a song for you ¦ myg + kth

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Boyfriends!AU
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Cuando se está borracho es mejor estarse callado también

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Cuando se está borracho es mejor estarse callado también. Incluso los no-alcohólicos pueden dar fe de ello, como si fuera una ley más de vida. Y es que cuando la ebriedad domina el cuerpo humano provoca muchos descuidos, en acciones y palabras: se resbalan verdades, se desnudan secretos, se provocan accidentes, se destrozan relaciones, se tocan serenatas... Bueno, quizá lo último no es tan común.

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Yoongi bebió hasta que prácticamente pudo ver el país de las maravillas (por ese tipo de cosas no le convenía estar solo en casa), sintiendo poco alivio en sus penas. Extrañaba a Taehyung como si este hubiera marchado a un camino sin retorno, aunque en realidad se había marchado tan solo hacía unas horas y debido a una tonta discusión que se dispersaría con la lluvia. Sentía culpa a fin de cuentas y eso alimentaba al remordimiento pasajero.

¿Iba a tardar en regresar? ¿La tormenta frenaría sus intenciones de hacer las paces, haciendo que pasaran separados la noche? ¿Y si no se solucionaban los problemas entre ellos por primera vez? Yoongi comenzaba a impacientarse y el licor en sus venas le jugaba una mala pasada. Tan mala que lo obligó a salir de su departamento, sin apenas ropa en la que resguardarse de las frías aguas, con ebriedad ostensible, acompañado por un bello instrumento de cuerda que Seokjin le había enseñado a tocar.

Su plan, o el plan de la cerveza, era ir hasta el hogar de Taehyung —lugar que ya no se frecuentaba mucho, debido a que su dueño solía dormir fuera todas las noches, en compañía de Yoongi—, interpretarle una canción que le preparó meses atrás, pero que jamás llegó a perfeccionar, y esperar su perdón como mendigo bajo el leve granizo que caía del cielo, faltándole el respeto al espacio personal que normalmente le daba a su pareja en ocasiones similares.

—¡¡¡Kim Taehyung, perdóname después de esto ¿sí?!!! —Gritó a la puerta '125' de pisos, comenzando a rapear/cantar sin esperar respuesta.

Tocó acordes erróneos que resultaron un insulto para sus avances con la guitarra, y después cantó los trozos de letra que recordaba y podía distinguir entre los papeles que había cogido al azar. Halagaba de la más bella forma a Taehyung, no cabía duda de ello, no obstante desafinaba a tal extremo que opacaba con creces el significado de la canción.

Se le permitió la entrada tras trenta segundos de contaminación acústica para los vecinos y el destinatario de la serenata. Mas Taehyung se tuvo que molestar además en ayudarlo a pasar, pues no atinaba ni siquiera en eso.

—Estás loco, ¿verdad? —Taehyung a tientas consiguió apoyar al chico sobre el sofá para luego ir por el instrumento abandonado en el suelo—. Dios, hyung, no puedes dormir aquí, se supone que estoy enfadado contigo. —Se quejó, pese a que Yoongi ya descansaba profundamente.

El menor le quitó los apuntes que no había soltado para poder taparle con una manta. Leyó unos cuantos párrafos de estos ya estando menos irritado, y sonrió enternecido ante incontables cursilerias que poco pegaban con el chico durmiente de su costado. Se rindió al acabar de cotillear entre las notas y besó la mejilla de Yoongi antes de recostarse encima de su hombro.

—Gracias por la canción, hyung bobo.

—De nada... —Casi suspiró entre sueños.

Drabbles • BTSWhere stories live. Discover now