujoso auto paso como fantasma por entre los demás coches de aquella avenida.

Las llantas rechinaban sobre el asfalto, y solo optó por acelerar más.

Tras un peligroso trayecto, el flamante auto se estacionó en la entrada de un gran edificio.

Una verdadera belleza arquitectónica.

Bajo del auto azotando la puerta, y entro por las pulcras puertas de cristal.

Todos huyeron estúpidamente de su camino al verlo llegar.

El terror que impartía su sola presencia era increíble.

Subió al ascensor, marcando el último piso, donde se encontraba su oficina.

Al salir lo recibió un pasillo desierto, con solo su secretaria en su escritorio afuera de la puerta.

—Que nadie me moleste — ordeno sin molestarse en saludar.

Y sin esperar respuesta azoto la puerta a sus espaldas.

Vio en su escritorio una pila de documentos esperando por él.

Antes de hacer cualquier otra cosa.

Camino a su mini bar, donde saco una botella de su mejor coñac, y sirvió generosamente en un pequeño vaso de cristal.

Al sentir el sabor del líquido, hizo sentir un poco más tranquilos sus pensamientos.

Su familia temía, que se hiciese más dependiente a aquella bebida, pero era lo único que calmaba su atormentada mente.

Camino hasta su escritorio, con el vaso en la mano.

Y como era su rutina, se enfrasco en su trabajo por largas horas, olvidándose hasta de ingerir alimento.

Con forme los días, luego las semanas y los meses pasaban, caía más y más en aquella rutina.

No ingería alimento, su dieta se limitaba al alcohol, y al café que tomaba por las mañanas para disminuir la resaca, que el mismo alcohol le dejaba en aquellas noches largas de insomnio.

Prefería mil veces aquel insomnio, que aquellas pesadillas que siempre le atormentaban cuando cerraba sus ojos.

Por esa razón trabaja prácticamente las 24 horas del día, y cuando el sueño hacia mella en él, se bebía tanto alcohol que prácticamente se quedaba completamente inconsciente.

Inconsciente... Como hacía tanto tiempo se sentía.

El nivel de alcohol era tan alto, que ni siquiera sentía su cuerpo cuando todo se volvía oscuridad.

Mucho menos aquellas pesadillas.

El alcohol era un mal necesario para su atormentada mente.

Para su propio equilibrio mental, le ayudada de alguna forma para no perder por completo la cordura, y caer en la locura y desesperación.

Para él, hacia mucho que no brillaba el sol.

Hacía mucho que todos sus días eran nublados, y tormentosos.

Solo quería que su mente de ocupara en el trabajo, negándose a recordar todo.

Su fortuna crecía de forma des mensurable, desmedidamente ganaba tanto dinero que llegaría un momento donde ya no sabría que hacer con él.

Tenía varios bancos que solo trabajaban para él, resguardando el dinero que otros dirían con esfuerzo le habría tocado ganar.

Pero lo cierto era, que para él era bastante sencillo, debido a su inteligencia.

MAGNATE AMADOWhere stories live. Discover now