2| Profecy (Elijah Mikaelson)

15- Trying to Save You

N/A: Este es un pequeño experimento de mi parte. Aunque es canon en esta fanfic, aún así es un experimento para ver como me va al despegar un poco la historia de la trama original. Si funciona, haré esto mucho más seguido en los próximos libros. Apreciaría mucho sus comentarios, gracias. 

También me gustaría que leyeran la nota del final en caso de que tengan dudas de la escena que van a leer. Sé que se van a morir cuando sepan parte del pasado de un OC al que le han tomado cariño (casi tanto como yo), pero también sé que les va a generar dudas, por ende les dejo una breve explicación al final.

PD: Este capítulo es largo. 

"No te contengas, Elijah..."

Recordaba haberle dicho eso en medio de una nube de placer, que de tan solo recordarlo, sentía sus mejillas enrojecer de un profundo color carmesí, a la vez que las mariposas de la vergüenza revoloteaban en su estómago. Le daba demasiada pena recordar la forma en la que se lo había dicho, pero lo que la tenía completamente fascinada fue la respuesta que obtuvo del original al momento de decirlas.

La forma en la que la tomó, una y otra vez.

Y otra vez.

Y otra vez.

Hasta que terminaron ambos completamente exhaustos entre las plumas y espuma de la pobre cama casi destruida.

Samantha nunca supo cuanto había crecido su apetito sexual hasta ahora, ya que la mayoría del tiempo estaba enfocada en salvar a sus vinculados o buscando una forma de no morir, y había estado tan ocupada que el sexo había pasado ser una necesidad casi inexistente para ella.

Pero luego de eso...

Solo podía pensar en lo mucho que había extrañado las noches a su lado y las ganas que tenía de seguir con esto. Incluso había considerado que podía hacer esto por el resto de su vida. Olvidando a todo aquel que, fuera de esas cuatro paredes, esperaba algo de ambos al día siguiente, bien fuera una respuesta, una charla o una pelea. Nada de eso importaba en este momento porque lo tenía a él entre sus brazos. Podía acariciar sus mejillas a su antojo, al igual que podía hundir sus manos en aquel suave cabello oscuro que hacía tan solo una hora, había tironeado mientras gritaba de placer. Podía mirar sus profundos ojos castaños, e incluso podía deleitarse con ese destello indescriptible que enviaba cientos de mariposas a su estómago.

Se atrevió a hundirse en la ilusión de que aquel extraño brillo, no significaba otra cosa más que la honestidad de sus sentimientos por ella. Al igual que esa forma tan suave y cuidadosa de acariciar cada centímetro de su piel, y aquel agarre sobre su cintura que se negaba a permitir que sus cuerpos permanecieran alejados en aquel amplio y desgastado colchón.

Las manos de Elijah recorrieron su cintura, a la vez que un suspiro repleto de éxtasis salía de él. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras que sus ojos no dejaban de mirarla. Sam sintió que su corazón se hinchaba de la alegría al verlo tan feliz y relajado, solo que aquella felicidad no duró para siempre.

La naturaleza tocó a su puerta, enviando una punzada a su estómago vacío, recordándole la falta de comida en su organismo. Y haciendo caso omiso a las elevadas horas de la noche, se puso en pie para ir por un bocadillo a la cocina.

Irremediablemente, Elijah frunció el ceño confundido al verla alejarse de su lado, tomando del suelo su camisa blanca de botones como única prenda para cubrirse.

- ¿Qué haces?

Samantha sonrió ante su pregunta, deteniéndose en la entrada del dormitorio para colocarse la camisa sobre su cuerpo desnudo.