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-No es nada, Elle -musitó Ilec.

Fijé mi vista en la vampiresa y parecía estársela pasando de lo lindo. Sino fuera porque estos seres no tendían a demostrar sus emociones prolongadamente, o al menos no aquellas que fueran el enojo o la rabia podría jurar que Elle tenía la sonrisa más grande que le hubiese visto formar.

Desvié la mirada, hastiada de su permanente odio hacia mí, y del rencor que la mayoría de los que ahí se encontraban parecían profesarme. Me sentí tan insignificante.

-Llévala a casa -fue lo último que escuché decirle. Ilec asintió, a la par que Elle y el resto de los miembros del Consejo se marchaban.

-Andando.

-No van a dejar que me involucre, ¿cierto? -pregunté acongojada.

-Es mejor así, Ayline -y acepté aquello como su último palabra, tal vez porque era la primera vez que me llamaba por mi nombre, o tal vez porque su mirada transmitía un miedo profundo.

-Está bien, pero, ¿puedo hacerte una pregunta?

-Eso acabas de hacer ahora -observó. Puse los ojos en blanco.

-Me refiero a otra pregunta mucho más relevante -acoté.

-Solo si no es demasiado estúpida. Pero bueno, sabiendo que viene de una humana, no puedo esperar la gran cosa -sonrió al final de la frase. Hice caso omiso a su intento de menosprecio. Era raro, pero que Ilec lo dijera no me sonaba a ofensa. Incluso lo encontré divertido.

-Todos los que están aquí... ¿Son del mismo clan? -bufó. Me mordí el interior de la mejilla.

-No, Ayline. Esta es la sede del Consejo, ¿hasta ahí vamos entendiéndonos? -sonreí sin humor. -Bien -se aclaró la garganta. -El Consejo está conformado por las cinco familias de vampiros más antiguas. La de Jared es la primera familia vampírica, creo que eso él ya te lo dijo; por lo tanto, es la de más prestigio e importancia.

- ¿O sea que Jared viene siendo como el presidente del Consejo?

-Mmm... No precisamente. Los Cinco tienen el mismo poder para tomar decisiones con respecto a lo mejor para cada uno de los clanes que están adheridos a él. Pero es Jared quien puede cambiar las reglas. Se trata de derecho de antigüedad.

-Creo comprender -asentí lentamente, procesando todo lo que me había dicho. -Tengo una última pregunta.

Ilec suspiró sonoramente y me ofreció su típica mirada de "odio mi vida y a todo aquel que respire cerca de mí". No bajé la mirada en ningún momento.

-Espero que de verdad sea la última -concedió.

- ¿Cuántos clanes están adheridos al Consejo? -pregunté con la curiosidad creciendo dentro de mí. Debía admitir que estaba ansiosa por saber qué cantidad de vampiros existían en MorestFalls, en el condado, en el país y en el mundo.

-Al rededor de 500 clanes, de 20 a 100 miembros por cada uno -declaró. Y yo me quedé totalmente pasmada.

Luego de eso volví a mi automóvil. No supe cómo, pero llegué a casa. Ilec se había quedado algunos kilómetros atrás, cuando ya estaba en los terrenos de MorestFalls.

Aquella noche tampoco pude dormir. Aunque sí volví a tener aquella fúnebre pesadilla, la misma pesadilla que me había causado el mayor de los miedos, pero también la que me brindaba algo de esperanza. Aquella retahíla de imágenes grotescas y confusas me daba la esperanza de encontrar a Jared Cooper.

Standcrows: El Nerd Vampiro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora