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La sala de la casa de Jimin se encontraba en silencio. Solamente los suspiros del muchacho se podían escuchar. Estaba sumergido en sus pensamientos, imaginando alguna realidad en la que una versión suya del pasado le daba una cachetada por haber hecho lo que siempre creyó imposible: haberse enamorado de Min Yoongi.

Era cierto que el rapero tenía ciertas actitudes que él consideraba un poco bruscas o desagradables, pero aprendió a acostumbrarse a ellas en cuanto sus mánagers tuvieron la loca idea de hacer que trabajaran juntos. De esa forma, pudo darse cuenta de que no eran del todo malas porque eran parte de él, que eran bellas, al igual que otros lados que él solía ocultar: esos en los que se mostraba sensible, compartía sus temores y dejaba de lado su orgullo. Fue por esos pequeños momentos que el cantante terminó perdido por él en un parpadeo. Y fue también por eso que ahora estaba sufriendo.

Jimin estaba mareado con sus propios sentimientos. Quería que Yoongi se expresara más, pero no quería cambiarlo; quería que siguiera con ese juego para recibir lindos tratos y una propuesta de una relación, pero no quería ni presionarlo, ni verse siendo el receptor de tales actitudes solamente por un juego. Él quería que esas cosas salieran de él, mas no tenía idea de cuáles eran falsas y cuáles no. Por esa razón, había tomado la decisión de alejarse.

Si podía superar a Min Yoongi tan rápido como se había enamorado de él, entonces las cosas estarían mejor para él, pues creyó que el mayor no le correspondía, que todo había sido una confusión o una simple atracción que no pasaba de eso.

Chimmy, el pequeño gato que había adoptado hacía unos meses, ronroneó y se le acercó, mimándolo. Jimin lo tomó en brazos y lo abrazó.




—¿Qué puedo hacer? ¿Cómo se sale de esto? —lo acarició, frunció sus cejas— Estoy hablando con un gato, ¿Ya me habré vuelto loco? —lo sostuvo frente a él, mirándolo a los ojos— Dicen que eres de buena suerte ¡Al menos dame una señal!




El celular de Jimin emitió un sonido. Bajó al animal y tomó el dispositivo para ver sus notificaciones. Se sorprendió al ver que había recibido un correo electrónico de Yoongi. Miró al gato con sus ojos entrecerrados y de vuelta de fijó en la pantalla del teléfono. Era una carpeta con unos archivos dentro.

El muchacho fue a buscar su computadora, ya que esta sería mejor para ver lo que se le había enviado. Grande fue su sorpresa al ver el nombre de la carpeta: "Para Jiminnie". Había una nota y una canción dentro de la misma. Optó por leer primero el texto.


"Jimin:

                Lamento mucho si hice algo para alejarte. Sé que no puedo ser muy bueno con las palabras o con las acciones, pero sí soy bueno transmitiendo todo a través de la música. Por eso, estos días estuve trabajando en un regalo para ti y sólo para ti.

                                               Espero que puedas entenderme,

                                                                                                                   Yoongi"


Curioso, Jimin procedió a abrir el audio, cuyo nombre era "Hold Me Tight". Ya el título hacía que se sintiera emocionado. La dulce melodía de un piano comenzó a escucharse. Luego, Yoongi empezó a cantar. Nunca lo había escuchado cantar. Por medio de la letra, le pedía que no lo abandonara, que volviera y que lo abrazara, le hacía saber que su ausencia le dolía. Decía que tenía tanto miedo de perderlo, como también de los buenos momentos... pedía que confiara en él.

Love to hate you [Yoonmin] ©Where stories live. Discover now