58; Te doy vida

527 56 8
                                    

Me sentí muy extraña, podía escuchar, pero no ver o moverme, era una especie de parálisis de sueño la que estaba sufriendo.

Tengo miedo, porque recuerdo lo que sucedió, pero no sé lo qué pasó después, ¿Jughead estará bien?

Esa es mi verdadera preocupación.

Supongo que todo acabó cuando yo le disparé y él me disparó a mí.

Sentía un ruido molesto en mi oído, era un sonido muy agudo, tan desagradable.

Jughead

He pasado toda la noche despierto esperando a que me den noticias de cómo está ella, tengo pánico.

No he podido parar de llorar de impotencia.

— Por qué no fui yo... – Comencé a llorar y Betty me abrazó.

— Gracias a Dios Estás bien, ya verás que todo saldrá bien, Jug. Pero debes ser positivo.

— No quiero perderla, no puedo perderla.

— Y no lo harás. – Ronnie interrumpió.

— Jughead, necesitas descansar. Creo que será mejor que vayas a casa y vuelvas apenas ella despierte. – Archie Tomó mi mano.

— ¿Piensan que voy a poder dormir sólo después de todo? ¿Piensan que voy a poder dormir plácidamente sabiendo que mi pobre chica está luchando contra la muerte? Lo siento, pero de aquí yo no me voy hasta que Blue esté dispuesta a salir de acá también.

— Eso podría tomar unos días. – Añadió Archie.

— Me quedaré acá el tiempo necesario. No pienso abandonarla. – Sentí que otra lágrima comenzó a rodar por mi mejilla.

— Okay, lo entiendo. – Archie palmeó mi hombro.

— Ella ha pasado por tanto. – Reí melancólicamente suspirando de la impresión. – No tienen idea. Cuando despierte, quiero estar a su lado, no quiero que esté asustada.

— ¿Qué harás cuando ella tenga que ir a la universidad en un lugar y tú en otra? Ya nos va quedando muy poco.

— Yo tengo la esperanza de que estudiemos en el mismo lugar porque ambos tenemos gustos muy similares. Pero ahora eso no es el problema principal. Luego podremos lidiar con eso. Ahora sólo quiero que despierte y que esté bien. – Suspiré y fui a caminar donde había una virgen, la gente iba a rezarle para que salvara a sus seres queridos. Yo jamás he creído en esas cosas, que uno no debe pedir que se arreglen las cosas porque todo ya está escrito. Si rezas o no, pasará exactamente lo mismo.

Pero mi perspectiva sobre la mayoría de las cosas cambió cuando la conocí.

Me encontraba rezándole a la virgen como loco.

Repetí millones de veces las tres oraciones que me sabía de memoria de cuando era un niño y debíamos ir a la iglesia.

Tenía fe. Ella me dio fe.

Porque nuestra historia no podía acabar.

Estamos recién empezando.

Estos diez meses junto a ella han sido sólo el comienzo de una maravillosa vida junto a Blue.

Llámenme cursi, lo que sea.

Pero no puedo cambiar lo que siento.

Aún sigo escribiendo el libro "Cien rosas para Blueberry Ainsworth"

Saqué mi computador de mi bolso y comencé a escribir rápidamente:

~ Esta es la última rosa, o como me gustaría llamarle, la primera de otra vida, la rosa del comienzo del final, cien rosas no son dignas para alguien como Blueberry Ainsworth, todas las rosas del mundo no son dignas de su admiración. Ella es amor, ella arriesgó su vida por el amor. Hizo todo para mantenerme con vida y lo ha logrado.
Querida Blue, solamente espero que tú también puedas hacerlo. Jamás has necesitado rosas para saber lo especial que eres y yo jamás necesité rosas y escribir sobre eso para saberlo. Pensé que tú me necesitabas más a mí, qué tonto fui al pensar eso, Han pasado unas cinco horas desde que te vi por última vez y ya estoy desecho. Al protegerte de tu padre pensé que yo estaría salvándote pero fui muy tonto al recién poder pensar con claridad que yo mismo me estaba salvando al intentar salvarte a ti.

Cien rosas para el amor de mi vida.

— ¿Jughead Jones? – Una enferma llamó mi nombre. Cerré el computador rápidamente y corrí hacia dónde estaba ella.

— ¿Viene a hablarme de Blueberry Ainsworth? – Pregunté desesperado.

— Así es. Ella ha estado respondiendo bien a los tratamientos. Todo parece estar bajo control. Pero

— Pero... por qué hay un pero. – Agarré mi cabeza esperando lo peor.

— La bala perforó su riñón izquierdo. Lo destrozó. Tuvo mucha suerte de que nada tan grave haya pasado. Podrá caminar, podrá volver a ser como antes si tiene un nuevo riñón.

— ¿Cómo?

— Me temo que ella tiene una rara condición médica, muchas personas pueden vivir sin un riñón pero ella lo necesita y urgentemente. Necesita un donador.

— Yo. Yo mismo, con gusto lo hago. Ahora mismo.

Desamparada en Riverdale || Jughead Jones.©️Where stories live. Discover now