Cap 28 Convocando el Poder

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Afrodita, Olimpo. 

Lo que tanto había temido por fin se estaba cumpliendo, su hermano estaba totalmente fuera de control, no se estaba ocupando de sus obligaciones en el Inframundo y Perséfone quien podía asumir algunas, aún estaba encerrada. Por lo tanto el Cosmos estaba en desequilibrio.
Todo existía por una razón. Zeus vida y luz, Hades muerte y castigo a la oscuridad. Si ambos no estaban en perfecta sincronía cosas muy malas podían pasar y los efectos de esas acciones ya se estaban empezando a notar en los diferentes mundos.

Los dioses estaban tratando de redoblar fuerzas para mitigar un poco los daños, pero esto era tan solo pañitos de agua tibia. Las diferentes criaturas de la naturaleza ya habían advertido de un terrible desequilibrio ambiental, ya se estaban presentando terremotos, tsunamis, maremotos y demás desastres naturales que se cobraban innumerables vidas.

Del Inframundo ya habían escapado algunas criaturas demoniacas y perversas que solo el poder de Hades había podido contener y como él ya no se estaba ocupando de sus deberes, las puertas del Tártaro perdieron fuerza y por esta razón dichas criaturas habían escapado y si no se cazaban a tiempo podían causar un daño irreparable.

Afrodita estaba desesperada y no era la única, incluso Hera la reina de los dioses, legítima esposa de Zeus. Quien se había mantenido imparcial en esta guerra había decidido descender del Olimpo y tratar de razonar con Hades. Pero este solo quería venganza, culpaba a todos los dioses en especial a Zeus y a Perséfone de la desaparición de Adara. Sin embargo, ya había hablado muchas veces con Zeus y este se mantenía en su posición. Él sostenía que aunque él era culpable de muchas cosas, no lo era de la desaparición de la humana. Ella le creía pero Hades ya no confiaba en Zeus y lo peor de todo es que tenia razones de sobra para no creerle.

***

Hades, recién llegó del Mundo Humano, luego de dejar a Adara por la intromisión de Perséfone. (Pasado)

Hades siempre le fue fiel, incluso quiso recibir su bendición para anular la unión con Perséfone y traer a Adara al Inframundo. Esto intentó hacerlo en el preciso momento en que piso el Olimpo de nuevo, luego de volver del mundo humano. Estuvo muy afectado por dejar a la humana y decidió solicitar ante su rey la autorización para tomar algo para sí mismo, después de obedecer y ser leal al dios durante todo su reinado. Sin embargo, Hades acostumbraba a enmascarar su presencia y ese día cuando llegó a visitar a su hermano se enteró de una traición que cambiaría el rumbo de la historia para siempre.

El dios del Inframundo escuchó a Zeus reclamarle a Perséfone por no estar haciendo la labor de mantener vigilado y controlado a Hades, también le reclamó porque no había podido cumplir bien la simple tarea de tener al dios del Inframundo entretenido en su lecho. La acusaba de incompetente, de no haber sido astuta. Ella le gritaba ofendida que había logrado ser la reina del Inframundo y Zeus se reía de ella recordándole que eso no hubiese pasado sin la intervención de su madre. Entonces con esas revelaciones Hades comprendió que Zeus estaba al tanto de todas las tretas que realizó Perséfone junto a Deméter y no hizo absolutamente nada para evitarlo, al contrario se benefició de todo ello para controlar. Y es que era claro que a ese megalómano no le bastaba con gobernar el Olimpo y los demás reinos, sino que también había querido meter mano en su territorio.

Se sintió traicionado, el poder era un arma de doble filo y era claro que su hermano necesitaba tener una lección de humildad, entonces por ello y por otras razones él le haría vivir a Zeus lo que mas temía, perder el trono. Pero antes quería darle una última oportunidad, desenmascaró su presencia y entró al salón del trono del Olimpo fingiendo no saber nada. Al ingresar se dio cuenta de que Perséfone ya había desaparecido y que un Zeus el traidor dibujaba una sonrisa de bienvenida en su rostro.

Hades el Visitante del InframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora