seduction ¦ ksj + pjm

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Partículas de polvo se mueven grácilmente por la estancia mientras una bella melodia oriental resuena y hace eco por las paredes, perturbando la tranquilidad de un nervioso mancebo confuso, Seokjin, que desconoce el motivo de su presencia en la extraña y oscura sala, apenas iluminada con un foco azul.

Tiene recuerdos difusos de una noche brillante, en la cual se encuentra festejando y embriagándose del más amargo licor. Después, acuden a su mente voces conocidas prometiéndole un regalo lleno de diversión. Por último: vacío, inmenso vacío, proveniente de un sueño adelantado. Todo aquello debe tener relación con su estado, con el por qué la silla en la que reposa es tan cómoda y la música tan hipnotizante.

Entonces, la sombra de una figura majestuosa aparece en medio de la luz, como si de un ángel (o de un demonio) se tratase. Su ropaje es extravagante, y su pelo posee un bello tinte gris. No obstante, lo que más atrae de su inmaculada apariencia son los rasgos carismáticos, mejorados hasta la perfección con un cuidado maquillaje aumado, que comprenden su rostro.

Cuando la misteriosa divinidad que tiene enfrente comienza a danzar, utilizando tan solo un abanico emplumado como soporte, Seokjin al fin puede unir las piezas del rompecabezas y entender que se encuentra junto a un bailarín exótico, la mañana de su cumpleaños.

Se pierde entre los pasos del seductor chico, ensimismado con sus ojos que le observan durante cada movimiento realizado. El talento de este es expuesto sin vergüenza en un muy pequeño lapso de tiempo, y el cumpleañero no puede esconder su asombro (adoración) por tal espectáculo efímero.

El peligris sutilmente se acerca a él, todavía envuelto en un aura mágica que la conclusión del baile no ha logrado desvanecer. Sonríe con picardia desmedida al saber que tiene el control de la situación, que ha hecho un buen trabajo, y rodea la nuca de su cliente con sus delicados brazos para, segundos más tarde, depositar un endulzador beso en la mejilla ajena.

—¿Puedo saber... tu nombre?

—Jimin.

Jimin suena tan lejano, tan magnífico, tan prohibido... y excitante (en cualquiera de los sentidos).

Seokjin no duda: ese no será su último encuentro.

Seokjin no duda: ese no será su último encuentro

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Drabbles • BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora