Perro que ladra, no muerde

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Lilly pov

—¡Neithan, tienes que irte!—.

—¡Dame una oportunidad!—

—¡Te di tres malditas oportunidades y las desaprobechaste!. ¡No puedo estar con una persona que me trata como una basura!—.

—Eres solo mia—. 

—Yo no soy de nadie—.

—Pues yo no me pienso ir de aquí hasta que me des otra oportunidad—.

—¡Intentaste abusar de mi ahijada! ¿Estas loco?— dijo la rubia alzando la voz.

—Ella fue la que me provocó—.

—¡¡Entraste a mi cuarto mientras estaba en el ordenador!!— grité enojada, Neithan corrió hacia mi para darme un golpe pero Evelin se puso en medio dejandola incosciente.

—¡¡Ven aquí mocosa!!— . Corrí por los pasillos buscando donde esconderme. El cachas me agarró del cabello y me lanzó al suelo callendo de espaldas.

—"¡Ciel ayúdame!"— gritaba para mis andentros.

El rubio se subió encima de mi e intentaba romperme la ropa. —¡¡Aahhhh!! . ..  ¡Dejame! ¡Dejame!— gritaba forzando su agarre pero esta vez me era imposible, mis muñecas estaban adoloridas y lo único que conseguía era hacerme más daño. Neithan me tomó del cuello y levantó mi cabeza para luego dejarla caer haciendo que me mareara del golpe.

—¿¡Lilly!  ¡Lilly!?— . Escuchaba aquella voz masculina otra vez.

Una luz enfocaba mi rostro impidiendo que pudiera habrir bien mis ojos hasta que lo conseguí:

Una estatua y un techo blanco era lo único que veia.
—Dios... ¿Por qué estás riendo?— decía la voz de un niño y esa estatua fue tapada por la cara de un viejo gordo quien tapaba su rostro con una mascara y una capucha negra, alzando su mano con un cuchillo y dirigiendola hacia ¿Mi?.  Me desperté dando un brinco mientras gritaba el nombre de aquél muñeco del que tanto esperaba su ayuda.

Neithan consiguió despedazarme la ropa dejando mi torso al descubierto mientras yo llevaba mi mano a la cabeza por el dolor que sentía.

—¡Quédate quieta si mo quieres que te vuelva a golpear!— dijo mientras desabrochaba su cinturón, pero el sonido de unos zapatos con tacón que bajaban por las escaleras lo detuvo. Ambos guiamos nuestras miradas hacia el lugar donde provenía ese ruido y mis ojos se abrieron como dos platos; Un niño de 1'60 metros vestido al igual que mi muñeco, con una mirada sádica y costuras en las esquinas de sus labios al igual que en sus antebrazos, estaba parado frente a nosotros. Su ojo derecho, que siempre permanecía tapado por un parche negro, tenian un pentagrama tatuado que brillaba de un color rosa resplandeciente.

Era lindo, pero daba miedo.

—Así que tenías a un mocoso metido en la habitación—.

—¡Seras idiota! ¡Es el del video!— grité empujandolo y logrando que se quitara de encima.

—¡Eso no puede ser!— dijo tomando un palo de la escoba de la despensa la cual nos quedaba frente.
—¡Eso no es real!— gritó corriendo hacia Ciel y logró darle con el palo dejandolo "incosciente". Antes de que el rubio cantara victoria, Ciel fue levantando una pierna hasta ponerse de pie nuevamente de una forma un tanto extraña, como una marioneta siendo controlada por hilos. Me levanté y me meti en la despenza dejando a Neithan solo en la sala.

Aquél misterioso niño caminaba hacia el horrorizado y miedoso hombre quien inmóvil y anonadado por lo que veían sus ojos, retrocedía a paso lento con lágrimas en los ojos.

—Te dijeron... que te largaras— en un susurro audible le decía el peliazul mientras que en su mano aparecía una oz negra más grande que él.

—¡¡Lilian!! ¡¡Abre la puerta!!— desesperado, el hombre cachas y matón golpeaba la puerta llorando como una nena asustada.

El enorme filo de hierro atravesó su pecho cuya sangre manchaba la puerta derramandose por el suelo. El asesino se dirigía hacia la señora que en el suelo yacía desmayada, pero su mirada se volteó hacia la puerta de aquella despesa que desesperado golpeaba la víctima, donde provenían unos suaves latidos sin temor.

Unos pasos con tacón se dirigían hacia la puerta, mi respiración se aceleraba pero trataba de calmarme. Heché el seguro y me pegué a la pared intentando controlar mi respiración.

—Calmate Lilly... él no te va a hacer nada.. no le tienes miedo— susurre intentando calmarme pero era imposible no sentir miedo cuando su pequeña silueta se veia desde el cristal de la puerta. Su mano dejo de forzar el pomo cuando sintió que estaba cerrada de alguna manera el seguro se quitó y la puerta se abrió dejando ver un cuerpo ensangrentado reposando en el suelo.

Continuará ...
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Kuroshitsuji: Diabolic DollWhere stories live. Discover now