9- The Map of Moments

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- ¿Y qué hay de Sam? ¿Por qué no se quedó contigo?- ella no pasó por alto cómo la mandíbula de su hermano se tensó al mencionar al oráculo. No parecía muy contento, eso estaba claro, pero en ocasiones al mencionarla podía notar como sus hombros se relajaban y un pequeño brillo era notorio en su mirada, a la vez que el atisbo de una sonrisa se asomaba poco a poco. Solo que esta vez era muy diferente. Sus hombros estaban tensos, no había rastro alguno de alegría en su rostro y sus ojos solo reflejaban enojo y arrepentimiento.

- Ella y yo no estamos en un buen momento, eso es todo- no tenía el valor para mirar a su hermana, solo para mirar a su pequeña sobrina risueña. Pero sabía que eso no detendría a su perceptiva hermana Rebekah, quien lo conocía de pies a cabeza y notaba cualquier irregularidad en su comportamiento. Era de esperarse que al escuchar esas malas noticias soltara la pregunta:

- ¿Y no harás nada?

La respuesta era simple. No le gustaba pero era todo lo que podía ocurrírsele.

- Es mejor así- dijo con amargura mientras entrelazaba los dedos de sus manos- Está mucho más segura de mí.

Rebekah bufó inconforme con dicha respuesta, negándose a creer que esta vez las cosas fueran tan graves como las pintaba su hermano.

Pero claramente estaba equivocada. 

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La magia fluía en la habitación, así como la química entre ambos. Con el poco tiempo que llevaba junto a Kol, Davina había descubierto que juntos eran mucho más fuertes. Él tenía razón, la magia ligada con las intensas emociones como la atracción que sentían el uno por el otro era más poderosa que la magia común, además no iba a negar que le gustaba pasar tiempo con el brujo. Ambos se encontraban en el patio de la casa Mikaelson realizando un hechizo de protección para Cami, quien estaba siendo hechizada por Esther. Sus manos estaban entrelazadas mientras que murmuraban un hechizo mientras que sumergían la cabeza de un muñeco en un caldero con agua. Juntos tomaron al muñeco y sin dejar de recitar, lo voltearon para sumergirlo una vez más en el caldero. Finalmente lo sacaron y lo colocaron a un lado.

- Me preocupa que esto no bloquee la magia de Esther en el cuerpo de Cami- profirió Davina luego de un par de minutos de silencio. Sabía que Samantha estaba haciendo todo lo que podía al tener a su amiga bajo su constante "vigilancia mágica", pero aún así le inquietaba que de alguna manera eso no funcionara. Sin mencionar que ella había desaparecido junto con Klaus y Hayley, lo que aumentaba su preocupación.

- Puede que conozca una forma de distraerte de los problemas- dijo Kol en un tono sugerente. Eso dibujó una sonrisa en su rostro.

En ocasiones le gustaba ese lado juguetón que tenía. Lo hacía lucir sexy.

- Puedes tomártelo enserio o puedo encerrarte en una caja como tu hermano Finn, si lo prefieres- espetó Marcel, surgiendo de pronto a espaldas de la castaña con una expresión de pocos amigos.

- Amm no, prefiero que te pudras- repuso el brujo con ironía. De todas formas el que trabajaran juntos no significaba que tenían que llevarse tan bien- El hechizo necesita tiempo para realizarse en paz- y con las constantes interrupciones del vampiro no iban a lograr mucho. Solo conseguía que él se frustrara y que Davina estuviera incómoda, así la magia no fluía.

El hechizo del oráculo se tardaría un poco y ellos querían resultados inmediatos. Por eso estaban haciendo el hechizo, para acelerar el proceso del hechizo que Samantha había hecho en Camille la noche anterior.

- Pero Cami no tiene tiempo- recalcó carente de toda diversión. Por dentro se sentía aterrado, estresado y muy enojado con todo lo que estaba pasando- Esther podría meter en su cuerpo a cualquiera.

2| Profecy (Elijah Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora