Capitulo 5

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- ¿Ginny, a dónde vas? Tenemos entrenamiento de Quidich en cinco minutos.-le dijo su hermano.

-Ah, eh, sí, sí yo  los alcanzo, es que tengo algo importante  que hacer.
- ¿Algo que hacer? ¿Más importante que el Quidich?
- Sí y no seas metiche Ron.- dijo apresurando su paso.
- ¡ Vaya, ya suenas a Hermione!

La peliroja detuvo sus pasos sin voltear a verlo.

-No tardes- dijo su hermano y siguió su camino al campo de Quidich.

Harry Potter que también iba por uno de los pasillos acomodándose el uniforme del equipo vió a su novia que venía distraída y sin ella percatarse la tomó por sorpresa de la cintura y le plantó un beso en los labios, no fue un beso indecente, tampoco inofensivo, más bien término medio pero su novia no le correspondió. El chico se separó confundido y los ojos de Ginny querían salir de sus órbitas.

- ¿Qué sucede?
- ¿A qué te refieres? - preguntó la peliroja.
- Te siento extraña.
- No... No estoy bien, eh ¿ A dónde vas?
Él la miró extraño, Gin, amor, voy al entrenamiento y tú deberías ir  también.
- Eh, sí, solo voy a hacerle un favor a Hermione de buscar un libro en la biblioteca y luego voy al entrenamiento.
- Bien -dijo el pelinegro acercándose para besarla nuevamente pero ella lo besó en la mejilla y salió corriendo.
- Nos vemos al rato Harry.
Él siguió su camino confundido.

La peliroja corrió tan rápido como sus pies le permitían.
Tenía que llegar lo más pronto posible, no quería ser descubierta y mucho menos antes de tiempo.

Pasó corriendo entre dos Slytherins hasta que llegó a la puerta  que deseaba, donde  se detuvo a tomar aire. Y a repasar bien su plan, de pronto...

- ¿Puedo saber que desea señorita Weasley?
- ¡Profesor Snape!- dijo sorprendida.
- Está frente a la puerta de mi despacho ¿Esperaba al hada de los dientes? ¿Qué quiere?
- Necesito hablar con usted.

Severus abrió la puerta de su despacho y...
- Piensa entrar o necesita una invitación por escrito, pensé que era más lista que sus hermanos.

- Sí, gracias profesor.
Ella entró calmada aunque por dentro corrían Miles de emociones como un río salvaje.

- ¿Es un asunto académico?
-¿ Qué?
- ¿Le pregunto qué es lo que necesita?

- ¡Oh!, No, la verdad es que bueno...
- Hable  de una vez.

- Bueno en realidad vine a hablarle de Hermione.

- Señorita Weasley- Severus se puso de pie - Desde ahora le digo que este tema no me interesa en lo absoluto.

- Lo sé, es que esto de la profecía le pegó muy duro. Y no sé cómo ayudarla. Y con esto de que no puede estar cerca de usted pues la tiene algo deprimida.

- No puedo hacer nada.
- Lo sé, solo pensé que sí hablaba con usted podría aclararme un poco las dudas sobre la dichosa profecía.

- ¿Dudas? Señorita, yo mismo dudo de la profecía.
- Pero ¿Ni siquiera se ha sentido extraño? ¿No ha pasado por su mente el estar con Hermione, ni siquiera esos deseos de...
- ¡Basta!
¿Cuál es su interés en todo esto?

-¡Ella! - alzó la voz- Ella es mi interés, está sufriendo mucho y solo lo quiere a usted, ni siquiera quiere mirar a otros chicos.
Sé que ella es menor que usted pero en poco tiempo acabarán las clases y ya no volveremos a Hogwarts por lo menos ella merece saber si aunque sea cariño le tiene.
Por favor, dígame si siente algo, solo para que yo pueda tranquilizarla. Si no siente nada le juro que haré todo lo posible para que lo deje en paz.

- Bien Weasley, seré sincero...
- Cuando escuché la profecía no quise creer en ella. Luego tuve mis dudas pero imaginé que de aparecer una mujer en mi vida sería una mujer madura.

-Hermione es madura.
-Dejeme terminar
   Cuando supe lo de Granger, pues no me agradó para nada la idea.

- ¿Cuál es el problema profesor, no le gusta físicamente?
- Weasley su amiga es... Como diría... Es un bombón, un lujo que no puedo darme.

Ginny se sonrojó.

-¿Porqué no?
- Porque no soy lo que ella necesita, ella es mucho más joven que yo y tiene un futuro brillante esperándola. Estar conmigo solo la limitaría, perderá su juventud a mi lado.

- Pero usted es lo que ella quiere, cuando salga de Hogwarts, ella será mayor de edad podrían tener algo, una relación.

- Creo que lo más lejos que puede llegar mi situación con su amiga es en piel y dudo mucho que suceda.
- ¿Porque?
- porque me he propuesto no tener nada, absolutamente nada con Granger. Estoy seguro que cuando acabe el año todo esto de la profecía habrá pasado y ella encontrará a alguien de su edad, tendrá una profesión y su vida será exitosa y yo estaré aquí todavía dando clases pudriéndome entre los muros de este castillo.

- No diga eso profesor, yo creo que ustedes tienen futuro juntos- la peliroja dijo esto y puso su mano sobre la de él provocando que la piel de él se enchinara y dejando un calor agradable que se podía reconocer en sus miradas.
Permanecieron viéndose por unos minutos
-¡ Weasley!
- ¡Profesor!
La peliroja se acercó a la boca de Severus pero éste fue el que acabó con la distancia creando un beso entre ambos. Fue un beso lento pero jugoso que poco a poco fue subiendo en calor haciendo que Severus empezara a marcar una ruta desde su quijada, cuello y escote. Él entreabrio sus ojos llenos de placer y se encontró con unos mieles que lo miraban enamorada.

Se separó lentamente.
Agachó su cabeza
Nuevamente la miró...
-¿Porqué?
- Tenía que verte.

Silencio

- ¿Porqué? - preguntó ella
- No tengo respuesta para eso, no tengo control. La verdad no sé qué me pasa.

-Es amor.
- No, no lo es.
Ella entristeció
Tiene que serlo, es el destino, está escrito. Me besaste.

-No sé porque lo hice, además hace un instante no eras tú.
- Entonces no me correspondes porque estás enamorado de Ginny.
- No estoy enamorado de Weasley, tampoco de tí.
- Entonces ¿Porque me besaste?

Él no encontraba como escapar del interrogatorio de ella y de sus propios sentimientos que estaban a punto de delatarlo. Así que se sacó un "A " de la manga.

-¿ Dime porque me besaste?
- Te lo dije, no eras tú hace unos minutos, era Weasley y con su cabellera y su piel blanca pues...
-¿Pues?
- La recordé, la mujer que amo, la que siempre amare por siempre. Mi  Lilly.

Una cachetada fue estampada en su rostro y la castaña salió corriendo del lugar.

Severus se llevó la mano a la mejilla y se dijo así mismo...
       -¿Qué haces Snape?

Hasta aquí el capítulo, perdonen lo corto pero casi no me sobra tiempo para escribir. Bendiciones

 La profecíaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon