12- Looking for Truths

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N/A: Este capítulo contiene escenas fuertes de violencia. Se le recomienda al público discreción. Si no te gusta puedes saltarte la escena y pasar a otra.

¿Cómo había llegado hasta ahí?

Samantha Mitchell todos los días tenía una rutina desde que sus pies tocaron la tierra de esta dimensión tan extraña. Cada vez al despertar, su mente reproducía velozmente los últimos sucesos, como un recordatorio que respondía a esa pregunta. Luego contaba hasta tres para que su mente procesara toda la información, respiraba profundo y abría los ojos para comprobar que todo en su mente no era una vil broma. Durante los primeros meses era doloroso el recordar como despertó en medio de la nada para después correr por su vida hasta toparse con Camille en el centro del barrio Francés. Era verdaderamente desalentador descubrir que en lugar de su propia cama estaba en el cómodo sofá en la sala de Camille. Se sintió así hasta que Klaus le ofreció un lugar donde quedarse, y a medida que fue pasando el tiempo comenzó a acostumbrarse a ese mundo y a su nueva realidad. La ansiedad había desaparecido casi por completo, así como la sensación de estar vacía y solitaria porque tenía un lugar al que llamar hogar, y contaba con personas que la consideraban un miembro más de esa familia tan problemática.

Los amaba. Era por eso que estaba en ese lugar.

Su rutina no había cambiado mucho. Aún se quedaba cinco minutos después de despertar y obligaba a su cabeza a reproducir los últimos dos años antes de empezar el día. Y ahora que tenía que cuidar los pasos que daba, lo hacía al despertar y antes de dormir para tener una idea de qué hacer al día siguiente.

Que pieza mover del tablero, que acción llevar a cabo, que palabras decir, que hechizo hacer.

Por lo que cuando sintió el dolor invadir su cuerpo mientras que poco a poco despertaba hizo lo mismo que había hecho durante los últimos años de su vida desde la muerte de su madre. Sentía sus manos atadas al igual que sus pies a lo que suponía debía ser una silla. Samantha no abrió los ojos, aún no quería mirar qué le habían hecho, por lo que dejó que cada momento de su vida pasara frente a sus ojos, obligando una vez más a su cabeza a reproducirlos uno por uno. Cada abrazo, cada beso, cada caricia, cada risa. Cada dolor, cada lágrima, cada grito. Todo lo que vivió los últimos años pasó veloz por su mente mientras que de a poco tomaba consciencia de su realidad.

Estaba atada y podía sentir la magia negra retenerla y penetrar en su cuerpo una y otra vez. Sus anillos no estaban, tampoco notaba el peso del collar sobre su cuello lo que indicaba que estaba sin defensas. Solo contaba con su poder propio para combatir las enormes cantidades de magia negra que luchaban por llegar a su corazón. Nuevamente el oráculo se hizo la pregunta que se hacía todas las mañanas y cada noche antes de ir a la cama, ¿cómo había llegado ahí?

Y entonces pudo escucharlo, haciendo que los recuerdos en su cabeza detonaran como una bomba.

La trampa hecha por objetos oscuros. La daga de Tunde apuntando su frente y luego el inconmensurable dolor que le produjo la marca hasta dejarla inconsciente.

- El poderoso ha caído- parecía que hablaba solo, pero una parte de ella sabía que no era la única atrapada. Recordaba una vaga mención de piezas por parte del brujo que la retenía- Un poco de magia y los vampiros más fuertes se doblan de dolor a mis pies- Samantha contó hasta tres y lentamente abrió los ojos para mirar a su alrededor con horror. Efectivamente se encontraba atada a una silla con cintas de cuero que tenían runas extrañas dibujadas con carbón. A su alrededor había un circulo negro, muy similar al que la atrapó en la tumba Dolphine, y como era de esperarse, en cada extremo estaba un objeto oscuro. Eso explicaba el dolor de cabeza y la sensación de que algo manaba de su nariz y oídos- ¿Cómo se siente? El hambre intensa, como vidrios afilados cortando las venas- los vampiros yacían dormidos en el suelo, rodeados de símbolos y círculos, huesos, velas y objetos oscuros, haciendo gestos que denotaban lo mucho que sufrían a causa de los hechizos de Finn, quien se acercó con una sádica sonrisa al líder de todos ellos- Por supuesto, te lo tienen que agradecer. Tú los trajiste hasta aquí, tal vez también puedes salvarlos- profirió arrodillándose cerca del cuerpo inconsciente de Marcel- En cientos de años, eres lo más cercano que mi hermano tuvo como amigo y me pregunto... ¿Qué secretos te compartió? Y ¿qué tengo que hacerte para descubrir esos secretos?

2| Profecy (Elijah Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora