V E I N T I D Ó S

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West O'Connor

El entrenamiento pasó rápido y el día del rescate de Adriel se acercaba con gran velocidad, apenas faltaban dos días para que todo el desastre comience.

-¡Coño! -gritó uno de los chicos-.
-¿Pasa algo? -me acerqué al de cabello azul-. ¿Te sientes mal?
-No, solo que John me golpeó -hizo un puchero-.
-Déjense de estupideces y pónganse a entrenar -rodé los ojos y me acerqué hacia otros chicos-.

Realmente todos los novatos obedecían lo que Aris y yo les decíamos, eran buenos y sin duda que con ellos teníamos mayores posibilidades de ganar, bueno a excepción del trío rebelde, eran algo inmaduros y pensaban que tenían el control de todo.

-Hola -saludó Aris dándome una sonrisa algo cansada-. Es tu turno de trabajar con esos tres
-Claro que no -me quejé-. Yo lo hice ayer
-¿Qué? -frunció el ceño-. Ese fui yo, así que anda y doma a esas fieras
-Bien -rodé los ojos-.

Caminé con pasos lentos hacia los tres chicos que hacían un patético intento por entrenar, bufé y me acerqué a ellos.

-¿Saben qué? -sonreí-. Me están llegando
-Ese no es nuestro problema, bonito -el de ojos celestes me guiñó el ojo-. Por cierto, mi nombre es Daniel
-Y yo soy John -habló el de piercings-.
-Y por supuesto el final es lo mejor -habló el pequeño-. Yo soy Blake
-Y a mi no me interesa -les sonreí-. Ahora, van a entrenar duro, pero antes necesito la ayuda de alguien

Saqué mi teléfono y con el dolor de mi corazón que nunca latía presioné el nombre de mi ex, él contestó de inmediato y rápidamente le dije que fuera al patio para ayudarme a entrenar, sabía que no se negaría por lo que segundos después llegó corriendo hacia nosotros.

Le miré con una ceja alzada y él me guiñó el ojo sonriendo hasta que su mirada se fijó en los chicos frente a nosotros, específicamente en el pequeño de cabello azul, sus colmillos salieron inesperadamente y caminó hasta ubicarse frente al joven, entonces olfateó su cuello y de inmediato yo entendí lo que pasaba.

-Lo que me faltaba -me quejé-.
-¿Pero qué haces? -el chico se quejó tratando de apartar a Tobías pero él pasó sus brazos por la cintura del chico atrapándolo con su cuerpo-. Joder, deja de oler mi cue...¡Ahhh! -gimió al sentir enterrarse los colmillos de mi compañero en su cuello-.
-¡Tobías!

Tomé el hombro del moreno y con una fuerza característica de los de mi especie lo alejé del chico peliazul, pareció reaccionar y se limpió la sangre de la boca.

-Tienes que explicarle muchas cosas -bufé-. Llévatelo dentro
-De acuerdo -habló-.
-Esperen -se quejó Blake-. ¿Pero qué acaba de pasar?
-Ve con él -indiqué-. Te explicará todo, mientras tanto entrenaré con ustedes dos -señalé a los amigos del chico que miraban la escena sorprendidos-.

Tobías se alejó de la mano del chico de tatuajes y cabello extravagante, me giré hacia los otros dos y chasqueé mis dedos frente a ellos para captar su atención, apenas me miraron los ataqué a ambos con una sonrisa en mi boca.

Tobías se alejó de la mano del chico de tatuajes y cabello extravagante, me giré hacia los otros dos y chasqueé mis dedos frente a ellos para captar su atención, apenas me miraron los ataqué a ambos con una sonrisa en mi boca

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