-¡DETENTE!- Yuto y Yugo gritaron, el primero empezó a golpear el vidrio del contenedor.

-Eso es un esfuerzo inútil- dijo Leo al general de Exceed -ese contenedor fue especialmente diseñado para ti, por muy fuerte que seas ese cristal no se romperá-

-¡Deja en paz a Yuri!- gritó Yugo también golpeando el cristal.

-No se preocupen, todos seguirán su destino pronto- contestó Leo indiferente al sufrimiento que estaba causando, de hecho, presionó unos botones más en su consola de comando y la siguiente en caer al suelo con dolor fue la chica de cabello verde con ojos naranjas.

-¡RIN!- Yugo gritó -¡déjala ir maldito!-

Leo no pudo evitar reírse -¿ahora te importa? ¿recuerdas lo que te hizo?-

Al escuchar esas palabras un escalofrío recorrió el cuerpo del general de Synchro -¿cómo... cómo es que sabes eso?- era algo que había ocurrido hacía mucho tiempo, cuando todavía no había conocido ni a Leo ni a Yuri.

La sonrisa en el rostro del profesor le dio un escalofrío -¿quién crees que adoptó a Rin en primer lugar?- sus palabras cayeron como un martillo en el corazón de Yugo sin embargo se negó a dejar que eso lo afectara, después de todo, lo que hizo el hombre no tenía que ver con las palabras hirientes que le había dado Rin -Y para asegurarme de que rompieras tus lazos con cualquiera de la dimensión Synchro puse cierto collar de control en la pequeña Rin-

Los ojos de Yugo se abrieron a más no poder cuando escuchó esas palabras, no podía ser, Rin... ella... miró a la chica que se encontraba sufriendo en el otro contenedor y lo supo, su amiga era en verdad una buena persona, siempre lo había sido. Sin embargo Leo lo había engañado, sin el apoyo de Rin todo el resentimiento que había guardado por las personas de la dimensión Synchro se había desatado y había sido más fácil de manipular.

-Aunque claro, no fui el único responsable- prosiguió Leo.

Sin necesidad de más palabras Yugo sabía a lo que se refería, de nuevo Yuri había atentado contra una de las personas que se suponía amaba. Sin embargo Yugo solo le dio una mirada al chico de ojos rosas antes de mirar a Leo.

-Habla todo lo que quieras, aquí el único malnacido eres tu-

Esas palabras borraron un poco la sonrisa del profesor, aun asi, no era como si le importara lo que un sacrificio tenía que decir. Unos ajustes más y fue el turno de Yugo de sufrir en su contenedor.

-¡Basta!- gritó Yuya sin poder soportar mirar a Yugo y Yuri sufriendo.

Leo lo miró, esos ojos color carmesí, tan llenos de compasión. Casi quiso reír, no había nada en ese chico que le recordara a su anterior compañero de investigación.

-Yusho Sakaki- pronunció en voz alta llamando la atención de Yuya -cometió un grave error-

El chico de ojos carmesí no podía entender a que se refería con esas palabras, sin embargo, dado que lo mencionó, no pudo evitar interesarse por ello, por el paradero de su padre.

-¿Qué le hiciste?- dado que al hombre no parecía importarle sacrificar a sus aliados, bien podría haberle hecho algo a su padre.

-Nada en realidad, es un hombre bastante cobarde- Leo se encogió de hombros y le dio una sonrisa burlona al chico de ojos carmesí -desde que descubrió lo que me proponía no hizo nada para detenerme, simplemente huyó- presionó un par de botones más -sin embargo encontró su final en la dimensión Exceed hace mucho tiempo-

Un escalofrío recorrió a Yuto cuando escuchó esas palabras, Leo no se estaba refiriendo a aquella vez ¿verdad? cuando él mismo eliminó a gran parte de la población de esa dimensión. La mirada del hombre posándose en él le dijo que efectivamente se trataba de esa ocasión.

Gravity of youWhere stories live. Discover now