Only One ©

V E I N T I S É I S

Adriel Van Iveren

Aris logró apartar al chico de mí mientras que este respiraba agitado y parecía despertar de un sueño, ladeé la cabeza algo confundido mientras me tapaba la nariz y la boca tratando de que aquel delicioso olor no entrara a mi sistema y me dieran muchas más ganas de lanzarme sobre el bello chico.

-Es él -su voz salió algo ronca mientras otro lobo, el cual me había ayudado a salir de la celda, se acercaba y lo sujetaba con fuerza-.
-¿De qué hablas, hijo? -uno de los alfas le preguntó-.
-¡Él es mi mate! -gruñó y trató de soltarse del agarre para venir a mi-. ¡Suéltenme!
-Es mejor que te vayas niño -un chico me dijo y luego caminó hacia Aris para abrazarse a él con cariño, aunque me seguía mirando con asco-.
-¿A quién le dices niño, maldito pulgoso? -mis colmillos aparecieron y caminé hacia él pero Aris se interpuso-.
-Adriel -susurró-. Él es mi pareja, Elliot
-Si claro -reí sin gracia-. El chico por el que me abandonaste -rodé los ojos-. Porque tenías que aprovechar que habían secuestrado a tu novio para ir a acostarte con quien quisieras -gruñí-.
-¡Adriel! -me gritó enojado-. ¡¿Pero qué sucede contigo?!

Cerré mis ojos y lastimosamente cuando los abrí muchas lágrimas comenzaron a caer, odiaba verme tan débil frente a los demás, negué con la cabeza y me giré para caminar hacia el gran salón.

-Mis hermanos fueron secuestrados así que por ahora, el líder soy yo -miré a los alfas-. ¿Me van a decir su plan o tengo que leerles la mente?

Pasaron varios segundos de silencio hasta que ambos alfas caminaron hacia mí acercándose a la gran mesa del comedor, me senté en la silla principal y les miré seriamente.

-Aris lleva a los novatos a entrenar -lo miré seriamente-. Y que nadie nos interrumpa
-Adriel -susurró-. Tú no puedes...
-Es una orden, Lestrange -rugí-.

El asintió y con una mirada triste hizo que todos se fueran del lugar, miré nuevamente a los alfas y me apoyé en la mesa.

-Mi padre fue un gran líder -susurré-. Pero su error fue ser de buen corazón, Eliah es más frío, West más calculador y yo -reí-. Soy la pequeña caja de sorpresas
-Entonces ya tienes un plan -acertó uno de ellos-.
-Por supuesto que si -rodé los ojos-. Muero por acabar con todo el maldito clan de los Brujah y salvar a mis hermanos
-Entonces, manos a la obra

-Castiel necesito que me informes acerca de como se encuentran West y Eliah -le dije durante el desayuno-.
-Por supuesto -asintió con la cabeza y desapareció por un portal-.
-Adriel -me habló un chico, el cual supe era mi compañero de sangre-. ¿Crees que podamos hablar?
-No lo creo -caminé hacia el estudio de Eliah-. Estoy ocupado
-No, no lo estás -cerró la puerta con seguro y rápidamente llegó hasta mi acorralándome contra el escritorio-. Vamos a hablar
-Bien -rodé los ojos-. ¿Qué es lo que quieres?
-Mi nombre es Edward...
-Si, lo sé -ladeé la cabeza-. En estos dos días me aprendí los nombres de todos créeme
-Quiero que sepas que Elliot es mi hermano menor -se mordió el labio-. Y es la pareja de Aris, por lo que te pido que no lo trates con odio
-No le odio -solté-. Tal vez antes lo hacía pero realmente ahora no me interesa -bufé-. Es decir, Aris nunca me amó ni yo a él, bueno no como decíamos amarnos
-¿Entonces tú y yo si podemos estar juntos? -preguntó emocionado-.
-Tranquilo vaquero -reí pasando mi brazo por su cuello-. Iremos paso a paso, ¿si?
-De acuerdo -sonrió-.
-Pero antes, necesito que me hagas un favor -solté lentamente-.
-Claro, solo dime -acarició mi cabello-. Haré lo que sea por ti

Sonreí divertido e hice que inclinara la cabeza algo confundido, reí al ver su reacción y sin que se lo esperaba saqué mis colmillos y los clavé con fuerza en su cuello succionando su deliciosa y cálida sangre, él se apoyó en el escritorio y gimió placenteramente, bajé mi brazo hasta su espalda levantando su playera y acariciando su piel, cuando su cuerpo se pegó completamente al mío pude sentir su erección golpear mi abdomen y sonriendo saqué mis colmillos de él.

-Eso era todo -reí-. Gracias por la comida -y salí del lugar-.

Nos habíamos dividimos en cuatro grupos y al separarnos mi grupo se encontraba en la entrada principal a pesar de encontrarnos a muchos metros lejos de aquella zona, todos me miraban esperando mi señal pero yo solo me senté en el suelo colocando mis manos en mi cabeza y cerrando los ojos a la espera de que algo sucediera.

"Adriel, lo hice. Logré que ella confiara en mí, todos nos reuniremos en la entrada principal dentro de veinte minutos, cuando escuches el silbido, sabrás que hacer".

Abrí los ojos y me levanté sacudiendo la tierra de mis pantalones luego me giré hacia el grupo al que guiaba conocía los nombres de todos pero los únicos con los que había hablado eran Gael, sus primos y los tres vampiros rebeldes. El segundo grupo estaba liderado por Aris y Tobías mientras que el tercero y el cuarto liderados por Jack Wood y Matthew Moon respectivamente.

-Dentro de veinte minutos -avisé-. Solo debe de mandarme la señal
-¿Quién? -preguntó Edward-.
-West

Mis oídos desarrollados pudieron oír el silbido entonces con una sonrisa miré a mi equipo y todos comenzamos a correr, tenía miedo de lo que podría suceder al llegar, pero realmente esperaba y tenía toda la fe del universo en que las cosas iban a salir bien, o eso quería creer.

Derrumbamos la gran puerta principal y atacamos a los vampiros que corrían hacia nosotros, los lobos lograron hacerme paso y pude correr hasta la primera estancia donde como West me informó se encontraban todos, Magnus fue el primero en verme.

-¿Sorprendido Van Der Rohe? -sonreí-.
-¿Pero cómo has escapado? -gruñó-.
-Con ayuda de algunos amigos -Gael se paró junto a mí-. Ahora, es momento de acabar con ustedes

La bruja alzó su brazo preparada para atacarnos pero de la nada fue elevada en los aires y su cuerpo se golpeó contra una pared dejándola inconsciente.

-No ahora, mamá -Castiel sonrió desde una esquina-.
-Voy a matarlos a todos

Cuando Magnus iba a correr hacia mí Klaus saltó sobre él derribándolo y aprisionándolo en el piso.

-Sinceramente estoy algo aburrido de ti, hermanito -sonrió-.
-Ustedes son todos unos idiotas -Magnus comenzó a reír-. ¿De verdad pensaron que los Brujah estábamos solos?
-¡Mierda! -Aris llegó corriendo hacia nosotros-. ¡Los Brujah y los Malkavian son aliados! ¡Nos están atacando! ¡Y la líder es Allison! -yo lo miré extrañado-. ¡Es Alessandra Lucellas!

¿Qué? ¿La ex prometida de Eliah?

Magnus rio fuertemente llamando nuestra atención. Klaus fue lanzado hasta golpearse contra una pared mientras que Magnus se levantaba sonriente limpiándose su traje.

-¿Qué acaso nunca se preguntaron de quién se embarazó Alessandra?  -nuevamente volvió a reír-.