(10) ¡Fαse 2! Tσdσs α sus pσsıcıσnes.

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Narrador omnisciente:

- ¡¿Hah?! No, no, no, ni de coña - Tora se cruzó de brazos, observando a sus compañeros con cierto recelo. Se negaba a ser el hombre de prueba.

- ¡Pero si fuiste el de la idea! - protestó Takeshi, quien parecía especialmente reacio al tema. Aún cuando apoyaba la intención general del grupo.

Y es que daba igual por donde se viera, era una auténtica locura.

- ¡Que no, y es mi última palabra!

(...)

Sonrió falsamente, con aquel tic apoderándose de su ceja, notado el odio emanar por cada poro de su cuerpo.

Los estaba maldiciendo, de eso no había duda.

Asuma fingió admirar la belleza de los azulejos. Y es que de nada servía fijarse en el chico, no sería tan sencillo librarse de él, Tora se vengaría de cada uno de los que no votaron a su favor... y, no sería de extrañar que Kakashi estuviera incluido en el paquete. Sin embargo, el verdadero problema no era ese, sino la tardanza de Gai, quien se encargaba -quizás- de la tarea más difícil.

- ¡Todos a sus posiciones! - exclamó Jiraiya, sonriendo con cierto deje aprovechado, comunicando la cercanía del par-. Ya están aquí.

Asuma hizo una seña, dando vía libre a los demás, quienes de seguida entendieron el mensaje e iniciaron el jutsu, ocultando su presencia prácticamente de inmediato. De otra forma, no sería tan sencillo engañar a Kakashi.

- Un momento, un momento... me parece bien ir a relajarnos, pero creí que primero iríamos a desayunar- objetó el peliplata, quien por alguna razón solo pensaba en comida.

¡Tan básico!

Pensaron todos a la vez.

- Después del ejercicio matutino, no hay nada mejor que quitarse las tensiones entre el vapor caliente... Sudar es de hombres, Kakashi - contraatacó -. Podemos ir a comer después.

El peliplata frunció el ceño, aceptando con un ruidito condescendiente.

No era como si esperasen más de él.

- Ah, aunque ahora que lo dices, me parece haber dejado mi cartera en casa, ¿te parece bien si voy a por ella?

Kakashi arqueó una ceja.

- Para celebrar el empate de hoy, ya sabes - prosiguió, disipando las dudas de su amigo, quien de seguida soltó un suspiro.

- Te acompaño entonces.

Gai pegó un salto, dándole la vuelta en un ágil movimiento, guiándole suavemente devuelta a la sala, dejándole justo delante de los asientos de falsa madera.

- No hace falta, hombre - le sentó de un empujón, justo como había prometido que haría -. Vuelvo en un segundo, ¿de acuerdo?

Kakashi entrecerró los ojos, no era tan estúpido, y era obvio que el comportamiento de Gai no era el usual. Sin embargo, ni alcanzó a protestar cuando este desapareció de la sala, dejándole completamente solo.

- Uff... - suspiró agotado, dándose por vencido ante la situación, no le daría más vueltas al tema.

Seguramente no llegaría a ninguna respuesta.

Se relajó, llevando ambas manos hasta el otro extremo del banco, agarrándose del grosor del mismo, dejando caer su espalda levemente hacia atrás, sin excederse, sólo apoyándose.

Y es que estaba tan insatisfecho, necesitaba urgentemente una misión, un enfrentamiento; algo... últimamente no se sentía él mismo. Además, la soledad de su casa comenzaba a parecerle asfixiante, una puerta abierta a los recuerdos.

Le atormentaban.

Sin embargo, el rostro sonriente de Iruka apareció en su mente, despejando su cabeza. Porque desde que comenzó el trato con el castaño, sus días habían dejado de ser tan aburridos. Y con ello, también se unían sus amigos.

Sus locuras tenían mucho que ver.

Se tensó, reconociendo la delgadez de unos débiles brazos rodear su cuello, apretándole ligeramente, atrayendo la suave y extraña sensación de algo apretándose contra su espalda.

¿Qué demonios?

Frunció el ceño.

Había bajado la guardia.

Se recriminó.

Abriendo los ojos lentamente, sin entrar en pánico, despidiéndose gradualmente de sus pensamientos, esperando pacientemente por su siguiente acción. No podía simplemente atacar, ni siquiera sospechar de un nuevo enemigo.

Ya por seguridad propia.

Tragó saliva, notando el tenue cosquilleo de su cabello rozar contra su mejilla.

- Kakashi- san... - jadeó junto a su oído, abrazándole con más fuerza por la espalda -. Hasta que por fin...

Murmuró, haciéndole notar el fuerte golpeteo de su corazón.

- Kakashi- san...

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¡Actualización, oh yes!

-Al primer comentario subo la segunda parte-

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Cami...





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