10- Between Spells and Lies

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Y con las sábanas en brazos se encaminó a la casa.

Sam rápidamente tomó las almohadas bajo sus brazos y corrió hasta estar a su lado.

- Esto es nuevo- dijo un poco pensativa mientras caminaban hacia la casa. Sonrió miró a su vinculado por primera vez alegre y satisfecha- Me gusta- sentenció para luego acercarse a abrir la puerta.

Poco a poco comenzaban a ser los mismos de antes. Lo primero en aparecer sería esa complicidad que surgía cuando hacían bromas a cualquier miembro de la familia o solo para aligerar el ambiente entre ellos. Lo segundo sería la honestidad de sus emociones, siendo seguido por la cercanía dulce del tacto, eso incluía los roces "accidentales". Finalmente (y era lo que esperaban todos) llegaría la reconciliación y la posible señal de que ambos finalmente estarían juntos. Elijah escuchó como Samantha tarareaba una dulce melodía mientras subía las sábanas hacia su habitación, y con una sonrisa tonta dibujada en su rostro, tomó las llaves del auto y fue a la tienda por todo lo que el oráculo le había dejado en una pequeña lista pegada justo en la puerta. No le tomó mucho tiempo el ir a la tienda y volver con al menos cuatro bolsas llenas de artículos de magia nuevos. Para cuando regresó solo podía escuchar el sonido de la lavadora, probablemente se encontraban dentro las sábanas que habían usado la noche anterior. Un poco más lejos pudo escuchar el agua caer desde la ducha, seguido del suave tarareo del oráculo.

Una sonrisa se dibujó en el rostro del trajeado y teniendo en mente la idea de sorprenderla en cuanto terminara de bañarse, se dirigió a la cocina para preparar el desayuno sin dejar de escuchar el melodioso tarareo del oráculo en el piso superior.

Cuando ella bajó finalmente miró las bolsas que Elijah trajo de su breve visita al pueblo, las cuatro estaban perfectamente acomodadas en el mesón de la cocina. Silenciosamente tomó asiento en uno de los banquillos mientras que lo observaba con una pequeña sonrisa. Parecía de ensueño aquella escena. El original volteaba unos panqueques con destreza, su camisa de lino se encontraba arremangada hasta los codos. Y no fue hasta que él le dio una breve mirada y una sonrisa sutil que ella le apartó los ojos de encima, abrumada por el cosquilleo en su pecho y el temblor de sus piernas. Sus manos temblorosas y cubiertas por un vendaje fresco, tomaron las bolsas rápidamente en un intento por desviar su atención del castaño que cocinaba con maestría.

- ¿Enserio compraste todo?- preguntó Samantha mientras observaba el contenido de las bolsas sumamente impresionada.

- Si los frascos que pediste, de diferente tamaños claro- mencionaba mientras tomaba una copa de cristal de la alacena- Un pequeño cofre de madera...

- Debió costarte una fortuna- profirió con el cofre en sus manos, tenía incrustaciones doradas en las esquinas y en la tapa de un diseño exquisito y refinado. También tenía un cerrojo, un candado dorado y una llave con un diseño tan fino que dudaban que lo adquiriera del mercado de pulgas del pueblo.

- Golosinas para gato, arena blanca, velas, tres carretes de hilo y esto- dejando de lado la cocina, tomó de una de las bolsas un libro de cubierta negra, totalmente en blanco y se lo mostró con el ceño ligeramente fruncido- No sé para qué lo quieres si los hechizos vienen a ti- Sam lo tomó de sus manos y lo ojeó con curiosidad.

- Lo sé, pero no lo verás mucho. Lo dejaré en el submundo y esperaré a que los ancestros se dignen a dejar los hechizos en el libro- la aclaratoria pareció tranquilizarlo un poco pero no lo suficiente. Con un bufido volvió a tomar la sartén para voltear los panqueques.

- Te expones a que alguien más lo lea- le reprochó el original mientras colocaba un par de cubiertos sobre la mesada junto a una servilleta muy bien doblada.

- Elijah, tuviste que pedirle ayuda a Genevieve para comprender algo tan simple como "Cruce de dimensiones"- repuso ella con determinación mientras guardaba cada cosa de regreso a las bolsas- El lenguaje que usamos los oráculos es incomprensible incluso para las brujas así que no te preocupes nadie leerá el libro- apartó las bolsas a un lado y apoyó ambos codos en el mesón, inclinándose un poco sobre éste. Su vinculado apagó la estufa y tomó un paño para limpiar lo necesario junto a sus manos, a su vez la escuchaba con atención- Tampoco podrán hacer los hechizos, requiere pureza, destreza, habilidad y sobre todo ser un oráculo.

2| Profecy (Elijah Mikaelson)Where stories live. Discover now