Capítulo 13

65 3 0
                                    


- Nana, ¿por qué mis padres nunca están en casa? ¿No me quieren?

- Linda, deben de tener mucho trabajo. 

- Pero, ¿tú crees que me quieren? - insistía la niña de ocho años.

- Siendo sincera...no estoy segura.

- ¿Tú me quieres?

- Te puedo garantizar que sí.


Ambas se abrazaron.


Zafiro se despertó sobresaltada. Volvía a recordarlo todo, pero tenía un fuerte dolor de cabeza y, además, un indescifrable dolor en el vientre.


- Linda, ¿te encuentras bien? - le preguntó Ágata.

- ¿Dónde están mis amigos? - preguntó con urgencia.

- Abajo. Están preocupados.

Zafiro bajó rápidamente las escaleras como nunca antes en su vida. Al llegar al salón los vio. Ellos, mirándola con temor no sabían si decir algo o quedarse callados. Ella los observó un rato, después, se abalanzó sobre ellos, subiéndose a los brazos de Eric.

- Lo siento tanto. Lo siento. - dijo entre sollozos.

- Shh, shh...calma. Ya pasó.

- Zafiro, tenemos cosas importantes de que hablar. Ahora que ya has recuperado la memoria, espero que nos resuelvas unas dudas. - intervino Lucas.

- Claro.

En ese momento llegó Ágata.

Todos se sentaron. El primero en hablar fue Lucas.

- ¿Por qué preguntaste si Ágata era tu madre? En ese momento, ¿recordabas algo? 

- La verdad es que no fue porque recordara algo,simplemente, eran falsos recuerdos.

- ¿Cómo que falsos recuerdos? ¿Tiene que ver con lo ocurrido en esos días en los que no saliste de casa?

Zafiro asintió.- Cuando volví a casa aquel día Alan me estaba esperando. Lo sabía y no había forma de hacerle cambiar de opinión así que ya no lo oculté más. Pero entonces, ocurrió algo. Los recuerdos de aquellos días son extraños; veía todo como si estuviera fuera de mi cuerpo, como si yo no fuera yo. El primer día no entendí nada. Ellos me dijeron que eran mis padres adoptivos y mi prometido. Me dijeron que me había caído y que estuve en el hospital inconsciente, pero al no ver ninguna mejoría decidieron traerme a casa para cuidarme allí. Todos se mostraron tan amables... Había decorado la habitación en la que me dejaron como si fuera la mía o, al menos, muy parecida. Recuerdo que el médico de la anterior vez vino únicamente una vez a visitarnos. No sé por qué, pero discutió con Alan y con mis padres antes de irse. Ellos actuaron como si no pasara nada. Al día siguiente trajeron a una peluquera, me dijeron que llevaba tiempo pidiéndoles un cambio de estilo. - sus amigos contemplaron como ella se tocaba el pelo y, al hacerlo, una escalofrío recorrió su cuerpo. - No me gusta, no sé que estaría pensando... El caso es que después de aquello renovaron todo mi armario y Alan empezó a contarme cosas del instituto y de vosotros. Repetía todo día y noche, llegó a repetirlo tanto que me lo creí todo. Lo empecé a interiorizar como mío y... - Zafiro cerró los ojos, se sentía mal por todo aquello. Tenía la necesidad de llorar, pero no quería hacerlo. No aguantó, comenzó a llorar, mas continuó con su relato. - Me avergüenzo por ello. 

- Cariño, no te avergüences por ello. - le dijo Ágata. - Todo es culpa de esos... - no terminó de decir la palabra.

- De verdad que siento todo esto. Debisteis de haberlo pasado fatal. Recuerdo como os hablé el día que reaparecí. No podía controlar lo que hacía. Me sentía tan extraña...

- Zafiro, no te preocupes. Aquí nadie te va a criticar por ello. Cuando me peleé contigo y después te conté mi historia, lo entendiste. Siempre pensé que no debía estar aquí con vosotros. Tú siempre me has demostrado que estaba equivocada. Yo formo parte de cada uno de vosotros. Tú no eres dueña de ti misma, te habían robado los recuerdos...Te habían intentado cambiar. Esto no es culpa tuya. No quiero que te culpabilices por ello, porque eso es lo que ellos esperan. Vamos a arreglar las cosas. Vamos a descubrir que está pasando y demostrarles que nunca debieron meterse contigo y tu familia. - dijo Rubí.

- ¿Te dijeron que ellos eran tus padres adoptivos? 

- Sí, cambiaron mucho toda la historia, supongo que para despistarme.

Todos los presentes se miraron entre ellos.

- Zafiro, tengo que contarte algo. Necesito que escuches todo lo que tengo que decir. Esto es algo delicado que no sabía cuando decirte. Cuando estaba listo, las cosas se torcieron y le pedí ayuda a Eric. No te enfades con él. Yo le pedí que no te dijera nada y, aunque él insistió en que te lo dijera cuanto antes... Fue imposible. - dijo Lucas con miedo y preocupación.

Zafiro estaba nerviosa. - Está bien. Dime de una vez. ¿Qué es eso tan importante?

- Zafiro, Ágata es tu tía. - ella lo miró sorprendida. - Y yo...soy tu hermano. 

Mi primer beso (II)Onde histórias criam vida. Descubra agora