Vainilla y Fresas (YM, Omegaverse) PAUSADA

Capítulo 2: Preparativos

— Debo de irme ya, no quiero que mis padres se den cuenta de que me he escapado de nuevo.

Un suspiro triste se escucha en la cocina haciendo que JiMin bajara la mirada desanimado. Tanto para YoonGi como para él les era muy difícil separarse al poco rato que se encontraban, y aun que ya llevaran tiempo haciendo esto, seguía el mismo sentimiento de tristeza al tener que separarse y esperar a volver a verse de nuevo. 

— Está bien Minnie, voy por la bolsa de los pastelillos, mientras ustedes pueden despedirse libremente así no respirare tanto amor en el aire. — después de que dijera eso Jin con algo de simpatía, salió hacia la panadería para buscar la canasta en dónde llevaría esos especiales pastelillos tanto para JiMinnie como para su apuesto alfa, Kim NamJoon.

JiMin toma el ultimo pedazo que restaba del pequeño pastelillo en sus manos para después comerlo con anhelo. Realmente le encantaban los pastelillos de su alfa.

— Sigo sin creer que empezarás a vender esos pastelillos y lo llamaras 'Mate'.

YoonGi sonrió mientras se acercaba y alzaba una de sus manos para tomar la perfilada barbilla de su omega y hacer que este lo viera a los ojos. 

— Ya sabes el porque. — dio un pequeño beso en la comisura de los gruesos labios del menor para después continuar: —  Además de que son mi especialidad. Al menos de alguna forma puedo oler nuestro aroma combinado aunque no estés aquí. Me encanta tu aroma a fresas junto con mi esencia vainilla. Una mezcla perfecta para un postre.

— Que dicho postre nunca dejará de ser mi preferido. Y por lo que veo, tampoco para el palacio y los del pueblo. — contestó con una sonrisa. 

Y era verdad lo que JiMin decía, los pastelillos eran especialmente pedidos por el castillo quienes ordenaban demasiados de ellos para eventos especiales o quisas solo por placer, ya que dichos postres eran una delicia y hasta ahora, nada se les comparaba. 

Y no solo el palacio creía que eran los mejores; todo el pueblo de Daegu lo creía, pues los comensales del pueblo eran totalmente unos aficionados de los postres de la repostería de los hermanos Min.

Incluso YoonGi y Seokjin -junto con algunos ayudantes de su panadería- se apoyaban en la realización de un gran pedido que el palacio había requerido para la llegada de los reyes de Busan de hoy en la tarde-noche.

Cuando JiMin llegó pudo ver todo el local y parte del hogar de los hermanos Min llenó de aquellos especiales pastelillos que serían llevados al palacio en unas cuantas horas. Realmente JiMin esperaba que YoonGi pudiera venir junto con los encargados de recoger los postres en las carrozas del palacio, así podrían verse un poco más el día de hoy.

Pero regresando con la pareja, JiMin pasó sus manos por el cuello del pálido mientras que el mayor posicionaba sus huesudas manos en las caderas del menor acariciándola para después unirse en un largo y tierno beso. 

Los lobos de ambos saltaban felices por la cercanía que tenían así como gozaban del hermoso aroma que desprendían haciendo que todo el tiempo esperado valiera pena. Se había extrañado demasiado como siempre lo hacían, anhelando que el tiempo pasara más rápido para volver a verse en la siguiente visita.

— Debo de irme ya, hyung...

— Lo sé... Te voy a extrañar... — con su mano acomodo un dorado mechón rebelde para peinarlo y ponerlo en su lugar tras la oreja del menor. Ante tal acto JiMin cerró los ojos y se permitió oler de nuevo el ambiente lleno de sus hormonas. Era realmente perfecto.

— Yo más... — contestó aún con los ojos cerrados.

— No, yo más...— ambos sonrieron. Si no terminaban esto, el tiempo se les pasará volando.