-¿Yuya?- escuchó vagamente que alguien lo llamaba pero no pudo contestar, no cuando, de un momento a otro, su respiración se aceleró mientras la desesperación se abría paso dentro de su corazón. Sus ojos se llenaron de lágrimas y cayó de rodillas al suelo, si tan solo no fuera tan inútil.

Sus compañeros lo habían dado todo para asegurarse de que Zarc no lo hiriera, sin embargo, habiéndolos perdido a ellos ¿qué sentido tenía seguir adelante? si no podía estar con las personas que amaba ¿qué sentido tenía seguir viviendo? Estaría solo... solo por toda la eternidad.

"Esto no es posible ¿te estás rindiendo ya?"

Yuya abrió los ojos, no se había dado cuenta de que los había cerrado, sin embargo eso no era lo importante, sino el hecho de que pudo ver, justo delante suyo, a sus tres amados, sin ninguna herida visible, tan guapos como los recordaba.

"Yuya, sé que es mucho pedir de nuestra parte, pero tienes que ser fuerte" Yuto lo miró con un toque de tristeza en sus bellos ojos grises "no puedes dejar que él te venza de esa manera" el general apretó entonces sus puños y lo miró con firmeza, intentando transmitirle algo de confianza.

"No tienes que estar asustado de Zarc" intervino Yugo "estoy seguro de que encontrarás la manera de hacerle frente"

Yuya los miró un momento y luego negó "soy inútil, ustedes tuvieron que protegerme todo este tiempo y luego... y luego..." su voz ya no pudo salir de su garganta, atrapada ahí por su miedo a perderlos.

"Si... y fue malo de nuestra parte hacer eso" dijo Yuri un tanto arrepentido "no te dimos la oportunidad de crecer, pero... no nos arrepentimos tanto por ello ¿sabes porque?"

Yuya negó de nuevo, expectante.

"Pues porque te amamos" respondió Yugo con una brillante sonrisa "desde el primer momento en que te vi"

"Desde el primer momento en que te encontré" agregó Yuto.

"Desde el primer momento en el que te secuestré" continuó Yuri con algo de malicia, sin embargo, su declaración hizo que una pequeña sonrisa apareciera en los labios del chico de ojos carmesí.

Un momento después, esa sonrisa titubeó un poco "¿no están enojados?"

Esa pregunta pareció tomar desprevenidos a los tres generales.

"¿Porqué lo estaríamos?" preguntó el chico de ojos rosas.

"Por entrometerme en su relación" contestó Yuya antes de morderse los labios, ni siquiera él era consciente de esa duda que había permanecido hasta ahora en lo profundo de su corazón.

Yugo se rió un poco "claro que no lo estamos" contestó antes de llevar su mano a la mejilla del chico de ojos carmesí con el fin de distraerlo y no dejar que siguiera lastimando sus labios "nosotros no éramos nada sin ti"

"Teníamos buen sexo y eso" explicó el chico de ojos rosas "pero no nos dimos cuenta de lo importantes que éramos los unos para los otros hasta que te conocimos" se encogió de hombros "y te volviste parte de nuestro mundo"

Inmediatamente después de decir esas palabras, los labios de Yuri formaron, lo que sería, una de sus primeras sonrisas verdaderas, dejando sin habla a sus compañeros, sobretodo a Yugo y Yuto, quienes eran los que lo conocían de más tiempo.

Yuya, sin embargo, solo pudo sonreírle de vuelta, esas palabras, en conjunto con lo dicho previamente por Yuto y Yugo, hicieron que su corazón pesara menos.

"Ahí está, la sonrisa que amamos" dijo Yuto acercándose a Yuya para tomar sus manos y ayudarlo a ponerse de pie "se fuerte amor"

Yugo se acercó también y colocó su mano en el hombro izquierdo del chico de ojos carmesí "eres más fuerte de lo que crees, que no te intimide cariño"

Gravity of youWhere stories live. Discover now