3- Mother's Love

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Al estar en contacto con el fuego, el incienso inmediatamente se encendió con una suave llama que luego contagió a las demás velas que permanecían apagadas. Esther, con una mano en la cintura encendía de forma paciente las velas frente a ella, no tenía apuro, había esperado siglos porque su plan resultara exitosos y sabía que tendría todo el tiempo del mundo para lograrlo. No le importaba si debía hacerlo por las buenas o por las malas, recuperaría a su familia. Tomó varias hierbas junto a la jaula de una de sus aves favoritas, y dejando a un lado el incienso apagado fue hasta su mesa de trabajo. El suave canto del estornino la llevaba al pasado, donde no solo había tenido los mejores momentos de su vida, sino también había tomado decisiones de las cuales se arrepentía. Transformar a sus hijos en monstruos era una de ellas, pero estaba por corregir ese error, aún estaba a tiempo.

Con ambas manos, cascó un par de huevos y vertió el contenido en un tazón de cristal. Tomó un puñado de arándanos rojos, un poco de sal, algo de aceite y las hierbas que había tomado para mezclar todo en el tazón.

Con una sonrisa satisfecha escribió una nota con una impecable caligrafía, la colocó en una bandeja de plata y observó su obra maestra con regocijo y por último cubrió la bandeja con una fina tapa de plata antes de enviar aquella mesa repleta de comida hacia la casa de Niklaus. 

Misma que llegó totalmente intacta hasta su patio y la primera que probó un bocado había sido Hayley, quien inocentemente había tomado una uva del hermoso arreglo frutal en aquella mesa. 

- ¿Y... a cuál restaurante le hace falta un chef hechizado?- preguntó ella a Klaus, quien se acercaba con curiosidad observando cada platillo en aquella mesa perfectamente colocada en su patio. Habían varias frutas, pasteles, jugo de naranja, bagels, media lunas, incluso salsa de arándanos, pro lo que más le intrigaba era la bandeja cubierta de plata en la mesa.

- Es algo que he hecho en el pasado, pero yo no tuve que ver con esto- aclaró el híbrido señalando a la mesa de la que Hayley disfrutaba cómodamente.

- Oh... pues creo que le agradeceremos a Elijah- mencionó tomando otra uva de la mesa y llevándosela a la boca. 

- Esa no es mi obra- repuso el trajeado bajando las escaleras y acercándose a la mesa con curiosidad.

- Entonces supongo que fue...

- Ni se te ocurra nombrarme querida- intervino el oráculo entrando en la casa con un pequeño paquete de color púrpura en las manos- Aunque mis habilidades son increíbles, esto no lo hice yo- profirió señalando la elaborada mesa.

- Entonces ¿de dónde salió esta comida?

Tan pronto como Hayley pronunció aquellas palabras, la tapa de la bandeja comenzó a moverse con brusquedad logrando sobresaltarla. Todos los ojos se posaron inmediatamente en aquel objeto que se sacudía y al parecer soltaba chirridos. Klaus compartió una mirada con su hermano antes de tomar la tapa y apartarla de golpe, liberando a las dos avecillas que al parecer habían estado dentro atrapadas. Con un revoloteo ambas volaron lejos a la vez que soltaban chillidos que rápidamente, tanto los Mikaelson como el oráculo, pudieron identificar como estorninos. Nuevamente las miradas se posaron rápidamente en la bandeja de donde habían salido ambas aves y donde ahora descansaba una pequeña nota.

- ¿Qué rayos fue eso?- cuestionó Hayley observando con inquietud la bandeja antes de fijar sus ojos en el techo, por donde los estorninos habían volado despavoridos.

Klaus tomó la nota en sus manos y al abrirla se topó con una impecable caligrafía que rezaba quizá una oportunidad, o peor una tragedia.

" Cena en su casa a las 8 pm"

- Es una invitación de nuestra madre- respondió el híbrido con la mandíbula tensa, sujetando el papel en sus manos.

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2| Profecy (Elijah Mikaelson)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant