Antes de tí.

57. Hogar dulce hogar

(Narra Alba)
*ha pasado ya una semana desde el nacimiento de Lucas, y todo va muy bien. Ayer nos dieron el alta, y hoy nos vamos a casa. Mis padres y los de Nat se van ya a sus casas, y en parte está bien por que nos dan un respiro... Sé que sólo nos quieren ayudar, pero a veces nos agobian un poco. Ya hemos firmado todos los papeles del hospital, y dentro de 10 minutos pasará mi padre con el coche para llevarnos a casa. Los padres de Nat se ha tenido que ir ya, por que mañana sus hermanos tienen colegio, y mis padres se van en cuanto nos dejen en casa. Hemos recogido el equipaje, aún que yo ya había llevado lo mío para ir menos cargadas. Llevamos una mochila con la ropa de Nat, una bolsa con algunas cosas de Lucas y regalos de nuestros amigos que nos han venido a visitar, y a Lucas en una cuna de estas transportables que se pueden poner en el coche. El bebé va dormidito, vestido con un conjunto adorable que compramos, y un gorrito. De repente me suena el móvil: es mi padre ya está abajo*
-Nat, ya está mi padre abajo
Natalia: vale, pues vamos bajando
-churri coge tú las bolsas ligeras, que todavía no puedes llevar mucho peso, y yo cojo a Lucas
Natalia: segura?
-si bebé, vamos bajando
*me puse la mochila detrás y sujetaba en la mano la cuna de Lucas, y ella llevaba las bolsas. Llegamos abajo, no instalamos en el coche de mi padre, poniendo bien al bebé, y nos fuimos a casa. Tras hablar con mi padre durante los 15 minutos de trayecto, escuchando sus consejos sobre cómo cuidar al bebé y todo, llegamos a casa. Nos despedimos de él ya que nos habíamos despedido esta mañana en el hospital de mi madre y de Marina, y nos metimos al fin en casa. Abrí la puerta y nos metimos en casa. Subimos a la planta de arriba, dejé la mochila en nuestro cuarto, y fuimos directas al cuarto de Lucas. Puso al cuna transportable en el cambiador, y le sacó de allí. El bebé empezó a llorar, tenía hambre*
-Nat, si quieres vete a descansar, y yo le doy leche del biberón
Natalia: de verdad?
-estás molida mi amor, vete a dormir un rato, yo me encargo
Natalia: te quiero
*me dio un beso y a Lucas, y ella se fue a nuestra habitación. Normal que estuviera reventada, esta semana ha sido muy cansada; visitas sin padres, las familias allí metidas, acostumbrarse a los horarios del bebé... Cogí uno de los biberones que había en la bolsa, y bajé a la cocina con Lucas en brazos. Puse en biberón en el microondas, mientras le acunaba para que dejara de llorar*
-ya está mi vida, ahora vas a comer.. shh*le susurraba para que se calmara, mientras le daba besitos en la cabeza. Se calentó el biberón, fui al salón, y me senté allí, mientras se lo daba. Me parecía tan adorable ver cómo succionaba la leche con esos mini-mofletitos... Está para comérselo... Al fin se acabó el biberón, e hice lo de siempre, me lo puse en la espalda para que eructara. Al acabar, como yo también estaba cansada, le cogí y fui a nuestra habitación. Estaba Nat completamente dormida, tumbada y tapada en la cama. Dejé a Lucas apoyado en la cama mientras me desvestía, le volví a coger, me tumbé en la cama al lado de Nat, y le puse sobre mi pecho. Se acomodó, y a los 5 minutos ya estaba durmiendo, mientras yo le daba suaves caricias en la espalda. A los 10 me dormí yo también*
(Narra Natalia)
*no sé cuánto rato llevo dormida, pero ha sido un chute de energía. De repente abro los ojos, y veo la escena más tierna del mundo; Lucas dormido plácidamente sobre el pecho de Alba, que también duerme profundamente. Cojo el móvil y les hago una foto, es demasiado adorable. Me quedo observándoles mientras duermen. He tenido tanta suerte con ella. Y pensar que la conocí en un bar, mientras ella cantaba, y 11 meses más tarde estamos así, tumbadas en la cama de nuestra casa con nuestro hijo. La quiero tanto. Es todo muy fuerte.*