32. Policía

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(narra Alba)
*durante esa tarde no hicimos nada. Por la noche habían salido los hombres, y nos quedamos las tres en casa. Aprovechamos para intimar un poco, y me contaron cosas de sus vidas, familias, etc... Paula venía de Mallorca, tenía un novio allí, y lleva sin verle ni saber nada de él desde que estar aquí, ósea un año. Tampoco sabe nada de su familia, y les echa mucho de menos. Clara viene de Cádiz, y tampoco ve a su familia desde hace un año. Estarán muy preocupados por ellas, las pobres no pueden dar señales de vida. Yo pensé en contarles todo lo de Natalia y que nos iban a sacar de aquí, pero luego lo pensé bien y caí en que era arriesgado. Si por cualquier motivo se enteraban de algo, las interrogarían a ellas, y les tendrías que decir la verdad. Estuvimos hablando de todo y de nada, cenamos, y nos fuimos a dormir. Por una extraña razón Alejandro Gabriel no había estado casi en casa, así que no teníamos que preocuparnos de nosotras.
(narra Natalia)
*llegamos a casa Damion y yo, y estaban María y Pablo también*
María: qué tal chicos? hay novedades?
-bueno, hacen lo que pueden, pero no, nada nuevo...
Pablo: Natalia, no te preocupes, que la sacarán de allí, vale?
-lo intento
*después de darle las gracias por llevarme Damion de fue a su casa. Nos quedamos los tres hablando, les conté la discusión de comisaría y como reaccionó el jefe. Me consolaron, pero yo intentaba mantener firme. Lo único que quería era volver a tener a Alba sobre mis brazos toda la noche. Tanto pedía? Al final nos fuimos a dormir pronto, yo estaba agotada. Dormí mal, tenía pesadillas con que le hacían algo a Alba, y que yo miraba pero no podía haber nada. Finalmente me desperté llorando, e intente calmarme. No podía seguir así. La echaba mucho de menos.
Por la mañana me desperté, eran las 8. No tenía más sueño, así que me fui a hacer un footing para liberar tensiones. Cuando volví, estaban los dos desayunando*
-buenos días, que tal habéis dormido?
María: bien, dentro de lo que cabe, y tú?
-bueno, he tenido una pesadilla...
Pablo: seguro que hoy recibirás noticias
-ojalá...
*de repente me vibró el móvil, era Juan*
(llamada telefónica)
-si?
Alba: Nat?
-hola mi amor *dije conteniendo las lágrimas* qué tal estás?
Alba: bueno, te echo mucho de menos... y tú?
-igual... te han hecho algo esos gilipollas?
Alba: no... ayer casi, pero Juan me salvó
-pf.... te voy a sacar de allí vale?
Alba: lo sé, confío en ti mi amor. Y tú que tal?
-dentro de lo que cabe, bien...*no quería preocuparla*
Alba: te quiero mucho Nat
-y yo a ti
Alba: qué tal está la Mari? *hablando con ella me había olvidado de que estaban en el sofá mirándome los dos expentantes*
-espera, que está aquí. Pongo el altavoz
*puse el móvil en altavoz*
(narra Alba)
*hablar con Nat me tranquilizaba, había dormido fatal esta noche*
María: Alba! qué tal estás??
-bueno, mejor de lo que puedas pensar la verdad. No me han tocado tía, bueno, Alejandro lo ha intentado...
María: joder tía... siento mucho no poder estar allí contigo tía, al menos antes nos apoyábamos...
-no sigas eso Mari. Me alegro mucho de que estés a salvo!
María: eres la polla, cuando se vea te pienso matar a besos
Natalia: eso lo haré yo, eh
*sonreí tristemente. Las echo tanto de menos*
-bueno chicas, os tengo que dejar, os quiero
Natalia: y yo a ti
María: y yo a ti
*colgué, tenía a Juan al lado, y le di el móvil. Estuvimos hablando tranquilamente y él tranquilizándome, más o menos una hora. Agradecía mucho tener un apoyo allí dentro, que me protegía de todo. Fuimos a la terraza, y justo al salir, vimos un coche de policía escondido en la entrada. Sólo se veía desde la altura, por que el muro evitaba verlo desde la planta de abajo de la casa*

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