Capítulo 4

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- ¿Entonces, cuál es el asunto que los trae a mi oficina? -pregunto con elegancia el viejo director.

Minerva Magonagal se removía incómoda en su silla pues para ella era escandaloza la forma en la cual encontró a su estudiante y al profesor Snape, tanto así que no sabía ni cómo comenzar el tema.

- Estoy esperando Minerva. ¿Qué es lo que desean discutir?
- Yo te lo diré Albus, sucede que la loca de Granger entró de ofrecida a mi despacho y...
- ¿De ofrecida dice? -se quejó la joven - no me metí de ofrecida, además no se estaba quejando cuando me tocaba el trasero. Inmediatamente se tapó la boca con las manos al haber confesado algo tan íntimo y al percatarse como el director abría sus grandes ojos azules .

Severus la taladro con la mirada.

- A ver, vamos a calmarnos. Minerva ¿Quieres comenzar?

- Sí, fuí a buscar a Granger como me pediste y no la encontré en la biblioteca; dadas las circunstancias y hablo expesificamente de la "profecía" fuí a buscarla al despacho de Severus puesto que imaginé que ella al no verlo en el comedor iría a buscarlo.

-Yo pensé igual Minerva por eso te envié a buscarla.

- Pues cuando abrí la puerta del despacho de Severus los encontré en una situación comprometedora de la cual quiero evitar dar detalles.

- Entiendo.
¿Severus, algo que quieras decir...?

- Albus ya te dije cuál era mi postura ante todo esto. No me interesa está niña, tendrás que tomar cartas en el asunto.

- ¿Es cierto lo que dice Minerva, estaban en una situación comprometedora?

- No, bueno sí pero todo tiene una explicación.
Está niña inrumpe en mi despacho con la tonta excusa de que me extrañó en el comedor y de pronto se abalanzó sobre mí y...

Hermione lo miraba mientras hablaba.

- ¿ Correspondiste a la señorita Granger? Ella dice que posaste tus manos en...
Severus levantó su mano como pidiéndole a Albus que no continuara.

- Me deje llevar es todo, no volverá a ocurrir , lo prometo. De todas formas tienes que hacer algo, está situación está fuera de control.

- En efecto.

El anciano se levantó de su silla rodeó el escritorio y se paró frente a la alumna.

- En cinco meses termina su séptimo año, me gustaría que terminara sin ningún inconveniente. Por lo tanto vamos a realizar unos ajustes en su horario entre otras cosas para evitar que situaciones como ésta vuelvan a ocurrir. ¿ De acuerdo señorita Granger?

-Creo que sí, ¿ Cuáles serían esas otras cosas?

-Bueno, le conseguiré un maestro de pociones, no tomará la clase con el resto de sus compañeros y mucho menos con el profesor Snape.

A la chica se le aguaron los ojos.

Severus agachó su cabeza.

En su tiempo libre, tiene prohibido estar cerca del profesor Snape, bajo ninguna circunstancia debe ir las mazmorras y por último será monitoreada por todos los cuadros del castillo.

Hermione comenzó a sollozar.
- ¿Es que no lo entienden, esto no puedo controlarlo, deseo estar con el profesor Snape, lo amo, lo amo más que a mi vida.

Severus levantó la vista hacia ella sorprendido y un impulso quería llevarlo a abrazarla y besarla pero se contenía.

- Lo entiendo Hermione pero él no te corresponde y si él no te corresponde no puedes obligarlo.

 La profecíaWhere stories live. Discover now