十八: 抓紧我吧

4.3K 585 49
                                    

Capítulo 18: Sosténme fuerte .

Hoseok sostenía mi mano con fuerza mientras regresábamos caminando a casa. Con solo escucharle, podía estar presenciando el concierto de mi banda favorita. Me hacía sentir en el cielo ver sus hoyuelos marcarse cuando se reía, o su seriedad de vez en cuando cuando contaba algo. Inclusive a veces verlo marcar su ceño era bastante dulce. Todas sus expresiones en sí me hacían sentir un revoloteo en mi estómago.

Solo había pasado dos semanas desde que habíamos empezado todo eso. Raramente discutíamos y si lo hacíamos es porque él era muy mandón. Le gustaba mandar demasiado. Un ejemplo había sido el que me negara a verlo porque quería dormir ya que durante los últimos días me había amanecido por estudiar. Realmente quería dormir, pero así como había estado amaneciendo por mis estudios no le había visto y me hizo un pequeño berrinche por eso. Al final, Hoseok y yo terminamos durmiendo en la misma cama, luego de solo hablar un rato porque caí en sus brazos y en los de Morfeo.

Otro caso había sido cuando me había negado a que me pague la reparación de mi celular. Hacía solo tres días me había levantado muy tarde y por salir corriendo de casa para encontrarme con Seokjin y tomar el bus, este se había caído al suelo, rompiéndose la pantalla. Me había dolido con todo el alma. No quise que gastara en mí, pero tras una breve discusión, terminé accediendo y entregándole mi celular para que él lo mandara a arreglar. No tenía nada que ocultar así que inclusive me di la contraseña de mi móvil, además no hablaba mucho con gente, solo con él, mi jefe, Seokjin o algunos de mis padres. No tenía amigos, no más.


Hoseok gustaba gastar dinero en mí y aunque evitaba muchas veces a que no lo hiciera, era en vano. Hoseok siempre me lograba sacar un . No sabía si es porque era muy elocuente o realmente yo me dejaba persuadir fácilmente por él.

—Tengo tu celular en mi casa, pasemos primero por ahí. —dijo. Asentí. Mañana era domingo y no tenía que ir a trabajar pues había cumplido mis horas ya en toda la semana. Él había dicho que sería bonito ir a Namsam antes que el otoño, que finalmente había llegado, se vuelva más frío, pues al ser una montaña, el clima era bajo cero de noche apesar de no ser invierno. Habíamos rentado una habitación para pasar la noche, pues en la mañana del lunes iríamos de frente a la universidad, aunque claro estaba que llegaríamos tarde, pues Namsam estaba al otro lado de la ciudad. De alguna forma me tenía ansiosa. Había pasado días de no tener relaciones sexuales cuando toda la primera semana prácticamente lo hacíamos a diario.

Seguimos caminando mientras charlabamos cuando al cruzar la calle donde vivíamos escuché gritos y mucho escándolo. Me helé ante la escena.

Papá había hecho muchos préstamos para pagar las deudas más grandes tras la bancarrota de la empresa familiar, pero esos préstamos fueron dados por una de las mafias más grande de Seúl, así que estaban ahí, pidiendo su dinero de vuelta. Sabía bien que papá no tenía tanto dinero, apesar que las cosas habían mejorado en los últimos meses. Podía ver a mi mamá llorando a un lado asustada, y mi padre de rodillas. Algunos vecinos habían salido, inclusive la señora Jung a ver qué sucedía. Prácticamente era un escándalo, el primero de muchos que se vendrían tal vez.

Empecé a temblar del miedo mientras Hoseok me abrazaba y me ponía de espalda ante la escena. Tuve unas inmensas ganas de llorar ante todo esa presión. Estaba muy feliz últimamente para haber olvidado lo horrible que era mi vida desde que tenía 15 años. Hoseok había traído un poco de normalidad, pero... Parecía que en este momento mi realidad me daba una bofetada, y una muy fuerte.

—Calma, Hye, no llores. —me dijo, observándome a los ojos. Lloraba de pena y frustración por no hacer nada. Quisiera graduarme, ganar mucho dinero y ayudar a mis padres. Eso era lo que quería. Tal vez luego dedicarme a mí misma y tratar de no volver a pasar lo mismo que les pasó a mis padres. Bancarrota total. Prácticamente todos los amigos y socios de mis padres le habían dado la espalda. Algunos ayudaron, pero no lo suficiente pues la empresa había tenido que pagar por indemnización y perjuicios. Vender muchas cosas no era suficiente. Los préstamos ayudaron, pero pagar esos préstamos era lo más tedioso.

Hoseok tomó mi rostro y me dio un beso, uno suave que hizo que calmara mis nervios en tan solo un par de segundos. Lo suficiente para que dejara de llorar y lo abrazara con fuerza. Luego, él me arrastró con cuidado hacia su casa donde su madre dijo inmediatamente que entrara, pues temía que los mafiosos me conocieran. Había cruzado mirada con mi madre, sabiendo que no me podía acercar y ella también lo deseaba.

Subí a la habitación de Hoseok y este me dejó sobre su cama. Ni siquiera podía escuchar lo que él me decía.  Solo oía la bulla entrar por la ventana.

Necesitaba...

Necesitaba buscar una forma más de ayudar a mi familia.

Yes girl + Jhs  + Ksj ✔️Where stories live. Discover now