19. Fuego

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Natalia POV

— Buenas noches bella dama, ¿le guardo el abrigo?

— ¡María! — No puedo evitar sonreír ante ese comentario, y voy hacia ella para abrazarla.

— María, este es Mikel, mi novio.

— Hola, encantada.

— Igualmente, Natalia habla muy bien de ti.

— Hombre, para eso le pago.

Los tres sonreímos.

La verdad es que se han currado la decoración. La comisaria esta casi irreconocible. De las paredes cuelgan guirnaldas y luces de colores, hay un gran árbol de navidad en el fondo y una enorme mesa alargada en medio de la sala.
La mesa esta puesta, me atrevería a decir que en estricto protocolo. Con todos los cubiertos en su sitio y lo mismo para las copas. Encima de cada plato hay un cartel con el nombre de cada uno. Mikel y yo nos acercamos hacia los nuestros.

Antes de que nos sentemos aparece Alba.

—¡Hola! — Alba aparece en escena con una sonrisa un tanto peculiar, de felicidad.

— Que hay — Mikel y yo contestamos casi al unisono.

— ¿No nos vas a presentar?

— Esto..Si, claro. — Será cabrona. — Este es Mikel mi novio. Mikel, esta es Alba, mi jefa.

— Encantada.

Alba, de una manera desinteresada y amable se acerca hacia Mikel y le da dos besos.

— Hacéis muy buena pareja.

No la soporto.

Me dedica una mirada penetrante antes de irse de delante nuestro. Mikel, ajeno a todo, se sienta ya en su sitio. Alba hace lo propio, a mi otro lado. Se acerca a mi oído izquierdo y en un susurro que recorre cada poro de mi piel dice:

— Cuando rompáis pídele que te deje la chaqueta de recuerdo, que me gusta para mi.

Le enseño el dedo corazón acompañado de una mueca de asco.

Me lanza un beso con la mano.

***

La conversación entre todos es animada y agradable. Mikel esta hablando efusivamente con unos compañeros que tiene al lado mientras yo hablo con María, a la que tengo en frente, que me cuenta su historia con Pablo de una manera que parece casi sacada de un monólogo del club de la comedia.

Me doy cuenta que hace tiempo que no escucho la voz de Alba, así que me giro hacia ella. Lo que veo era lo último que me esperaba. La pierna de Julia, que esta en frente de ella, esta en su silla.
Nadie más lo percibe pues el mantel las tapa, pero yo estoy lo suficientemente cerca para ver como el tacón de los zapatos de la nueva forense esta rozando la piel de Alba que descubre la escueta faldilla que lleva.

Puedo notar como sus miradas están clavadas en la de la otra, casi desnudándose. Me da la sensación de que el resto de la mesa sobramos, pues ellas están en una otra realidad.

— Voy al baño un momento, ¿vale?

— Vale cariño

Le dejo un suave beso en los labios a Mikel, asegurándome de que Alba lo vea y me levanto de la mesa. Necesito huir de esa situación aunque sea un momento.

Tiene el morro de vacilarme delante de mi novio, de ligar conmigo y de hacerlo a la vez con julia delante de mi, y lo peor de todo es que yo solo puedo pensar en ella.

 Calibre 25 // AlbaliaWhere stories live. Discover now