"Este es mi regalo para ti" le tendió el arma enfrente. 

"¿De qué hablas?" preguntó Elizabeth sin tomarla aún, un poco sorprendida por esa clase de regalo.

"Algún día podrías necesitarla. No tiene números seriales, así nunca podrán rastrearla. No importa a quien tengas enfrente, si sabes que te quieren hacer daño, úsala" le advirtió a la castaña para luego cerrar su maleta y salir de la habitación con Elizabeth detrás.



En la cabaña se veían algunas motocicletas ya estacionadas, pero Elizabeth no lograba encontrar la de Opie, tal vez no estaría ahí. Entraron todos, era una cabaña algo vieja pero había servido muchas veces antes para el club como un lugar seguro fuera del conocimiento de enemigos. Del pasillo salió uno de los Sons,

"En la habitación" le dijo a Happy, quien solo se limito a ver a Gemma dándole a entender que debería ir ahí, el rostro de Gemma parecía tenso, preocupado.

"Espera aquí Elizabeth" ordenó Happy, no era un tipo que pareciera lidiar bien con el enojo, por lo que la chica acató la instrucción sentándose en un sillón de la sala, mientras Ratboy, Happy y Gemma caminaban hacia adentro. 

Cuando Ratboy abrió la puerta Gemma pudo ver que dentro se encontraban una mujer y un joven de color con unas jeringas y lo que parecía ser heroína sobre la cama, además tenían a dos Sons más cuidándolos.

"¿Quiénes son?" Preguntó Gemma mirando al chico con barba frente a ella. 

"El asunto de madre e hijo para el que Jax pidió tu ayuda" explico Ratboy, el rostro de Gemma se relajo visiblemente pero también quiso matar en ese momento a Happy y su compañero por no darle los detalles de lo que haría.

La tarde y la noche llegaron y aún no había señal de Jax, Opie, Chibs o de alguno de los Sons restantes. Ahora Nero también se encontraba en la cabaña, pues Unser le había comentado que Happy se la había llevado y su preocupación por ella, lo había llevado hasta allí, mientras que Elizabeth se acomodo tan bien en el sillón donde se había sentando, que ahora estaba totalmente dormida.

Ya era de madrugada, Happy se encontraba fumando un cigarro mientras Ratboy permanecía afuera cuidando en su turno. Happy se percato que Elizabeth balbuceaba algo en su sueño, pero no lograba entender que era, lo que le dio mucha risa, sin embargo la diversión no le duró mucho pues vio que la chica temblaba, se acercó a ella preocupado, le toco la frente para sentir si tenía fiebre pero no era así, más de cerca notó que pequeñas lagrimas brotaban de sus ojos cerrados, estaba teniendo una pesadilla por lo que decidió despertarla.

"Elizabeth, despierta, Elizabeth" Happy la llamó por su nombre pero la pobre chica seguía en el mismo estado, así que no le quedo otra más que tomarla de los hombros y sacudirla un poco, la movió hasta que tuvo el efecto deseado despertándola.

"¡Noo!" gritó la chica saliendo del sueño terrorífico que estaba teniendo, en cuanto vio a Happy frente a ella supo que nada de lo que había visto era realidad y lo abrazo, lo cual desconcertó al Son; sin responder al abrazo de Elizabeth espero hasta que ella lo soltara para hablar.

"¿Está todo bien?" preguntó con el mismo semblante de siempre, serio.

"Si, perdón" se disculpó Elizabeth por el abrazo, aunque le había servido para calmarse, había vuelto a soñar con Adam DiFronzo, si es que a eso se le podía llamar soñar.

Adam DiFronzo había sido pareja de Elizabeth por alrededor 5 años, cuando ella vivía en Chicago, él la consentía como nunca antes lo habían hecho, la hacía sentir la persona más importante en la habitación. Adam era un hombre de negocios, o al menos hasta donde Elizabeth sabía. Él solía hacer fuertes transacciones todas las semanas en casi todos los bancos de Chicago, tenía inversiones en Wall Street y muchas propiedades en Illinois y otros estados, que a la vista de todos era lo que le daba el dinero que manejaba.

COMO SALVAR UNA VIDA [ Jax Teller ]Where stories live. Discover now