– Ey, paloma –llamó, serio.

Ambos ex-investigadores lo miraron, y el menor frunció el ceño.

– ¿Qué quieres, mocoso?

– Hablar. A solas.

– ...Bien –miró al mayor.– Discúlpame.

– Adelante.

Ayato giró y comenzó a caminar, y Hajime lo siguió. Salieron fuera, alejados del resto, y se miraron con seriedad.

– ¿Qué quieres? –preguntó, recargándose en la pared de brazos cruzados.

– Quiero hablar contigo de Tn.

– ¿De mi prometida? Bien.

– Tch.

Quedaron en silencio unos segundos, hasta que el mayor habló:

– ¿Y bien?

El peliazul frunció el ceño y lo miró.

– Yo...todavía amo a Tn.

– Lo sé, ella me ha contado de todo lo que le dijiste.

– Era verdad, todo.

– ¿Desde cuándo la amas? Realmente.

– Desde que la conocí bien.

– ¿Cuándo? ¿Hace un par de meses? Porque según tengo entendido, si amas a una persona no la golpeas, ni la ridiculizas, ni abusas de ella física y psicológicamente.

– ...Era un niño inmaduro e idiota.

– ¿Y ahora qué eres?

– Tch. Deja de hablar como si tú fueras perfecto.

– No lo soy, pero seguro fui mejor pareja con ella de lo que tú fuiste.

– ...Lo acepto. Fui un idiota, ya lo entendí.

– ¿Y por qué la buscas luego de que tu noviesita fue capturada? ¿Por qué no antes? ¿Eh? Habla. Vamos.

– ...Al principio, porque no quería dañarla más; es por eso también que la dejé ir. Luego no tuve el coraje para volver por ella, pensé en que tal vez ella estaría mejor sin mí. Y...bueno, cuando la vi de nuevo...simplemente quise tenerla conmigo otra vez, quise volver a su lado...Creí que estaría mejor sin mí, pero la necesito.

– ¿Y qué hay de tu novia? ¿Hinami?

– Ella sabe lo que siento por Tn, creo...que si lo hablo con ella lo entendería.

– Aja. Pero yo no te quiero al lado de Tn.

– ¿Qué?

– Kirishima, ¿Recuerdas bien lo que hiciste? ¿Cómo la trataste y manipulaste? ¿O ya se te olvidó que le partiste la nariz de una bofetada o que la ahorcaste contra una pared?

– ...

– Mira, si sólo hubiesen sido gritos, la cosa sería diferente...pero tú la golpeaste. ¿Tu padre no te enseñó que la violencia de genero está mal?

– No hables de mi padre. Los tuyos lo mataron.

– No es motivo para golpear a una dama.

– Claro, y tú eres todo un caballero inglés, ¿No?

– No inglés, pero sí caballero. Jamás le levanté la mano a alguien...exceptuando las peleas contra ghouls, claro.

– Tch.

– Mira. En lo que a mí respecta, preferiría que te alejes por completo de Tn, que no le hables, no la llames, no la busques, y si es posible, ni siquiera la mires...pero yo no puedo decidir por ella, Tn es una mujer adulta y sabe qué debe y qué no debe hacer, si ella quiere volver contigo, ser tu amiga o no volver a verte, es su decisión.

– Pero tú influyes en su decisión. Estás siempre con ella, la tratas como a una princesa y la pones de tu lado.

– La trato como lo merece, porque es una persona hermosa, y no sólo físicamente. Pero bien, para que veas que no la influyo, dejaré que ella misma decida si quedarse conmigo o volver contigo.

– ¿Cómo?

– ...Le daré su espacio. Dejaré que ella sola elija con quién de los dos prefiere estar.

– ...Bien. Le damos... ¿Un mes?

– Me parece bien. Sin trampas ni nada, sólo...hablar con ella y dejar que decida.

– Hecho.

– Es un trato entonces –estiró su mano a él.

El peliazul lo miró unos segundos y luego estrechó su mano. Ambos asintieron, para luego retirarse cada quien por su lado. Hablarían con Tn y dejarían que ella decida sola.

Yuanfen ☁ Ayato KirishimaWhere stories live. Discover now