Only One ©

D I E C I S I E T E

West O'Connor

Fruncí el ceño tan pronto una potente luz impactó contra mi rostro, gruñí enojado y entreabrí mis ojos mirando al culpable de mi horrible despertar. Tobías me sonreía sentado frente a mí aún apuntándome con su móvil que tenía la linterna prendida.

-No te duermas -dijo divertido-. Ya estamos por llegar
-Vete al diablo -solté enojado y me acomodé en el asiento-. Y deja de apuntarme con esa cosa
-De acuerdo -soltó una carcajada y apagó su teléfono-. ¿Preparado para la acción?
-No habrá ninguna acción -dije serio-. Las órdenes de Eliah fueron claras, debemos acceder al lugar con cautela
-Eso mismo -afirmó Mary que estaba sentada a mi lado-. El camión nos dejará a cinco kilómetros lejos del clan, continuaremos el camino a pie

Tal como Mary nos había informado el camión paró y todos bajamos de él, Tobías dividió a todos formando parejas de dos, y realmente supe que estaba en problemas cuando todos se hallaban en parejas a excepción de él y yo.

-¿Vamos, bonito? -me sonrió y yo rodé los ojos-.
-Muévete -susurré y comencé a correr hacia la mansión de los brujah-. Estamos en el lado norte, no hay mucha seguridad
-Y eso es lo más raro -frunció el ceño-. ¿Escuchas algo? Porque yo no
-Espera -susurré y llevé mi mano a mi cabeza cerrando mis ojos con fuerza-.

"Adriel, soy yo, tu hermano Weston. ¿Estás ahí? Necesito que te comuniques conmigo, puede que estemos en la mansión de los Brujah donde te tienen secuestrado. ¿Adriel? ¿Me oyes?"

Silencio.

-¿Qué haces? -preguntó Tobías-. Debemos de aprovechar que no hay nadie e investigar esta zona
-Espera un momento, solo un momento -susurré-.

Silencio.
Algo andaba mal.

-Adriel no me contesta -comencé a entrar en pánico-. Le ha pasado algo. ¡Le han hecho daño!
-Silencio -Tobías tapó mi boca-. ¿Estás demente? ¿Acaso quieres que nos atrapen?

Negué con la cabeza y el asintió, sacó una pequeña pelota metálica y mirando hacia todos lados la lanzó dentro de la mansión, inmediatamente la bola rodó hasta encajarse en una esquina de una pared, el plan era implantar esas pequeñas cámaras por la mayoría de la mansión para que así Eliah pudiera tener acceso a todo el lugar sin estar dentro a través de las cámaras.

-Listo, vámonos -me tomó del brazo y me jalón alejándome del lugar-.

"¿Adriel? Contéstame por favor. ¿Estás bien?"

Silencio. Otra vez.

-Misión cumplida -Mary nos informó tras todos llegar al camión-. Ahora regresemos a casa

Sentí que el viaje de regreso fue mucho más corto que el de ida, Aris y Eliah nos esperaban en la entrada de nuestro pequeño escondite, al ingresar notamos que habían ubicado muchas pantallas al rededor del lugar y todas mostraban partes de la mansión de los brujah, vampiros hablando y haciendo algunas otras cosas que realmente a nosotros no nos importaba.

-Hasta ahora no hay señales de Magnus, Béatrice, Adriel ni... -Eliah hizo una pausa-. Klaus
-¿Aún piensan que están vivo? -Tobías comentó cruzándose de brazos mientras se apoyaba en una mesa-. Todo me parece tan raro, ¿en verdad esa mujer es tan poderosa?
-Si, lo es -la voz de Castiel nos hizo gira hacia él-.
-¿Cómo haz entrado? -Eliah lo enfrentó-.
-Hice un portal -rodó los ojos-. Guarden sus colmillos para después -miró las pantallas-. ¿Esas son todas sus cámaras? Están mal ubicadas, por ahí no verán nada
-¿Haz estado tu en la mansión antes?
-Si, viví unos meses ahí -suspiró-. Claro, hasta que logré escaparme -se acercó al centro de control de las pantallas-. Sé donde sus cámaras deben de estar
-Lamentablemente estás no se mueven -dije decepcionado-.
-Pero con algo de magia si -sonrió-.

Castiel miró fijamente las pantallas y todos pudimos notar que sus ojos se volvían violetas, alzó su mano donde se podía ver la magia materializada en ella y de un extraño color lila, movió su mano de un lado al otro mientras que las pantallas nos mostraban que las pelotas estaban en movimiento hacia distintos lugares de la mansión.

-Listo -mostró-. Normalmente en ese lugar hacen las reuniones importantes -señaló una pantalla-. Y ahí es donde mi madre practica sus, hechizos
-¿Y dónde tienen a Adriel?
-Eso no sabría decírselos -hizo una mueca-. Nunca me mostraron los calabozos, pero estoy muy seguro de que no se encuentran en la mansión
-Esto me está rompiendo la cabeza -murmuré frustrado-.

Me apoyé en la mesa donde Tobías aún continuaba apoyado, ambos veíamos las distintas pantallas esperando que algo o alguien apareciera en ellas, sentí un apretón en mi mano y noté que mi ex amor me miraba fijamente mientras sostenía mi mano dándome apoyo.

"Ayúdame"

Solté la mano de Tobías y me alejé de él tocando mi cabeza, podía sentir la voz de Adriel taladrándome la cabeza, se escuchaba cada vez más y se repetía como un eco resonando en mi mente. Cerré los ojos al sentir una pequeña punzada de dolor, gruñí y traté de apoyarme de una mesa pero al tener los ojos cerrados no pude ver hacia donde iba mi mano y terminé tirando algunas cosas de vidrio que se rompieron en miles de pedazos al caer.

-¡West!

Oí la voz de Aris sintiendo sus pasos corriendo hacia mí, antes de perder la conciencia.

Gael Wood

Mi pie golpeteaba en suelo repetidas veces hasta que escuché el gruñido de Riley quien me veía con el ceño fruncido sentada en el sofá tratando de ver una serie en la televisión.

-¿Puedes dejar de hacer eso? -rodó los ojos-. Es irritante
-Lo siento -mordí mi labio-. Estoy preocupado por West
-Él estará bien -suspiró-. Tu novio tiene años de antigüedad -rio-. Se sabrá defender, ¿no?
-Si -reí levemente-. Supongo que si

El timbre de la puerta sonó y yo corrí hacia ella sintiendo mi corazón latir mil por hora con la esperanza de encontrar a West del otro lado, abrí la puerta con una sonrisa que desapareció al ver a Edward, Elliot, Carl y Tara parados frente a mí.

-Wow, se nota que querías nuestra presencia -comentó mi prima haciéndome a un lado para entrar-. ¿Aún no hay noticias de tu novio?
-Aún no es mi novio -me mordí el labio-. Pero si, Aris no contesta el teléfono
-Yo intenté hablar con Castiel pero tampoco contesta -comentó Carl-. Y eso es raro
-¿Por qué Castiel no...?

Antes de terminar la pregunta un extraño portal se abrió en medio de mi sala siendo algo ruidoso, tanto que papá Travis y papá Jack llegaron corriendo a la sala para ver qué sucedía. Castiel apareció cruzando el portal y nos miró a todos hasta que paró sus brillantes ojos violetas sobre mí.

-Algo le sucede a West -soltó-. Parece que está...muriendo

Entonces dejé de respirar.