"-¿Crees que haya estado mal lo que hicimos?-dijo Mateo.
-¿Por qué lo dices?-volteé a verlo.
-Somos amigos. No deberíamos de tener esa clase de beneficios.
-Lo sé, en parte estuvo mal-hice una pausa-. Pero tu sugeriste la idea.
-¿Significa que y...
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24 de Noviembre de 2018.
Mateo.
Habían pasado algunas semanas desde que había llegado a Houston a vivir con mi mejor amiga, quien también es hermana gemela de Lia.
En realidad no sé cuánto tiempo fue pero se había sentido como semanas.
Desde que me fui no supe nada de Lia, al parecer Abigail no sabía nada de lo sucedido en los últimos meses lo cual estaba bien, no quería que lo supiera ya que iba a estar insistiendo en que le contara la historia completa y Abigail puede ser muy fastidiosa cuando quiere.
Cada día había pensado en Lia, pero sé que en este punto es muy probable que ella hubiera regresado con Ray así que yo debía superarla.
Pronto.
Cuando ella viniera a quedarse por las festividades podría verla de nuevo como mi amiga y todo sería como antes de que decidiéramos ser un poco tontos, de hecho apuesto a que hasta nos reiremos de todo esto.
Olvidarme de ella va a ser difícil pero por suerte los problemas de Abigail me mantienen bastante ocupado, desde que llegué solo hemos hablado de su asunto con un tal Daniel.
Daniel me cae bien aunque debe de caerme mal por la historia que tiene con Abigail pero desde mi punto de vista—un punto de vista que nunca compartiré con Abigail—ella también ha sido un poco idiota así que no todo es culpa del pobre hombre.
También he conocido a los amigos de Abigail y se supone que Eve me tiene que caer mal y lo hace, ni siquiera creo que sea la amiga de Abi, no sé porque se junta con ella. Por otro lado, por alguna extraña razón Clío me da desconfianza pero a lo mejor tengo que conocerla más ya que ella sí es su mejor amiga.
Y Chris es con quién menos he convivido pero me cae bien, justo ahora íbamos llegando los tres a la casa de Abigail donde yo me quedaba y al entrar había unas maletas.
Que no sea lo que estoy pensando.
—¡Ya llegamos!—gritó Abigail y de la cocina salió su gemela Lia.
Las dos corrieron y se abrazaron.
Demonios, pensé que tendría más tiempo.
—¿No llegabas la próxima semana?—le dijo Abigail separándose.
—Quise adelantarme para ya verlos—dijo con emoción.
