Parte 34

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Estaba yo, sola, con Harry, en el salón. Nos mirábamos de vez en cuando pero yo no podía hablarle. No debía. Debía de mantener las distancias si no quería salir perjudicada en todo este triángulo amoroso.

Me miró.

Le miré.

Sonrío suspirando.

-¿Vas a tardar mucho en hablarme?-rodé los ojos y me cruzé de brazos.-Como quieras.- se volvió para no mirarme. Le miré con nostalgia. Me miró y desvié rápidamente la mirada.

  Entró Calum con ese aire sonriente de siempre pero esta vez, un poco más apagado. Quería preguntarle pero como ya sabía el motivo, decidí callarme.

  Se sentó de golpe en el sofá al lado mía. Silencio. Silencio incómodo. Quería salir con Niall, averiguar que es lo que Zayn hacía o dejaba de hacer, captar todos su puntos débiles, y que finalmente...Se lamentase haber hecho lo que hizo.

  Eli entró, seguido de Louis. Los cuales hablaban amistosamente. Esos dos tienen algo. Pero sabría que por parte de Eli nunca pasaría nada, porque su orgullo está por encima de todo y cuando su orgullo dice no, es que no. En el poco tiempo que la conozco, sé que Eli le pondría un candado a lo que siente con tal de no salir perjudicada.

- Emma, no sé como no pudiste heredar el humor de tu hermano, enserio.-dijo con una amplia sonrisa. Se le veía brillo en los ojos.

- Ella es la sosa de la familia.-mi hermano me guiñó un ojo y sonrío.

- No soy de tu misma sangre, imbécil.- Louis se encogió de hombros y rió.

  Un poco más tarde cuando dejé a los demás en el salón, haciéndome como si me fuese a "descansar", salí por la parte trasera, quería sentir lo que es una nueva vida. Respiré e inspiré fuertemente. Podría estar loca pero antes, no tenía el sentido del olfato tan agudo como para oler lo que me rodeaba perfectamente.

  Me paré un segundo para escuchar que oía a lo lejos. Un ruido de animal. No se en que momento me di cuenta pero estaba corriendo hasta donde mis sentidos me llevasen. Sé que tardaría en encontrar la casa de nuevo.

  Paré en un árbol y me escondí detrás de este. Un ciervo. Había visto en las pelícupas que los vampiros cazaban animales y también humanos. Era un poco altruista para matar a gente, amaba los animales pero necesitaba sangre y no sabía el motivo. No lo pensé doa veces. Me lanzé sobre el animal y acabó muerto y ensangrentado, y mi boca estaba llena de sangre.

- ¿Emma?-Se oyó una voz cerca de mí.

- ¿Qué?-pregunté aturdida.

  Una sombra apareció de entre los árboles, se acercó más a mí. Aquella figura estaba tapada por la vegetación y que estuviese anocheciendo, tambien era una causa de mi imposibilidad de reconocerla.

  La figura salió y al fin pude reconocerla. Le fulminé con la mirada.

- ¿Tú también, señor Liam? Esto es increíble.- llevé mis manos a la cabeza por la desesperación.

- ¿Qué haces aquí?-arqueé una ceja.

- ¿Y tú?-agachó la cabeza.

- Ser la peste.-arrugué mi frente.

- ¿Por qué?-

- ¿Ves ese camino de allí?-señaló detrás de él, un camino lleno de piedras y espinas.

Asentí.

- Ahí vive Malik, me quiso convertir en lo que soy.-abrí los ojos de par en par.

- ¿Perteneces a los Maliks?-pregunté aterrorizada por la última palabra.

- Sí...-dijo en un hilo de voz.- En realidad no es una familia sino una manada, una manada de vampiro. Vosotros sois la familia.-pronunció esas últimas palabras con tristeza y nostalgia.

- ¿Te han contado sobre mí?-asintió con la cabeza.

- Eres en lo único en lo que se centran, sobre todo Zayn.-apreté los puños y mis mejillas de seguro estaban rojas por la ira.

Resoplé.

- Zayn me engañó.-

- Lo sé.- quise llorar pero me dije a mí misma que no lloraría. Debo ser valiente. Los valientes no lloran.

  Volví a casa corriendo después de que quedase con Liam para informarme de todo. No podía fiarme de Liam y lo sé, pero mi única forma de saber lo que trama Zayn es por Liam.

  Trepé por el árbol más cercano que daba a mi ventana y subí. Llegué y me metí rápidamente en la cama. Se oían pasos subiendo y no quería que me viesen fuera de la cama.

  Hice que dormía y entró una persona que distinguí, sólo con oír sus pasos. Se sentó en el borde de mi cama y supuse que estaba sólo observándome, puesto que no se movía, permanecía inmóvil.

- Lo siento.-dijo sollozando y entre suspiros.

- ¡Niall!-gritaron desde fuera. Salió de la habitación para dejarme totalmente confundida.

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Sangre de dos ||n.h||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora